El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Archivo de julio, 2013

Con un par: dimite más del 60% del Comité de Lactancia Materna a raíz de una campaña publicitaria

Lactancia materna

Hay cosas que le remueven las entrañas a uno. A cada cual lo suyo, eso es cierto, pero creo que los ejemplos palmarios sobre la integridad profesional (se cobre o no, más aun si es que sí) es una de ellas… y más aun cuando se tiene presente en la memoria la cotidiana y omnipresente carátula de la mayor parte de telediarios e informativos (a día de hoy, tristemente, parece que no hay que depender demasiado de la memoria sobre estos temas).

El caso que hoy os traigo es una cuestión de “dignidad… siempre dignidad” (dignity… always dignity es una frase mítica pronunciada por Gene Kelly al principio de la genial película “Cantando bajo la lluvia”, peli que recomiendo ver en familia en especial si tienes niños pequeños y/o te gustan los musicales del tipo “no plomazo”)

Bueno, manos a la obra, el caso que hoy os traigo es uno de esos, de los que se hacen buena la frase dignidad… siempre dignidad (son pocos pero haberlos haylos). Resulta que más del 60% de los miembros del Comité de Lactancia Materna pertenecientes a la Asociación Española de Pediatría (AEP) han decidido dimitir de su cargo cuando esta Asociación ha prestado su logo al avalar una publicidad de un producto sustitutivo de la lactancia materna de una conocidísima marca del sector alimentario. Una muestra de coherencia y valentía, una especie de “tú podrás hacer lo que quieras, pero no cuentes conmigo para ello”.

“El conflicto”

Por lo que sé (y que se me corrija en donde me equivoque)  en lo que llevamos de año el órgano de expresión científica de esta Asociación, la revista “Anales de Pediatría”, ha contratado en la contraportada de su versión editada, en todos sus números, el anuncio de una leche artificial destinada a los bebés nacidos por cesérea. En esta publicidad se da a entender que con esta fórmula láctea se reduce en un 46% el riesgo de infección gastrointestinal en el recién nacido (en este caso por cesárea). De esta forma se promueve la lactancia artificial por encima, al parecer, de la posibilidad de la lactancia materna. Una alternativa obviada, olvidada, ignorada, ninguneada y así, menospreciada, al estar ausente en el caso de los nacimientos por cesárea. La publicidad se acompaña, a toda página, de una impactante imagen en la que se ve “sacar” un feto, tirando de su cabeza desde la incisión en el abdomen de la madre, es decir de una cesárea en toda regla. La polémica (fotos aparte) viene cuando hay que responder a esta pregunta: ¿acaso los bebés nacidos por cesárea no tienen derecho a la mejor de sus opciones alimentarias que es, ya lo digo yo (y la OMS) la lactancia materna?

Al parecer, la reiterada publicidad con la inclusión mínima de un escueto faldón relativo a que la leche materna es el mejor alimento para el lactante en sus primeros meses de vida ha propiciado que más del 60% del colectivo que conforma el Comité de Lactancia Materna pertenecientes a la Asociación Española de Pediatría haya dicho que… ¡basta ya!

Basta ya, por ejemplo, de violar el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna que en su artículo 7.2 se cita textualmente que:

La información facilitada por los fabricantes y los distribuidores a los profesionales de la salud [recordemos que estamos ante el órgano de comunicación oficial de la AEP] a cerca de los productos comprendidos en las disposiciones del presente Código debe limitarse a datos científicos y objetivos y no llevará implícita ni suscitará la creencia de que la alimentación con biberón es equivalente o superior a la lactancia natural.

El caso es que tal y como se aprecia en la publicidad mencionada, la información que se ofrece aparenta ser totalmente partidista, dando a entender que ante una cesárea la alimentación del bebé a base de leche artificial (de la marca anunciante por supuesto) evitará en un 46% el riesgo de padecer una infección gastrointestinal. Al hacerlo de este modo omiten de manera se supone que intencionada, claramente tendenciosa y posiblemente contraria a la legalidad, el papel protector de la leche materna en este tipo de circunstancias.

Es triste, muy triste, pero resulta que los vínculos de la industria alimentaria con las asociaciones y sociedades científico-médicas son, con no poca frecuencia, motivo de vergüenza. Ya comenté en esta entrada que muchos de los avales que lucen algunos de los productos alimenticios son bochornosos. Afortunadamente, por detrás de Asociaciones de lustroso nombre y apellido hay personas (algunas) que deciden mantener una sobriedad profesional al margen de cualquier interés. Todo un espejo en el que buscar referencias.

Chapó por ellos.

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Imagen: Jomphong via freegigitalphotos.net

Cetona de frambuesa, otra tontería quemagrasa más, embotellada o en cápsulas

Milagros_ Stuart Miles

Hace un par de meses un lector agradecido me puso en antecedentes sobre un producto “para adelgazar” que al parecer está pegando fuerte en Alemania, se trataba de la “cetona de frambuesa” de la que no había oído hablar hasta ese momento.

Todo apunta a que se trata de la enésima filfa milagrosa que se anuncia con el fin de ayudar a sus consumidores a adelgazar a partir de un reclamo tan antiguo como absurdo e inexistente: su supuesto efecto quema-grasa.

Bien, con independencia de que existan algunas moléculas que sean indispensables para la obtención de energía a partir de los ácidos grasos, ya se comentó en esta entrada que aportarla en una mayor cantidad no tiene por qué tener un efecto beneficioso o sinérgico, más al contrario, puede ser incluso perjudicial. La L-carnitina es una de esas moléculas mencionadas en el citado post, sin embargo no está probado y tampoco tendría demasiada lógica que aportar más L-carnitina que aquella que podamos nosotros mismos sintetizar y/o aportar en el marco de una alimentación equilibrada surta el efecto de utilizar más ácidos grasos para obtener energía, es decir, que sirva para quemar más grasa.

