Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

La maldición de un apellido

En la historia del fútbol español ha habido casos célebres de mala suerte. Los que se encontraron, por ejemplo, con un muro. Valga como ejemplo don Francisco Gento López, el longevo y fantástico extremo izquierda del Real Madrid y de la selección española durante más de una década. Su presencia condenó al banquillo en el equipo blanco a Manolín Bueno, que lo era (bueno, se entiende), y en la selección a Enrique Collar, que era buenísimo.

Pero que dos porteros, padre e hijo, se encuentren con dos monstruos que les impidan demostrar en la selección su enorme calidad es un caso único. Me estoy refiriendo, como es lógico, a los Reina.

El padre, cordobés, defendió el arco del Barcelona muchos años para pasar después al Atlético de Madrid. Fue un portero solvente, lleno de agilidad y con unos reflejos de asustar. Pero estaba Iríbar, el Chopo, el mozo que pronto será rey, en palabras de Pedro Escartín cuando lo vio jugar en el Basconia. Reina era extraordinario, José Ángel indiscutible.

Ahora se repite la historia. Pepe Reina se hizo en la cantera del Barcelona, codo a codo con Víctor Valdés. En una decisión discutible, pero que honra a la casa azulgrana, uno de los dos tenía que salir a demostrar su talento en otro equipo. Ganó Víctor, que es un gran portero y es catalán. Pepe se fue al Villarreal a demostrar que no era peor, en absoluto, que su colega de juventud. Y de allí a un grande: el Liverpool de Rafa Benítez, en el que es el rey del arco. Ambos han sido campeones de Europa, nada menos. Ahí queda eso. Pero…

Pero está Casillas, que también lo ha sido. Y que es un caso aparte. Probablemente no tiene sentido la discusión sobre quién es el mejor portero del mundo, porque para todo hay gustos: pero Casillas es, sin duda, el más decisivo. No en balde lleva defendiendo la portería de un equipo que lleva años sin encontrar un perfil defensivo, con un genio descuidado en la banda izquierda como Roberto Carlos, que tanto ha dado al Madrid y tantos huecos ha dejado por su banda, con centrales que han sido permanentes objetos de sospecha, con independencia de los éxitos de los que venían precedidos (recuerden a Samuel, y lo que sufrió aquel chico: casi tanto como Emerson). Pepe Reina está, como su padre, detrás de un tipo indiscutible: lo que no deja de ser una desgracia para un porterazo como él. A Iríbar le sacaron una canción en San Mamés, como lo que era, un mito: todos la hemos cantado, porque, en efecto, era cojonudo. A Íker, con toda la razón del mundo, lo hemos canonizado. Así no se puede: aunque pertenezcas a la realeza.

1 comentario

  1. Dice ser the kop

    siento deciros que reina no ha sido campeon de europa, la champions se gano con dudek (mankemepese) y reina llegó el año siguiente donde se ganó la carling en los penaltislo que si podiais haber dicho es k reina acaba de ser nombrado jugador del año con los votos de los aficionados del liverpool k es un gran merito teniendo a steve y jamie

    29 diciembre 2007 | 23:38

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