El fichaje de Cesc Fábregas por el Barça está en punto muerto. El Arsenal se resiste a dejar marchar a su capitán y los azulgrana no quieren pagar más de 40-45 millones de euros. Mientras, el medio catalán intenta mantenerse al margen, pese a haber manifestado públicamente su intención de regresar al Camp Nou.

Pero el Barcelona ya tiene en su agenda señalado al sustituto de Cesc en el caso de que se frustrara su fichaje. El futbolista en cuestión es otro producto de La Masía: Mikel Arteta. El vasco, que ahora milita en el Everton, encaja perfectamente en el perfil que busca Guardiola y conoce el club azulgrana, donde se formó en sus categorías inferiores. Además, Wenger también ha pensado en él como posible recambio de Cesc. Su precio sería de unos 15 millones de euros, cantidad que el equipo inglés pidió al Sevilla hace unas semanas por su traspaso. La llegada de Arteta también permitiría al Barcelona realizar una incorporación más, ya que dispondría aún de unos 30 millones para gastar.