Menuda Rickymanía

Los niños están como locos con Ricky Rubio. La Rickimanía ha estallado en Badalona. Y de qué manera. Menuda Rickimanía.

Ayer estuve viendo el DKV contra Unicaja en la grada donde La Penya invita a niños y niñas de los colegios. Sus acompañantes mayores pagan 10 euros.

Eso fue la locura. La chiquillería, entre 7 y 15 años, andaba alucinada con el 9 del Joventut. Algunos de los más pequeños no lo distinguían desde esa posición alejada del pabellón. ¿Quién es? ¿Quién es Ricky? preguntaban sin parar. “Mira es ése”contestaba otro. “Nooooooo. Ése es Jasaitis. Ricky es el nueve. Ahora no está en pista”, les aclaraba un papá.

Y Rubio salió a calentar. “Ricky, Ricky, Ricky” gritaban todos a una. Lo bueno es que aún faltaba una hora para que empezara el partido. Las chicas ya adolescentes lo vitoreaban. “Guapo, guapo”. Algunas se atrevían con más. “Que bueno estás”. Otros preguntaban porque llevaba una pulsera blanca en la mano derecha. Hubo que aclararles que era un vendaje porque había estado lesionado y lo habían operado.

Hasta que arrancó el choque estuvimos entretenidos con rondas de mates, tiros y música de alto voltaje.

El partido empezó frío. Ricky, en el banquillo. Cuando salió, ovación infantil. Rubio no estaba acertado. Un niño le reclamó “A ver si haces bien la siesta”. Pudo ser el revulsivo. Ricky metió un triple, que acercaba al DKV a Unicaja. Desde ahí, hasta el final apoyo incondicional. Ricky completó un muy buen partido. A cada robo de balón, el correspondiente “Biennnnn, biennnnnn, dale dale” de la menuda afición. Más clamor con la asistencias acrobáticas a Jagla, Moiso… Y exclamaban ¡ohhhhhh! cuando fallaba algún tiro libre.

Los chicos y chicas se lo pasaron en grande, hasta bien entrado el último cuarto, cuando Unicaja dejó claro que iba a vencer (70-79, al final). Les dolía que su Ricky perdiera. Hubo que explicarles que el deporte es así. A veces se pierde y a veces se gana. Que lo importante a esas tempranas edades es divertirse. Los niños y niñas disfrutaron de verdad.

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