José Ángel Esteban. Señales de los rincones de la cultura. Y, por supuesto, hechos reales.

De calle

Merodeando acabé en Cibeles, cumplí mi parte y terminé de putas. Tenía en la agenda una cita laboral importante, algo que tal vez podría cambiar mi vida a la vuelta de la esquina. Llegué temprano, con minutos suficientes para dar un par de paseos y ordenar la cabeza. Ví el cartel y decidí sin saber lo que podía encontrar que la exposición que se anunciaba podía servirme para serenar las neuronas y acertar mientras me perdía en el fondo de las fotografías que se colgaban con las palabras pertinentes que luego debía pronunciar. Pero justo cuando cruzaba la verja para entrar en el Palacio me descubrió mi interlocutor, el hombre con el que tenía que hablar de trabajo. También había llegado temprano. Hablamos diez minutos más. Hice lo que tenía que hacer, me ofrecí. Hacía muchos años, todos, que no lo hacía con tanta transparencia. No mentí. No lo hice. Me despedí. Ya sólo tenía que esperar. Le vi marchar y antes de volver a casa me encontré otra vez con el cartel y de nuevo cruce la verja. Dentro había cincuenta fotografías tomadas en el Barrio de la Merced, en el viejo centro del Méjico DF. Retratos íntimos de prostitutas, cercanos, descarnados, con la piel gastada mostrada sin tapujos, reales, verdaderos, inquietantes.

La firma es de Maya Goded , estan en la Casa de América, en Madrid, y las fotos surgieron después de que ella enfocara durante mucho tiempo sin cámara la vida secreta que existe de espaldas al Palacio Nacional. Las fotografías son excelentes porque no llegan con una carga de sentencia, no hay fronteras entre lo que se ve y lo que se mira, son un registro. Antes de tomarlas Maya Goded esperó semanas hasta escoger una de las mujeres, la de aspecto más maternal, a la que por fin se atrevió a llamar para pedirle que posara. “La mujer que elegí –que cubría su vientre con un voluminosos mandil– me condujo al cuarto, dejando atrás a la mujer maternal y transformándose en una puta.” Fue el servicio, el pago, lo que la transformó y desde esa constatación Maya Goded, que tiene el perfil de la agencia Magnum, estiró su cámara durante cinco años para investigar en las “raíces de la desigualdad, la transgresión, el cuerpo, el sexo, la virginidad, la maternidad, la infancia, la vejez, el deseo y nuestras creencias, amor y desamor”. Algo de todo eso está en cada una de esas fotos.

Subí Gran Vía, pasé por Ballesta. No llevaba cámara. Volví a casa. Espero a que me llamen.

6 comentarios

  1. Dice ser Personal 151076

    Las mejores fotografías son las que se toman desde las experiencias vividas, esas fotos que cuando las tomamos no estamos tomando lo que vemos sino lo que sentimos en ese preciso instante…el sentimiento que pretendemos inmortalizar al tomar la foto, es el sentimiento que tenemos en ese mismo instante…más que la viva imagen que vemos….de ahi las mejores fotos…besos desde http://personal151076.blogspot.com

    10 enero 2007 | 8:29

  2. Dice ser lui

    Yo también te vi, en el lugar oportuno. Te vi.

    11 enero 2007 | 12:28

  3. Dice ser Runa

    jissssssssss. Es la palabra. Ya espera en plaza alguno de los habituales plasta, frente a la calle de la madera, junto a cafetín de rudo.

    11 enero 2007 | 12:30

  4. Dice ser pelegrín

    No vi a runa, sólo miseria. Tuve miedo y me fui. ¿quedamos el viernes en Low?

    11 enero 2007 | 12:31

  5. Dice ser pisca

    En Low vi a Néstor. Me intimidó mucho. ¿Para cuándo un viajecito?

    11 enero 2007 | 12:32

  6. Dice ser Rico

    Desde una ventana yo os vi, Nestor, Lui, Runa, Pelegrín,a todos. Y no supe escoger.

    11 enero 2007 | 22:18

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