Si con una palabra pudiera resumir la alfombra de esta edición de los Oscar, esa palabra sería aburrida. Por primera vez en muchos años, que yo recuerde, las actrices de Hollywood han estado de lo más sosas y desacertadas. Dentro de las mejor vestidas podemos hablar de corrección, pero en ningún momento de espectacularidad.
Yo salvaría de la quema a cinco actrices. En primer lugar la nominada Emma Stone, que se vino sin Oscar debajo del brazo pero fue sin duda la más elegante y sorprendente de la noche con ese vestido verde de lentejuelas de Elie Saab. ¡De lo mejor!
La segunda elegida por una servidora es la nueva estrella de Hollywood, Dakota Johnson, con un sencillo vestido rojo de Saint Laurent. Dakota fue acompañada de su madre, nuestra queridísima Melanie Griffith, de negro riguroso y muy favorecida también.
Otra joya y también de negro fue la elección de Cate Blanchett. ¡Qué señora! La actriz posó con un discreto diseño de Martin Margiela que la hacía brillar pese a lo sobrio del diseño. ¡Increíble!
Salvo también a la estilosísima Lupita Nyongó con ese sencillo vestido estrecho obra de Calvin Klein Collection. El blanco es una apuesta segura con su color de piel. El momento tirante metido hacia dentro no me hizo mucha gracia, pero el conjunto era correcto.
Correcta y favorecida pueden ser los adjetivos que se merece Margot Robbie con ese Saint Laurent. La firma consiguió tener dos de sus diseños entre las mejor vestidas.
Lo más difícil ha sido elegir a las cinco peores. Digo difícil porque había donde escoger. Finalmente me quedo con la metida de pata de Nicole Kidman con su Louis Vuitton. Además de lo soso del diseño, se le suma que el amarillo no es el color que más favorezca a la actriz. Y si además le sumamos el cinturón rojo…
¡Horror! Eligió los mismos colores de la bandera de España. Como Sonia Monroy, que se hizo una foto un día antes en el teatro para que todos pensáramos que había sido invitada a la gala. ¡Bravo Sonia porque nos alegraste la noche con esa bandera anudada a la cintura!
Scarlett Johansson tampoco consiguió aprobar y aquí la tenemos entre las cinco peores. Ese ajustadísimo vestido de Atelier Versace la hacía ordinaria y poco elegante. Ese tremendo collar en mismo color no hizo más que desafinarla aun más. ¡Un despropósito absoluto!
Algo parecido a lo que le ocurrió a Scarlett le pasó a Jessica Chastain. La actriz eligió un ajustadísimo diseño de Givenchy que resultó pretencioso y poco elegante. Ese escote en pedrería y esa raja… ¡Sin palabras! Era como de mercadillo de feria.
Y la que más me sorprende en esta lista es Keira Knightley. La actriz nunca había pisado, ni rozado la lista de las peor vestidas. De hecho siempre ha sido un referente. Pues bien, en esta ocasión ha suspendido. Más sorprendente aún es suspender con un Valentino, pero así ha sido. Su embarazo es cierto que la limita bastante a la hora de elegir vestido, pero este diseño romántico chic no consiguió convencer a nadie.
El último suspenso de la noche se lo doy a Patricia Arquette, ganadora del Oscar. Un clásico Black and White de Rosetta Getty que la hacía mucho más mayor y que no la dejó brillar como debía en la que fue su gran noche. La siguiente será tu oportunidad, querida.
* FOTOS: EFE y GTRES