Raspberry_ketonePero el caso de la cetona de frambuesa es diferente. Esta sustancia, una cetona aromática de naturaleza fenólica y que responde a la fórmula química 4-(4-hidroxifenil) butan-2-ona, jamás ha demostrado de forma convincente el participar o mejorar el proceso obtención de energía a partir de los ácidos grasos y mucho menos ser necesaria.

Creo que merece la pena hacer constar que su obtención a partir de la fuente natural resulta bastante costosa, sin embargo su síntesis en laboratorio es francamente barata, lo que además, sirve para poner el grito en el cielo con respecto al precio de venta que tiene este producto en el mercado de la suplementación y el adelgazamiento.

La evidencia científica sobre los beneficios de este producto es en la actualidad escasa

Por un lado tenemos la opinión científica de la EFSA de 2011 al respecto del valor del extracto de frambuesa (nótese que no es cetona, sino extracto, todo hay que decirlo) en la que se concluye que las alegaciones de que el extracto de frambuesa, ayude a mejorar la termogénesis, elemento que a su vez ayude a controlar el peso; ayude a controlar la apetito de forma natural; facilite la sensación de saciedad tras una comida; ayude a gestionar el hambre y el apetito; ayude, contribuya o facilite la pérdida de peso; o contribuya a controlar el peso corporal; no están avalados por suficientes estudios en humanos (páginas 21 y 29).

Por el otro en pubmed, la inclusión en la barra de búsqueda de raspberry ketone (cetona de frambuesa) arroja 39 resultados, de los cuales en solo 5 se relaciona esta sustancia con el peso (al menos originalmente) y de los cuales solo hay uno realizado en humanos, muy reciente, el cual comentaré a continuación.

Con el subyugante título de Eight weeks of supplementation with a multi-ingredient weight loss product enhances body composition, reduces hip and waist girth, and increases energy levels in overweight men and women (Ocho semanas de suplementación con un producto de la pérdida de peso de varios ingredientes mejora la composición corporal, reduce la cadera y circunferencia de la cintura, y aumenta los niveles de energía en hombres y mujeres con sobrepeso) en este estudio los autores concluyen que aquellos que utilizaron un preparado comercial a base de “sustancias naturales” que contenía entre otras cetona de frambuesa, cafeína, capsaicina, ajo, jengibre y Citrus aurantium (naranjo amargo) además de seguro, es más eficaz frente al placebo en la pérdida de peso, la mejora de la composición corporal y la reducción de los perímetros de cintura y cadera. Todo ello evaluado en un periodo de 8 semanas que incluía un programa dietético y de ejercicio para personas obesas sanas y activas de ambos sexos.

El estudio, bastante impactante en sus resultados, tiene algunas pegas no pequeñas. La primera de ellas la duración, 8 tristes semanas periodo que, aunque lo afirmen los autores no es suficiente, ni de lejos, para validar su seguridad. La segunda, la escasez de la muestra, a pesar de que se empezó con 70 voluntarios los datos son relativos solo a 45 de ellos ya que el resto abandonó el estudio por diversos motivos relacionados con el programa de dieta, suplementación y ejercicios. De los 45, los datos pertenecen: 27 al grupo de intervención (que tomaban las cápsulas naturales) y 18 al de placebo. La tercera, suponiendo que las diferencias puedan ser atribuibles a las cápsulas con “productos naturales” y sin tratar de hacer de menos la rigurosidad en cuanto al correcto “cegado” de los grupos… ¿cuál o cuáles de los elementos de este cóctel fitoterápico fue el responsable? Y la cuarta, resulta que los dos autores principales del estudio recibieron financiación para la investigación y/o han actuado como asesores de los proveedores de materias primas, productos nutracéuticos y compañías de suplementos dietéticos. No creo que haga falta decir nada más. Ahí lo dejo.

El principio de la cetona de frambuesa

El origen de esta mediática paparruchada, al parecer, se encuentra, una vez más, en los Estados Unidos. El año pasado en el espacio televisivo “The Dr. Oz Show” este señor con su nombre tan mágico y evocador promocionó la cetona de frambuesa como el “número uno de los milagros (sic) embotellados para perder tu grasa”. Tal y como estarás suponiendo a estas alturas, hay una línea de productos «Dr. Oz» que comercializa él mismo. Entre su variopinto catálogo de productos se incluye, evidentemente, la conocida cetona de frambuesa. Pero a día de hoy ya hay en el mercado muchas otras marcas que la comercializan. Una vuelta por internert nos ofrece múltiples ejemplos.

Por último y para quien no conoce al Dr. Oz, mencionar que esta persona ha sido a menudo criticada por sus habituales propuestas, o mejor dicho, salidas de pata de banco pseudocientíficas. Tal es así que ha recibido en dos ocasiones el poco apetecible premio (digo yo) Pigasus, siendo hasta el momento la única persona en conseguirlo dos veces. Los premios Pigasus, promocionados por el conocido escéptico James Randi, tienen por objeto el poner de relieve los fraudes más flagrantes en materia de “ciencia”, parapsicología y demás. En 2010 el Dr. Oz fue premiado en el apartado reservado a los medios de comunicación por su inagotable promoción de la charlatanería médica, y en 2012 en la categoría de “dar la espalda a la realidad” por los mismos motivos además de por promocionar las creencias paranormales y la pseudociencia.

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Imágenes:   Stuart Miles vía freedigitalphotos.net y Edgar181 vía wikimedia Commns