Como ya sabréis en las últimas dos semanas se han casado muchas de nuestras famosas favoritas. ¡Parece que se han puesto de acuerdo! Quiero hacer un ranking de las mejores y peores vestidas de entre todas ellas. La actriz Esmeralda Moya, las presentadoras Patricia Conde y Raquel Sánchez Silva, o la colaboradora televisiva Tamara Gorro son algunas de ellas.
En el puesto número uno tenemos a Patricia Conde. No dudé nunca que acertaría porque nunca suele defraudarnos. La presentadora eligió un vestido muy sencillo en tonos dorados con manga corta. Las fotos no se han hecho públicas porque firmó exclusiva con la revista Hola. Podéis verlas también en su blog. Las lentejuelas fue el único exceso que se permitió pero estaba totalmente justificado. El pelo suelto y unos diamantes fueron los únicos complementos por los que se decantó. Me recuerda al que lució Blanca Suárez en la gala de los Goya. En mi opinión es una de las novias más elegantes que he visto en mucho tiempo y sobre todo teniendo en cuenta las que os relato a continuación.
En la segunda posición, y muy igualada a Patricia Conde, está Astrid Klisans, la ya mujer de Carlos Baute. ¡Espectacular! A mí me ha dejado con la boca abierta. Elegante, sencilla, fina y sin dar sensación de ir disfrazada. En este caso el vestido era de Pronovias y el diseño ha sido el correcto, el que más la favorecía. Un vestido palabra de honor en encaje con mangas transparentes que salían del mismo pecho. Se le nota que es de buena familia. ¡Un diez!
La tercera posición es para Esmeralda Moya. Ella no nos ha hecho esperar a las revistas y ha cedido todas las fotos a través de su cuenta personal de Twitter. Nos pilló por sorpresa a todos pero hemos podido acceder al material para comentar. Ella es bellísima y era complicado que no estuviese favorecida aunque a mí ese vestido de Rosa Clará me parece un poco insípido. Palabra de honor con lazo estrecho a la cintura y falda de volantes. No le veo el chiste y me parece un poco visto. Sí tengo que decir a su favor que el recogido y el velo le favorecían muchísimo, sin restar un ápice de naturalidad y juventud a la joven.
Y llegamos a la cuarta. Ella es Raquel Sánchez Silva y su traje ha sido diseñado, como no podía ser de otra manera, por su íntimo amigo Ion Fiz. La falda de encaje estaba confeccionada con una antigua colcha de su abuela que tenía más de cien años. Por eso mismo tenía cuatro picos. La idea es maravillosa al igual que el cuerpo con un solo tirante ceñido. Es trabajo de sastre y eso Fiz sabe hacerlo a las mil maravillas, pero no me preguntes por qué pero no estaba guapa como suele estarlo. Yo creo que tiene mucho que ver el color de pelo indeterminado que le ha dado por ponerse. Ella desborda simpatía y es bellísima pero no consiguió lo que pretendía.
En el último lugar y muy alejada de las cuatro anteriores se encuentra Tamara Gorro. Lo único que puedo decir es ¿por qué? La colaboradora de Telecinco eligió un vestido de encaje entalladísimo palabra de honor. Por si no fuera poco, se puso una toquilla de la misma tela que le tapaba los hombros. Además, un moño muy estirado hacia atrás con un tocado de fantasía. ¿Lo entienden ustedes? Y el maquillaje me pareció excesivo para una novia y más si decides que el novio va a ir de blanco reluciente de arriba abajo (atentos a los zapatos). En mi opinión en un ejemplo claro de lo que no debe ponerse una novia. Van disfrazados y esa es la peor sensación que pueden dar unos novios. Un consejo de amiga: menos es siempre más.