
Dicen que “más sabe el diablo por viejo que por diablo“. O que “cada maestrillo tiene su librillo“. Y si rizamos el rizo: “el que de muchacho no trota, de viejo tiene que galopar“. Pues este padre con unos cuantos años en sus espaldas, conjuga todo el refranero español sobre la vejez. ¡¡¡Un hacha!!!
Su hijo, que no debe conocer muy buen las habilidades de su progenitor, entró al trapo y aceptó una apuesta casi imposible de realizar (al menos eso pensaba él): colocar un vaso de cerveza en la frente y beber el contenido sin usar las manos ni los brazos. Y como si esto no fuera suficiente, sin derramar una sola gota. Lee el resto de la entrada »