La carrera hacia las elecciones catalanas del 25N

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28N: la batalla de Barcelona

Empieza la función. Con los primeros mítines y la tradicional enganchada de carteles, se alza esta noche el telón de la carrera electoral por la presidencia de la Generalitat. Estos comicios vienen marcados por la crisis económica (y la factura que le puede pasar a los tres partidos de gobierno: PSC, ERC e ICV), la lucha contra la abstención (el Govern se ha gastado más de un millón de euros en fomentar la participación), la incógnita de si CiU será capaz de volver a gobernar y con el apoyo de quién (partidos rivales, en sus porras internas, le otorgan entre 54 y 55 escaños, siete más que en 2006, pero una encuesta de hoy les daba entre 65 y 66, a punto de la mayoría absoluta), la relaciones Catalunya-España tras la sentencia del Tribunal Constitucional recortando el Estatut, así como dilucidar si Ciutadans se mantendrá en el Parlament (afirman que aspiran a duplicar sus diputados y llegar a seis) y si entrarán otras formaciones (con los dos Joan, uno Laporta y otro Carretero en primera línea).

Todas estas preguntas se responderán, sobre todo, según el comportamiento de los votantes en el área de Barcelona. No en vano, tanto el PSC como CiU han escogido la capital catalana como punto de arranque de la campaña. En estas elecciones hay 42.719 votantes más, pero la inmensa mayoría (poco más de 4 millones) están concentrados en la demarcación de Barcelona. Un dato significativo que quizás emana de la crisis es que, si bien sólo hay un 0,3% más de electores, los catalanes residentes en el extranjero con derecho a voto se han incrementado un 23% (el PP, por ejemplo, hace campaña en 25 países). Quienes sí pueden ser decisivos son los jóvenes de 18 años, que votan por primera vez en unas autonómicas. Representan una masa de 232.126 electores (C’s consiguió tres escaños en 2006 con 89.567 votos y ICV llegó a los 12 con 281.474).

Hace cuatro años, fue a la urnas el 56,77% de los votantes catalanes, con una abstención que se acercó al 50%. Es decir, los que no votaron duplicaron a los que votaron a la primera fuerza parlamentaria, CiU, que rozó el millón de apoyos. Para contrarrestar esta desafección, los partidos apelan al voto útil. Artur Mas (CiU), con el lema  Una Catalunya mejor, quiere intentar conseguir la mayoría absoluta y no depender de nadie. José Montilla, que se presenta como Garantía de progreso, ya ha roto lazos con el tripartito y se esfuerza en diferenciarse de la aventura independentista de ERC. Montilla (con sus 5 ces o compromisos, entre los cuales, no pactar con el PP) y Mas (con sus 9 ces, entre ellas capitalidad y Catalunya y donde no alude a los populares) plantean un cara a cara, con Barcelona como gran plaza por conquistar (también, con vistas a las próximas municipales). Los socialistas quieren movilizar al cinturFIFA Fair Playón metropolitano, con Celestino Corbacho de gran baza, y dan ciertas concesiones al catalanismo con Montserrat Tura de número dos. Los convergentes tienen en la lista a su gran alcalde metropolitano (Lluís Recoder) e incluso le dan un lugar simbólico a Xavier Trias, su alcaldable por Barcelona.

Por su parte, los republicanos, con Joan Puigcercós de líder, refuerzan su mensaje “independentista y de izquierdas” para movilizar a su electorado en un momento en que Solidaritat Catalana o Reagrupament fragmentan más que nunca las opciones de la autodeterminación y para evitar un posible auge del PP. De hecho, los populares, con Alicia Sánchez-Camacho, aspiran a volver a ser decisivos, como en la sexta legislatura (1999-2003), cuando Jordi Pujol debía depender de sus 12 diputados. El PP centra su discurso en la defensa del castellano y la lucha contra la inmigración irregular, lo que ya le ha ocasionado la reprimenta de entidades como SOS Racisme. Igual que los socialistas, con Zapatero o Felipe González, los populares también movilizarán a sus líderes, con Mariano Rajoy al frente. Por último, Joan Herrera (ICV-EUiA) es el único que, abiertamente, quiere repetir el tripartito y aspira a ganar al menos tres diputados. Y Albert Rivera (Ciutadans) se resiste a salir del arco parlamentario y apuesta por tener grupo propio.

