¡Que alegría! ¡Que gozada! Por fin Ricky Rubio ha vuelto ha jugar. Tres meses después de su misteriosa lesión en la muñeca derecha, el base de la Penya se vistió de corto para disfrutar unos minutos en la gran victoria del DKV en la Euroliga (65-86). La Penya sigue con opciones de meterse en el Top 16 con tres derrotas y tres victorias.
Ricky Rubio apenas jugó tres minutos. Solo con verlo en el calentamiento ya tenía cosquillas en el estómago. El mejor regalo para él y sus simpatizantes. ¡Carol, que maravilla! Como si Papá Noel nos hubiera anticipado uno de los obsequios de Nochebuena. Ha sido demasiado tiempo sin él.
A los pocos minutos del segundo período, Sito Alonso, que ayer cumplía 33 años, puso en pista a Ricky Rubio, que en su primera acción robó un balón y dio un pase de espaldas a Bogdanovic para que el serbio culminara la acción con un mate.
Buen rollo para La Penya
Más allá de los números -dos asistencias, un balón recuperado y un rebote- la vuelta de Ricky tiene un valor intangible. Para él mismo, que tenía ansiedad por participar y ayudar a sus compañeros. Y para el equipo. El regreso de una pieza clave genera alivio, elimina tensiones y crea buen rollo. El DKV lo va a notar, y mucho, para bien.
El domingo será el gran recibimiento en casa. Como se merece Ricky. Y en un gran partido en Badalona, contra la gran revelación de la ACB: el Kalise.
Por cierto, ayer también debutó otro joven de la cantera, Josep Franch, de 17 años. Tuvo que hacer campana (pellas) en clase, en los Maristas, para poder jugar. Anotó dos puntos. Apúntense este nombre.
Participó en los pasados Juegos Olímpicos de Pekín. 
