José Ángel Esteban. Señales de los rincones de la cultura. Y, por supuesto, hechos reales.

Lisboa

Sobre siete colinas, que son otros tantos puntos de observación desde donde se pueden disfrutar magníficos panoramas, se extiende la vasta, irregular y multicolorida aglomeración de casas que constituye Lisboa.

Así empieza una pequeña guía que Fernando Pessoa escribió en 1925 sobre su ciudad. Apareció, al parecer, entre viejos papeles y fue publicado, por primera vez, en 1992. No conforme con que su ciudad y sus aromas, y sus ausencias, estén presente de una u otra forma en sus palabras y en las de todos los que fueron él, quiso escribir una guía, para colocar a Lisboa y a su país en el lugar que se merece. Me la han regalado justo antes de irnos de viaje, después de haberlo encontrado, de causalidad, en una librería que siempre nos ayuda.

En el Libro del Desasosiego, Pessoa, escribe:

En ciertos momentos muy claros de la meditación, como aquellos en que, al principio de la tarde, vago observador por las calles, cada persona me trae una noticia, cada casa me ofrece una novedad, cada letrero contiene un aviso para mí. Mi paseo callado es una conversación continua, y todos nosotros, hombres, casas, piedras, letreros y cielo, somos una gran multitud amiga, que se codea con palabras en la gran procesión del Destino.

Exacto, eso es una ciudad: una conversación. A ver que nos contamos.

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1 comentario

  1. Dice ser Sarasate

    Yo también siento eso que dice Pessoa. Sólo que él, además de sentirlo, supo describirlo.

    04 abril 2007 | 11:26

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