Sobre estas elecciones planea una gran pregunta: si hay tanto distanciamiento entre la clase política y los ciudadanos, ¿por qué se han presentado 114 candidaturas, todo un récord, 44 más que en 2006? Alternativa de Govern, UPyD, Plataforma por Catalunya, la CORI (con Carmen de Mairena), Des de baix, Partido de los Pensionistas en Acción, Por un mundo más justo o Pirates de Catalunya son algunos ejemplos. Además, esta campaña tendrá más presencia de inmigrantes en las listas (el PSC, por ejemplo, tiene a más de un Mohamed).

Para que nada pueda interferir en estas elecciones, el clásico Barça-Madrid será el lunes 29N, un día después de conocer quién será el próximo presidente de la Generalitat. Haciendo un símil con el fútbol, los candidatos han apelado al “juego limpio”, pero, de momento, el fair play ha brillado por su ausencia en la precampaña. Todos querrán ganar, aunque sea en el descuento y de penalti.

Bienvinguts

Hace poco, en Madrid, cuando un camarero se enteró de que era catalán, me espetó: «¡Bienvingut!». No me dijo ni «benvingut» ni «bienvenido», sino un max-mix en catañol. Hoy arranca este blog, la Urna (se escribe igual en catalán que en castellano), que se acabará el 28 de noviembre, cuando sepamos si el próximo president es Artur Mas o si repite José Montilla, salvo sorpresa. Pese a que faltan tres semanas para la contienda ya hay mucho que comentar, porque la frontera entre la precampaña y la campaña sólo la marcan ahora los carteles electorales que empapelan las calles.

Montilla y Mas se están comportando como dos clones opuestos: llevan semanas peleándose por la chorrada de si hacen uno o dos cara a cara televisivos y si son en catalán o en castellano. Al final, acabarán haciéndolo en catañol y en la intimidad, como decía Aquel. Ejercitan la política del ping-pong sin raquetas. Después, que nadie se extrañe si la Generalitat se gasta dinero para incitar a la participación. Y es que el divorcio entre políticos y ciudadanos ya no lo salva ni Perry Mason.

Montilla despidió la lMontilla, visto como superhéroeegislatura pidiendo a sus escuderos del tripartit que «treguessin pit» (por favor, no traducir como «sacaran el pito», sino como «sacaran pecho») por la obra de govern, pero a ERC ya le envió el recado de que nada de referéndums independentistas para volver a pactar, que es como decirle a un niño que no coma caramelos. Tanto es así que el líder socialista ya se ha apresurado a dejar claro que ya no quiere ni a ERC ni a ICV de compañeros de viaje. No quiere dudas y, además, esto del tripartito no deja de ser para él una herencia de Pasqual Maragall. Quiere hacer la travesía él solo, pero la incógnita es saber si el día después del 28N la hará a bordo del Queen Mery o del Titanic. A Montilla, se están esforzando en darle apariencia de tipo cachondo e, incluso, cachillas, dibujándolo como un superhéroe y con un vídeo sobre La vida de Monti, a lo Monty Phyton. Pero, en realidad, va camino del Doctor Jekyll y Mister Hyde, por aquello de que lleva en la misma mochila a Corbacho y a Tura, para intentar contentar a españolistas y catalanistas, ahora que el PSC ya pinta menos en ZPlandia. Pero incluso ICV ha enseñado más la senyera hasta ahora que ellos.

A Mas, los sociatas lo muestran como el de siempre, con otra película de los Estudios Collboni, Artur Mas de lo Mismo. No hacía falta, una de las grandes apuestas del líder de CiU es conseguir el concierto económico, que tienen los vascos desde… ¿hace cuántos años ya? Así las cosas, el PP ha acaparado el discurso sobre inmigración y Ciutadans, dispuesto a dar hostias a los que auguran su desaparición, tiene al Yoyas de simpatizante y se ha apuntado a la moda de los cortos, rebelándose en pelotas.

Quien no sabemos si se volverá a bajar los pantalones, como en el aeropuerto, es Laporta (su ex friend Rosell no se ha solidarizado con él con esto de los números grana del Barça). Y Carretero ya veremos cuántos votos reagrupa. Entonces, ¿cuál sería el cambio para Catalunya? ¿La CORI del Elvis Presley de Reus y Carmen de Mairena?  ¿O Pere, el hámster que una web promociona for president? Lo dicho, bienvinguts, que esto no ha hecho más que empezar.