Soy una enamorada de Ricky Rubio y siempre le voy a desear lo mejor. Ahora, que está muy avanzada su toma de decisión sobre su inclusión en el draft para la próxima temporada, que se celebrará en el mes de junio, le aconsejaría muy humildemente que no vaya aún a la NBA. Debe mejorar, madurar y esperar.
Un fuera de serie
Ninguna duda me cabe sobre sus méritos y su capacidad. Desde hace cuatro años, hablo a todo el mundo (muchos ni lo conocían) que era y es un fuera de serie. Un jugador especial. Brillante, excepcional, llamado a hacer grandiosas cosas en el baloncesto. Quizá una estrella, incluso en América. Es también un chico con una cabeza muy bien amueblada. Humilde, natural, respetuoso. Sabe bien lo que quiere. Maravilloso dentro y fuera de la pista.
Más experiencias deportivas y personales
Lo mejor de él está por llegar. Por eso, creo que debería completar su formación antes de dar el salto. Perfeccionarse aquí para triunfar allí. Ir a la NBA no siendo aún un aprendiz, aunque muy aventajado. Tiene que mejorar el tiro, sin ninguna discusión. Completar su desarrollo físico y fortalecer los músculos y su mente. Necesita más experiencias deportivas y personales para enfrentarse a un nuevo mundo. ¡Acaba de cumplir 18 años!
No es lo mismo destacar en categorías inferiores siendo un fenómeno y codearse con la elite en una rápida transición, caso de futbolistas como Raúl o Messi, que cambiar de país, de costumbres, de escenario, dejar los referentes vitales, alejarse de los amigos, de la familia, mudarse de casa…Todo eso implica un cambio radical de vida.
Creo que el mejor ejemplo lo tiene Ricky en su amigo Rudy Fernández. Esperó al momento justo. Con mucha camino por hacer, con gran margen para progresar, pero siendo un valor seguro, con garantías, con solidez. Una persona y un jugador más curtido.
¿Una gran oportunidad?
Se habla mucho de que ahora es una gran oportunidad. De que si es elegido para el draft en una de las 3 primeras posiciones, sería posible que se marchara, como declaró su padre, Esteve Rubio, a tubasket.com. Los números le saldrían. Con un sueldo garantizado de 6,8 millones de euros durante dos temporadas y otra campaña opcional por 3,8 millones podría costearse los 6 millones de euros de rescisión del DKV sin problemas.
Elegirá lo mejor
Pero los números no deberían marcar la decisión. Estoy convencida de que no será así. Como dice su padre, “Ricky es un privilegiado por la cabeza que tiene. Nos escucha a todos, y luego decidirá”. Elegirá bien. Seguro. Nadie mejor que el propio Ricky Rubio para saber lo que quiere hacer y cuando.