Comenzábamos el año 2019 con el listado de tendencias que nos esperaban para los siguientes 365 días. Una de ellas, según The Economist, era el veganismo.
Hoy la decisión de hacerse vegetariano o vegano nos la hemos planteado nosotros mismos o alguien de nuestro círculo más cercano. Hace diez años, según Google, apenas no había rastro de búsquedas relacionadas con ser vegano, ahora en España se han multiplicado un 70%.
¿Eso en qué se traduce? No sólo en un aumento de la venta de los alimentos de origen no animal, sino también en un cambio de modo de vida y, consecuentemente, de construcción de las sociedades futuras.
La conciencia relacionada con el maltrato animal, con el exceso y abuso de proteínas animales en nuestra alimentación, ha llevado el debate a la calle. Como en las grandes cuestiones existe división. “Solo pido que ellos no exijan al resto que no coman carne”, me comentaba una mujer; la misma que los consideraba “radicales”.
Recuperando mi carácter curioso salgo a la calle para plantear a la gente ¿Por qué ser vegano o lo contrario? Compruebo que seguimos adolecidos por las etiquetas, los conceptos y los intereses de otros que afectan a nuestra propia opinión. Ser vegano poco a poco ha dejado de ser alguien que vive en una comuna y va vestido al estilo hippy de los setenta. Ser vegano es una filosofía de vida que pide respeto a los animales y una ley justa y transparente para ellos.
¿Tienes una opinión propia de la cuestión? Escuchar la opinion de la calle puede que termine por convencerte de que lo importante es informarnos y reflexionar sobre esta tendencia al alza que llega con la fuerza de una ola.
El mercado se guía como siempre por sus intereses económicos, y es el primero que suele rastrear estas tendencias y, por desgracia, la política de los últimos. A veces pienso cómo es posible que el mercado sea tan flexible, variable y mutable a los acontecimientos, y la política un búnker pesado y aletargado para poder virar por donde sopla el viento de las necesidades sociales.
Yo no soy vegana ,y por el momento no me lo he planteado, pero respeto cualquier decisión y trato de aprender de ellos y de lo que hablan: una mayor sensibilidad social; una mayor consciencia con nuestro entorno y nuestros compañeros de vida.
A mi entender este trastorno alimentario no está lo suficientemente estudiado ni tratado.
19 julio 2019 | 9:00 am
Puedes visitar un matadero de cerdos o de corderos y tendrás la respuesta.
También puedes analizar datos como estos, y tendrás la respuesta. O acabamos con la ganadería y la pesca o se acaba la vida en el planeta:
* La ganadería y sus productos emiten el 51% de todos los gases de efecto invernadero del planeta. El sector transporte junto (Aviones, barcos, camiones, trenes, coches…) el 13%. Todo ese CO2 acaba en el mar, que ya no tiene más capacidad de absorción. El océano se vuelve ácido por culpa de esto y por señalar una de las consecuencias asociadas, las conchas de calcio de los animales marinos con concha se deshacen, impidiendo así que prosperen y vivan.
* La ganadería es responsable del 65% de todas las emisiones de Óxido Nitroso provocadas por la actividad humana. El óxido nitroso es uno de los gases de efecto invernadero más nocivos. Tiene 296 veces más efecto en el calentamiento global que el CO2 y permanece en la atmósfera hasta 150 años.
* El 46% de los plásticos del océano corresponden a redes de pesca.
* La deforestación asociada a la ganadería para cultivar grano y para crear espacio para almacenar animales es atroz. El 91% de la deforestación del Amazonas es consecuencia de la ganadería. El ganado ocupa 1/3 de toda la tierra libre de hielo del planeta, es decir, más del 70% de la tierra cultivable del planeta usada para agricultura se destina a cultivos para alimentar al ganado, convirtiéndola en parte del problema de la desertificación.
Muchos más datos, fuentes oficiales, etc:
https://nutricionvegana.org/veganismo-problemas-y-consecuencias/
19 julio 2019 | 10:00 am
Vaya ! ahora va a resultar, que el respetar la vida es de fanático, y sacrificar a millones de animales, por «paladar» es lo «normal».
La humanidad, siempre tan «coherente».
19 julio 2019 | 10:08 am
La autora se ha dejado otras razones importantes para adoptar el organismo y vegetarianismo: la sostenibilidad medioambiental. Se destinan muchisimos menos recursos para generar los recursos de una dieta vegetariana/vegana que una monitora.
19 julio 2019 | 10:26 am
Me parece muy bien que respetes la decisión de ser vegano.
La pregunta es si ellos respetan tu decisión de seguir comiendo carne.
Ser vegano no es natural. De serlo, no se llamarían veganos, sino HERBÍVOROS.
19 julio 2019 | 10:45 am
Que gracia me hace la gente que habla sin tener ni idea, ni haberse informado nunca sobre el veganismo, cuando no se sabe de un tema mejor callar, y las dos médicos… madre mía.
Los que «comen de todo» se creen más sanos, mientras toman grandes cantidades de azúcar, van al mcdonals, se cogen sus borracheras… pero claro los raros e insanos son los veganos, en fin…
19 julio 2019 | 11:15 am