El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Balón intragástrico para adelgazar: al principio sí, pero al final no

Supongo que la mayor parte de vosotros ya conocerá lo que se conoce como “balón intragástrico” referido a aquella técnica que se emplea para adelgazar. Se trata de introducir un objeto, en este caso el consabido balón de silicona (aunque en realidad por su tamaño podríamos hablar más bien de “pelota) en el estómago. De esta forma, obtenemos un espacio constantemente reducido en el estómago de modo que: 1º se limita la cantidad de alimentos que se pueden ingerir y que van a ir a parar al estómago y, 2º se consigue una sensación de saciedad más temprana con menos comida. En resumen se come menos y por tanto se adelgaza. Este es el mecanismo, simple.

Por lo general, hoy en día, tanto la implantación del balón como su retirada no requiere de cirugía mayor, ni de anestesia general, se realiza bajo sedación. Se mete deshinchado, se hincha una vez emplazado, pasado un tiempo (sobre los 6-7 meses) se deshincha, y se saca. Puedes ver un esquema del procedimiento en este vídeo.

Como ves, se trata de una técnica de quita y pon. Mientras está implantado el paciente come menos y, al mismo tiempo y según la teoría, el paciente “aprende” a comer de forma adecuada. Siempre que esté convenientemente asesorado, claro (aquí es donde debieran participar de forma indefectible los dietistas-nutricionistas)

Pero funciona o no funciona

Pasando por encima de sus pros y sus contras, que los tiene, lo más relevante es su eficacia (teniendo en cuenta que las cuestiones relativas a su seguridad suelen ser de menor importancia). Y la respuesta rápida es que al principio se consiguen importantes pérdidas de peso, pero… Sin embargo, a largo plazo, dos o más años por ejemplo, su eficacia es bastante escasa si comparamos esta intervención del balón intragástrico con cualquier otra denominada “tradicional” en el tratamiento de la obesidad grave.

Hay infinidad de estudios que valoran los resultados de esta técnica. Aquellos que observan una cantidad de tiempo suficiente, vienen a decir lo mismo, al principio sí, pero al final no. Que creo es de lo que se trata. Por ejemplo, esta revisión Cochrane de la literatura científica basada en la evidencia, concluye de forma bastante contundente:

Si se compara con el tratamiento convencional para la obesidad, no existe evidencia convincente de que el uso del balón intragástrico implique una mayor pérdida de peso.

Hay que decir que en el anterior estudio los resultados estaban referidos a largo plazo. Por eso, dado que se trata de una técnica temporal (se pone, y pasado un tiempo se quita) la clave radica en la motivación del paciente hacia el que habría de ser definitivo, cambio de hábitos alimenticios basados en una dieta bien organizada y un programa de modificación del comportamiento. Por eso, en este mismo artículo también se valora el precio de la técnica frente a su utilidad:

Precisamente por la escasa evidencia del beneficio adicional que puede aportar el uso del balón intragástrico en la pérdida de peso, se debe considerar su coste [muchas veces importante] frente a los programas de modificación del comportamiento alimentario.

Así pues, la clave del éxito señalada por la práctica totalidad de los estudios realizados a largo plazo consiste en la implicación del paciente desde el principio en el cambio de hábitos. Así lo señala este otro estudio 500 intragastric balloons: what happens 5 years thereafter? (¿Qué pasa cinco años después de haber implantado 500 balones intragástricos?)

El uso del balón intragástrico parece ser eficaz para perder peso y mantenerlo en largos períodos de tiempo, bajo la condición sine qua non de la implicación del paciente en el cambio del comportamiento alimentario desde el primer instante en el que comienza el tratamiento.

Es decir, lo difícil es lo de siempre, hacer lo que conviene sin ayuda externa, ya que cuando la ayuda es “interna” (cuando el balón está implantado) todo es más fácil de cumplir.

No sé, a mí en particular, y sin hacer de menos la ayuda puntual que puede suponer en unos (pocos) casos, y que habría que valorar en vez que usarlo de forma casi indiscriminada ante cualquier persona que lo solicite, esto del balón intragástrico siempre se me ha antojado una especie de “pan para hoy y hambre para mañana”… y sin dobles sentidos.

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8 comentarios

  1. Dice ser Silvia

    Pues yo opino igual que tu. Conozco varios casos y en todos ha ido bien al principio y mal después. Cuando pasa un tiempo vuelven a estar gorditos, no tanto como antes, pero vuelven a engordar y su calidad de vida es peor siempre con dietas http://goo.gl/3W7Wj3

    30 mayo 2014 | 11:13

  2. Dice ser Perez

    Estos son los que dicen que comer solo «los cien alimentos Dukan» ( ese que decian durante años que no era medico y luego triunfo pues lo tuvieron que echar del colegio medico, no pueden con el) es malisimo, pero te rajan y te ponen un balon gastrico, sera posible tanto cinismo y negocio a costa la salud?

