Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

¿En tierra de nadie?

Dani Pedrosa anunciaba hasta hace poco bocadillos de Nocilla. ¡Pero si es un niño!, decía la mamá: y tenía razón. Pero un niño con dos campeonatos mundiales de 250 c.c., el único por entonces de atentar contra el trono de Valentino Rossi. Él lo sabe mejor que yo: es el fin de la infancia.

Parece Dani un piloto disñeado para la felicidad: cuando todo sale a pedir de boca, cuando no hay contratiempos, es capaz de imponer un ritmo que nadie puede seguir: como el mismísimo Rossi, por otra parte. El deporte de las dos ruedas se dio ayer un homenaje en la mítica pista de Le Mans, la carrera que había ganado Jean Louis Trintignan en Un homme et une femme: ya ha llovido. Il Dottore había igualado a Nieto, y Ángel le rindió la preciosa pleitesía de llevarlo hasta el podium: ya sólo queda Agostini, el de la MV Augusta. Pero ahí está la trinidad del deporte de las motos, los tres grandes. Todos los demás están por debajo.

¿Todos? Queda mucha vida deportiva en las muñecas de aquel niño que anunciaba la Nocilla. Y una sombra. Alguien, más joven que él, no parece necesitar el día sin arrugas para alcanzar la gloria. Yo pedía que Jorge Lorenzo fuera detenido por los médicos, pero al parecer es imposible. Con los tobillos hechos cisco salió, se fue acoplando a la moto y al circuito y, de repente, empezó a volar. Como explicando que el auténtico heredero de Valentino es él y que los demás van a quedarse en tierra de nadie.

Caían unas chispas en el circuito cuando Dani desistió de dar caza al campeón: un segundo puesto era bueno. La célebre calculadora de Pedrosa, tan alabada. Quedó cuarto. Quizá se amedrentó ante la posibilidad de una caída: el caso es que el niño de Mallorca lo pasó como una bala, como una exhalación y tomó distancias, las justas para`ptotegerse de un posible contraataque.

No lo hubo. Al parecer el tercer puesto era bueno.

Quedó cuarto.

¿Se va a quedar en tierra de nadie Dani Pedrosa? ¿Podemos esperar algo del nuevo motor Honda? Algo está muy claro: es muy grande, muy grande Jorge Lorenzo. Ahora hace falta ques e cuide un poco.

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