Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

Un rival para el Barça

O para el United. Pero voy a seguir creyendo hasta el final que los chicos de la Masía tienen una cita con la Plaza Roja.

Rojos eran en la noche del martes nuestros colores: Pepe, Álvaro, Xabi y Fernando eran cuatro argumentos de mucho peso.

No tuvo su noche Fernando. Se sigue moviendo de lujo y creó dos ocasiones, una en cada tiempo, de las que no se suelen fallar. Y menos él. Debe tener complejo de Cesh. Como tampoco la tuvo Drogba, sin problemas.

¿O sí? ¿Si tienes al titular fundido (the Kidd) o a medio gas (Drogba) no parece razonable darle minutos a lo que está en el banquillo? Que no es Soldado, son Crough y Anelka. No acabé de entender a un Benítez sobreexcitado, cosa que tampoco me gusta nada.

Por lo demás, un partido inglés en esatdo puro. Presión, velocidad, entrega, todo eso. A veces fútbol del bueno; pero se conocen muy bien y saben como estorbarse. Lo más meritorio, esa fe del Chelsea que le hizo meter un balón en el área en el minutto 94. Pero conviene destacar algunas cosas. Por ejemplo, que los dos goles fueron de los de Pablo Motos: a trancas y barrancas, uno de ellos en propia puerta.

Los dos equipos son agobiantes. Pero hay propuestas futbolísticas que les pueden resultar muy indigestas. Esperemos a ver qué cocinan para los otros reds entre Rijkaard, Neeskens y Eusebio.

¡Ah! Por supuesto que no está acabada la historia. Me temo que volveremos a ver un calco de este partido y deseo, claramente, que Torres ande mejor de puntería en Londres.

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