    30 mayo 2014 | 11:18

  3. Dice ser Maleni

    Para ponerse el balón gástrico no hace falñta que te rajen, entra por la boca; en cuanto a los resultados estoy de cuerdo en que es pan para hoy y hambre para mañana, yo me lo puse y a los tres meses ya había engordado 5 kilos. Lo primero que hay que saber es el motivo por el que se engorda: malos hábitos alimenticios, poco ejercicio, problemas médicos… y luego poner la dieta adecuada a cada persona, según su problema. No hay más magia ni más misterior.

    30 mayo 2014 | 12:01

  4. Dice ser Mike Medianoche

    Yo tuve puesto el balón gástrico 8 meses en 2007. Pasé de 136 kilos a 98, con una voluntad férrea por mi parte, por supuesto. Desde entonces, he mantenido mi peso más o menos, rondando entre los 95 y 105 kilos de peso según la época, ya que me gusta comer y hay que controlar. No es un milagro, pero el balón, bajo mi experiencia, es una herramienta fantástica para adelgazar siempre que el doctor además enseñe al paciente cómo alimentarse y por qué debe elegir unos alimentos u otros más allá de decirle que siga un papel de manera estricta sin preguntarle por qué.

    30 mayo 2014 | 13:19

  5. Dice ser Patri

    El balón es una tomadura de pelo, mi tío se puso uno seis meses antes de casarse y perdió 30 kilos o así, pero el se privó a sí mismo de cervezas, leche condensada, batidos, helados, etc. los cuales entran perfectamente con el balón. Cuando éste se redujo mi tío recuperó todo lo anterior perdido y más. El balón cuesta unos 6000 euros, y no los vale!!!! pero claro ahí interviene la ley de la oferta y la demanda, a la gente le ha dado por el balón y el precio se ha disparado, sin embargo, LO QUE DE VERDAD VALE ES LA BANDA GÁSTRICA, esa que se ha puesto la sobrina de la Pantoja. LA BANDA ES PARA TODA LA VIDA, y cuesta 2000 euros (y y un poquito más ya dependiendo de la clínica, 2100 o así es lo más normal) Como la gente no la pide porque le da miedo someterse a a una anestesia general, que no una sedación como en el caso del balón, y que te hagan un agujerito en la panza para meterte por ahí la banda, pues no consigue los mismos adeptos. Pero al final, LOS BENEFICIOS DE LA BANDA SON PARA SIEMPRE, Y RENTABLES y los del balón no. Si vas a entrar en un quirófano igualmente, más vale entrar por una banda, que tampoco estamos hablando de una reducción de estómago, que por un balón que se acabará pinchando.

    30 mayo 2014 | 13:43

  6. Dice ser Lara

    Yo padecí sobrepeso y probé de todo. A cada uno le funcionan remedios distintos, y yo tuve suerte de encontrar el que funcionó para mí. Logré adelgazar 8kg en un mes… quien tenga el mismo problema y quiera ver mis fotos del antes y el después puede enviarme un correo a secretosdelara@gmail.com y con gusto le responderé contándole lo que me funcionó. Ojalá alguien me hubiera ayudado a encontrar una solución.. sé lo mal que se siente, así que quiero ayudar a quien padezca el mismo problema 🙂

    30 mayo 2014 | 19:25

  7. Dice ser Abraham

    A mi todo esto del balón intragástrico me parece un timo a toda regla.
    Porque si alguien se gasta un dineral para poder estar delgada/o,
    yo no qué ventaja tiene esto si cada dos años se ha de ir para que lo quiten
    e implantar otro nuevo porque ese ya perdió su eficacia.
    Para mí, la única solución más fiable sigue siendo la liposucción.

    31 mayo 2014 | 00:37

  8. Dice ser Josefa Cobos

    Es duro decirlo pero a veces los «médicos» y me refiero a aquellos que hicieron la carrera de medicina, pero no tienen el instinto de cuidar de sus pacientes como si de su familia se tratase, bueno, pues digo que «este tipo de médicos, tiene licencia para matar» por eso a pesar que saben que las personas que tienen problemas con la comida, lo tienen en su cabeza y en su corazón y no en el estómago, no para de inventar métodos y formas, muy rentables para ellos, de taponar la entrada de comida al estómago de estas personas.
    Ofrecer la posibilidad del balón gástrico y lo que es mas duro aun la cirugía bariátrica es decirle a la persona que tienes delante, «eres incapaz de aprender a comer» Puede que si mirasen menos su bolsillo y se llegara a una coordinación entre medico y dietistas-nutricionistas, todo saldría mejor y mas barato al paciente y al contribuyente en general.

    31 mayo 2014 | 14:04

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