En Mississippi, el estado norteamericano con mayor tasa de obesidad, se está haciendo lo imposible para evitar que las administraciones locales puedan regular a golpe de prohibición el tamaño de las raciones de alimentos a la venta por desproporcionadas que estas sean.
Me imagino que recordarás (puedes ver este enlace) que la ciudad de Nueva York aprobó en septiembre pasado una ley por la que se prohibía la comercialización en determinadas circunstancias de aquellos refrescos especialmente grandes. Pues bien, el estado de Mississippi en una especie de “cuando veas las barbas de tu vecino recortar…” se ha propuesto establecer un marco legislativo que impida a las administraciones de salud de las localidades de su estado regular estas cuestiones hasta tales extremos.
El caso es que a día de hoy el ejemplo de lo que sucede en la ciudad de Nueva York con respecto a sus normas de salud es observado con cierto temor por una buena parte de estadounidenses. Y a las pruebas se remiten; resulta que después de aprobarse muchas de ellas en Nueva York, estas han terminado implantándose a escala nacional en base a la Patient Protection and Affordable Care Act (Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible) aprobada por Obama en 2.010.
Resulta bastante significativo el que sea precisamente el estado con mayores tasas de obesidad de los Estados Unidos el que pretenda establecer las bases legales para oponerse a tales medidas. En la actualidad y según datos oficiales, el porcentaje de población obesa en Mississippi es del 34,9% (solo obesidad, sin contar sobrepeso).
A pesar de la buena disposición que suelen tener los estadounidenses con respecto a la intervención del estado en las cuestiones de salud que afectan a la población parece que todo tiene un límite. De momento se trata de una proposición de ley que está por ver si se aprueba o no. Puedes consultarla en este enlace.
——————–
Foto: Leif (Bryne)
Madre mía, como pueden permitir estas cosas teniendo el problema que tienen….
http://www.parafashionyo.com
04 abril 2013 | 10:34
Es absurda esa prohibición cuando en los restaurante de comida rápida puedes rellenar el vaso cuantas veces quieras por el mismo precio. Por otro lado, un obeso no es obeso porque beba muchos refrescos, que ayudan, sino porque se ha acostumbrado a tragar mas de lo que necesita su cuerpo, además lo que traga suelen ser productos especialmente azucarados y de restaurantes de comida rápida o precocinados. El problema son los HÁBITOS.
Prefiero tener libertad para decidir que como o no, a que el estado empiece a ser un controlador.
04 abril 2013 | 11:56
@Apolo_punk: ¡Sí! Si un estado considera que la obesidad es un problema, debería empezar por educar a la gente, que no sabemos en general nada sobre alimentación y menos en Estados Unidos, donde un plato de espagueti con salsa boloñesa se considera dietético… También es cierto los mismos lobbies de alimentación que susurran en las orejas de legisladores palabras para no regular la comida, les dicen que no haya educación en nutrición. Hay muchos intereses creados pero, en general, la gente es muy cómoda: es más fácil culpar al refresco con azúcar (como si fuera la única causa de obesidad en el planeta…) que culparse a uno mismo por no controlar los impulsos de comer como ballenas. Ya luego demandaré a Coca Cola porque es la culpable de que sea gordo como una morsa…
04 abril 2013 | 12:11
No entiendo como no son conscientes del daño que ese tipo de comida les está haciendo. Especialmente a los niños.
http://areaestudiantis.com/
04 abril 2013 | 12:16
Recuerdo que estando en Washington nos pilló por sorpresa el cierre de los restaurantes el primer día (allí a las nueve de la noche está todo cerrado), así que no nos quedó más remedio que cenar en un restaurante 24 horas de una archiconocida cadena de comida rápida. Pues bien, en una mesa cercana había una pareja, ambos con evidente sobrepeso, dando de comer patatas fritas y nuggets de pollo a un niño que debía tener en torno a un año. Me dieron escalofríos…
04 abril 2013 | 12:23
Es lógico, nadie querrá perder esas lorzas que tanto les ha costado ganar…
04 abril 2013 | 12:48
Es una simple guerra de intereses; primero fueron a por las tabacaleras y ahora les a tocado el turno a los refrescos azucarados.
¿ alguien apuesta quienes seran los proximos ?
04 abril 2013 | 13:48
Me parece bien, siempre sera mas eficaz una buena educacion y concienciacion, que la mera prohibicion.
04 abril 2013 | 13:48
Querrán practicar «lucha sumo».
04 abril 2013 | 14:10
Por cierto que bueno ese montaje que hay en tu blog de un luchador de sumo amenazando con abalanzarse a devorar una hamburguesa ¿es obra tuya Juan Revenga?
04 abril 2013 | 14:15
Aletheia; pues yo aquí en España, sin tener que irme a usa, ya e visto en restaurantes de comida rápida madre y padres comiendo con sus hijos de corta edad
No siempre es en usa, que manía, y habría que ver la obesidad que se esta dando aquí en España sobre todo en menores, de escándalo, ya no «solo pasa en usa».
La cosa no es el comer, bueno, no solo el comer, si no también el hacer ejercicio, comete un cocido, o una hamburguesa, pero luego muevete. El problema es el sedentarismo.
04 abril 2013 | 14:57
¿Y por qué narices tienen que prohibir esas bebidas? Si la gente es gilipollas, no se soluciona prohibiendo, sino educando.
04 abril 2013 | 15:39
Hola «Sicoloco del casting de Foolyou»
Lo cierto es que el montaje del sumo y la hamburguesa no es de mi cosecha pero sí una elección que hice entre diversas opciones que se me ofrecieron.
Saludos cordiales
04 abril 2013 | 15:56
En vez de decir tanta tontería lo que tienen que hacer es fomentar hábitos saludables de alimentación y también fomentar la práctica regular del deporte. Si prohíben refrescos XXL se tomarán 2 normales, un poco de coherencia por favor.
04 abril 2013 | 16:01
¿No es Springfield? Pues vaya…
04 abril 2013 | 23:01