Soy uno de los miles de nacimientos que se produjeron en 1974, durante el boom de natalidad que hubo a las puertas de la democracia. Quizás por eso, para celebrar que se acababa la dictadura, mis padres decidieron tener familia numerosa. He escogido el nombre de “La urna” para bautizar este blog de las elecciones catalanas, porque este recipiente puede contener todo lo bueno y todo lo malo de cualquier cita electoral. También, porque yo soy bilingüe (incluso más lingüe, cuando chapurreo el inglés, el alemán o el árabe disfrazado de guiri) y “urna” es una palabra que se escribe igual en catalán y en castellano. Soy periodista y sólo tengo un maestro confesable: Gustavo, el reportero más dicharachero de Barrio Sésamo. ¿A quién votaría él?