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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

Enfermedades ligadas a la pobreza

Marcha de mujeres contra la tuberculosis. / Sonrisas de Bombay

Si hay un buen indicador de desigualdad ese es la tasa de incidencia de la tuberculosis, una enfermedad infecciosa que suele afectar los pulmones y que se transmite via aire de persona a persona. La tuberculosis está estrechamente ligada a la pobreza y a la desigualdad. De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2015 1,8 millones murieron por esta enfermedad pero son seis países los que acaparan el 60% de la mortalidad total.

La lista está encabezada por la India, seguida de Indonesia, China, Nigeria, el Pakistán y Sudáfrica. Por ejemplo, mientras que en España la incidencia media es de doce casos por cada 100.000 habitantes y en 2015 se notificaron 4.191 casos, en la India la incidencia es dieciocho veces mayor. En este país hay 217 casos por cada 100.000 habitantes y sólo en 2015 se registraron casi dos millones de casos.

La enfermedad tiene especial presencia en grandes ciudades y donde se produce hacinamiento, puesto que se transmite por aire de persona a persona. En los países pobres como la India el gran problema es el acceso al tratamiento. Por ejemplo en la ciudad de Mumbai (nombre local para referirse a Bombay), que tiene 20 millones de habitantes, más de la mitad de la población vive en condiciones de insalubridad, pobreza y exclusión en slums, barrios de chabolas, especialmente afectados por esta enfermedad. Según denuncia Sonrisas de Bombay, el modelo de innovación farmacéutica actual niega a a estos y otros cientos de millones de pacientes pobres de ambos hemisferios el tratamiento contra enfermedades como la tuberculosis.

Precisamente para contribuir a garantizar el derecho a la salud de este colectivo especialmente vulnerable, Sonrisas de Bombay y la ONG JAL implementan desde 2015 un programa de intervención comunitaria en zonas de slums para mejorar la prevención y el control de enfermedades infecciosas como la tuberculosis. Se estima que más de un tercio de los casos no son diagnosticados.

Si bien es una enfermedad que tiene cura – existe un tratamiento que dura seis meses – el logro de avances a nivel mundial está supeditado a la mejora de los servicios de prevención y tratamiento de la tuberculosis en estos países así como también al acceso. En los últimos cuatro años se han aprobado dos nuevos fármacos: delamanida y bedaquilina. Sin embargo, como denuncia Médicos Sin Fronteras, menos del 5% de los enfermos de tuberculosis resistente a los medicamentos reciben los nuevos medicamentos cuatro años después de su aprobación.

Asumiendo que esta enfermedad infecciosa está muy ligada a las condiciones socioeconómicas de una población, la mejor manera de combatirla, igual que otras enfermedades, es luchar contra la desigualdad. Unos sistemas de salud fuertes y un acceso garantizado a tratamientos, así como hacer hincapié en más prevención deben ser la receta que guíe los gobiernos.

3 comentarios

  1. Dice ser microcéfala

    Un claro caso de micromachismo.

    24 marzo 2017 | 00:08

  2. Dice ser Seguros

    Buen artículo. Para completarlo sería bueno describir también el montón de enfermedades ligadas a la riqueza, como nos ocurre en el mundo occidental.

    24 marzo 2017 | 07:27

  3. Dice ser Seguros de Salud

    Me refería a enfermedades cardíacas o autoinmunes, así como algún tipo de cancer

    24 marzo 2017 | 07:29

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