El cliente que ahora viaja en mi taxi aún no sabe que hoy llevo puesto un conjunto de ropa interior femenina. En concreto, un cullotte brasileño de encaje rojo y un sostén también de encaje pero sin relleno, bajo la camisa y el jersey, no se nota. Lo compré el otro día en unos grandes almacenes (le pedí a la dependienta un regalo de aniversario sexy para mi novia; huelga decir que no tengo novia, ni nada que celebrar).
En realidad estoy escribiendo un relato protagonizado por una mujer, en primera persona, y quería meterme en su piel sin levantar sospechas. La idea era mimetizarme con el personaje, embutido en su ropa interior, mientras conduzco mi taxi por las calles de Madrid. Ser otro por dentro sin que se note por fuera (cual anuncio de yogour con Bifidus, pero a la inversa).
Tal vez, si el cliente advirtiera en un descuido la tira de mi sostén, o el filo del encaje por fuera del pantalón, cambiaría por completo su concepto de mí. O tal vez él también tenga por costumbre usar ropa interior femenina y ahora mismo la lleve sin que yo lo sepa. O tal vez todos la usemos (y ellas la nuestra), jugando en secreto a llevar otra vida oculta bajo la ropa. Desde el concejal de urbanismo hasta la matrona. O el juez, o su esposa. Ojalá.
Danielín jomíoooo qué cosinas más raras haces. No me gustan a mí los gachós en sostén y culote. A mi me gustan con su calzoncillo de pata y con un poco de arte oyesss! Y desnudines como a Medea jejejeje algunos estan desnudos mejor que vestidos jamíaaaa ay lo que esconden!!!!
Lo de ponerme un calzoncillo no me hace a mí mucho aquel, lo de la camisa que nos cuenta ana…y caminar descalza por la casa también lo hice yo…
Marisinaaaaaa todavía estás con las croquetasssss!
No le llames cursi a lqa valencianica que viene Lobo y te regaña jejejejeje
Loboooooooo la ropa interior volando por los aires jomíoooooooo qué bestia eres!!!!! 🙂
14 marzo 2011 | 19:16
Pues yo me los puse y me sentí hombre. No estaba femenina. No me gustó.
14 marzo 2011 | 20:03
Yo utilizo boxers de tela para estar en casa y para dormir con ellos en verano.
Algún hombre de la familia los compró, le resultaron incómodos bajo el pantalón y me los ofreció (tengo fama de aprovecharlo todo ).
Eso si, no hay ningún trasfondo.Sólo comodidad.
14 marzo 2011 | 20:06
Yo veo o me entero, que mi machucambo se pone (o ha puesto) ropa interior femenina y lo dejo de volado, yo quiero un macho, no un nenas que juegue a las muñecas, para eso ya estoy yo.
Otra cosa es disfrazaros de tia en carnaval que es un disfraz muy recurrente en los tíos (por el nenazas que llevan algunos dentro???)
Cada vez entiendo menos a los hombres!!!
14 marzo 2011 | 20:20
Cuando empiezas el relato dices que el cliente que va en tu taxi «aún» no sabe que llevas ropa interior femenina.
1.- ¿Es que se lo ibas a decir para ver su reacción?.
Nos dices que a la dependienta le comunicas que es un regalo para tu novia, y nos aclaras que «no tienes».
2.- ¿Es que lo tuyo con la tal Paula se ha acabado y no nos lo has contado?.
Parece que lo que quieres es escribir un relato con la protagonista, «una mujer», que eres tú.
3.- ¿No sería mejor que tratases de escribirlo en tercera persona, en lugar de en primera?.
Si uno quiere escribir sobre asesinatos
4.- ¿Hay que asesinar a alguien?, o ¿Hay que convertirse en el investigador?.
Creo que más bien lo que has pretendido es saber lo qué ocurriría si el pasajero se entera de tu conjuto rojo femenino.
No le demos más vueltas.
Nunca me he puesto calzoncillos de mi marido, lo de la camisa , camiseta o niki de verano, sí.
Ahora que, como hace tiempos dije en un post parecido a éste en el que se cuestionaba sobre la ropa interior femenina puesta por el hombre, la libertad sexual por encima de todo. Pero permitidme la carcajada al imaginarme a mi marido de esa guisa.
Elyyyyy, que ya está bien, el del norte ya me regañóooo lo suyo, y la valencianica con cierto retintín me lo recuerda ayer . Eso, que no se me olvide, aunque no tenga que ver para nada con una cierta vendetta jajajajajjjjjj
14 marzo 2011 | 20:48
No me resisto, había decidido daros un descanso de mi mareante revoloteo (pos sí, a veces me pongo un poco pesá, ¿qué queréis?) pero es que, trasteando por ahí, me he tropezado con esta frase, inquietantemente premonitoria, de mi Clarita (Campoamor, claro) a ver si así dejáis de hablar de guarreridas. La cosa tié miga:
«La victoria total, completa, aplastante de un bando sobre el otro, cargará al vencedor con la responsabilidad de todos los errores cometidos y proporcionará al vencido la base de la futura propaganda, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras»
¡Hala, ahí queda eso!
14 marzo 2011 | 21:15
Pues yo, cuando me pongo ropa interior de mujer ( la mayoría de los lunes, que libro) me entran unas ganas de irme por la noche a Rubén Darío con Almagro, que te cagas!!
14 marzo 2011 | 21:25
Todavia no tuve la oportunidad de lucir un calzoncillo o…aunque no lo descarto.
Tu narración me recordó un fragmento de Bellamy la última pelicula de Chabrol;
[[Supone que tienes una doble vida;
_¿Si tuvieras una doble vida como la manejarías?
_Si te contara no sería una doble vida.]]
A favor de la metamorfosis, Simpulso, despues de todo, dicen que todos llevamos dentro al yin y al yang.
Saludos!!!!!!!!
14 marzo 2011 | 21:30
Cuando en 1.951 quiso volver a España, Clara Campoamor se encontró otro problema: era masona de la logia Reivindicación. El régimen de Franco propuso, al igual que con otros masones, elegir entre dos opciones: dar los nombres de los masones que conocía, o pasar 12 años en la cárcel. Dijo que ser masona era un delito legalísimo cuando ingresó en la masonería. Eligió, otra vez, el ostracismo, el destierro y el olvido.
14 marzo 2011 | 22:22
… de contar que cuando era cani me tenían que enseñar fotos para que comiera y yo echaba toda la comida encima. No he cambiado. A ver si a ti te ponian braguitas y de ahí tu afición.
14 marzo 2011 | 22:39
He cambiado, perdón. que puede que a ti te pusieran braguitas y no has cambiado. A algo hay que echarle la culpa.
14 marzo 2011 | 22:42