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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Carta a mis novatos en el ultra trail

Me parecía simpático compartirlo con los demás. Se la he mandado a los chicos a quienes lié de malos modos para participar en el TP60 de Peñalara. Si queréis usarlo como método para asustar o motivar a alguien conocido, vuestro es

Bueeeeeeeno corderitos.

Arrancad a sudar. Pero sudor de ese frío y molesto. De las fiebres. De los exámenes o las oposiciones. De cuando te decía tu novia eso de «tenemos que hablar».

Tenemos que hablar.

Faltan diez días para vuestro despeñe. Ya no es cuestión de, tras todo lo invertido, joderla ahora con una salida de monte este fin de semana o unos cambios de ritmo rápidos en el pinar. Entre hoy y el Lunes es cuando se producen las lesiones. Estadísticamente comprobado, estamos …. bueno, estáis, que yo ni pa mortadela. Estáis cargados de kilómetros y de cuerpo.

Hasta ahora todo ha sido jajaja para animaros. Ya no tenéis escapatoria y estáis dando vueltas a esa carta que ha llegado por email con el membrete de la RSEA Peñalara. Sabed que los peñalaros son recios. No dan de más. No conocen el término medio. Os subirán durante casi diez kilómetros por una pista, nada más salir, que asciende hasta más de 2.000m. Como el Galibier. Como el Gavia. Y no sois ciclistas de élite ni pesáis 52kg ni os metéis nada para el cuerpo salvo vino y gorrino. Y algún vegetariano, claro. Tiene que haber de todo.

Sudad, sudad por los nervios. Repasad el material obligatorio. Sudad ahora porque cuando vayáis bajando de peña en peña por la ladera de Segovia se os secará el sudor, se os secará la boca y miraréis a ese cabrón que va delante marcando el ritmo y le desearéis lo malo, para que se joda, y lo mejor, para que os saque del atolladero.

Lloraréis por dentro cuando caiga la tarde y empecéis a soltar el calor acumulado, tiritando como críos. Os preguntaréis si no había otra manera de subir a la Fuenfría que por ese infame arrastradero de troncos. Los romanos lo han hecho y hasta los carromatos de los Austria y los Borbones. ¿Por qué nosotros por ‘ahí’?

Pero todo esto y muchas más cosas que me callo se os pasarán cuando lleguemos al puerto de Navacerrada. Sí, ese donde las hazañas de Perico Delgado. El de los esquiadores domingueros, de los alquileres de trineos, de los albergues y de la estación de trenecito donde se bajan los abuelotes para ir a misa los domingos. Porque, guardadme el secreto: desde ahí hasta meta ya no duelen las piernas.
En realidad el GTP se termina 10 kilómetros antes de lo que dice la distancia total.
No se lo contéis a nadie.

Aquí el pastor.

9 comentarios

  1. Dice ser Hugo Pérez

    Me he permitido la licencia de seguir tu invitación y he colgado la carta tal cual en mi blog. Yo soy uno de esos corderitos que acudirá la semana que viene a hacer el TP80km. Espero animar con ella a mis compañeros de rebaño que lo son tanto o más que yo. Nos vemos en la sierra el próximo finde. Un abrazo.

    13 junio 2012 | 19:19

  2. Dice ser Bandoneon

    Al holandes de los cojones ni pelota:
    Disfutenlo. Gocen como adolescentes que descubren el sexo. Lleguen con ganas de comerse la montaña y vayan mordisco a mordisco, sorbo a sorbo, beso a beso, caricia a caricia. Despacio, tranquilos, imparables. Las carreritas dificiles son como amantes difíciles: hay que ganarselas de a poco, sin apurar los tiempos, sin caer en el desánimo, con inteligencia y deseo, usando toda la experiencia y el arte que uno tiene en el cuerpo, en el gesto, en la actitud.
    Sean espartanos en los primeros 45 kms y generosos en los últimos 15 pero no dejen todo en la montaña que el miercoles despues hay que salir a trotar con la camiseta del GTP e ir registrando cuando otros corredores nos miran de reojo. Al final, nunca se olviden que uno se mete en estos líos por dos razones: tener otra batallita para contar y para que otros sepan que hemos estado en esas batallas.
    Nunca se olviden ese famoso dicho: el dolor dura dos días y en cambio el orgullo dura dos semanas, pero ¡¡¡¡ que buenas que están esas dos semanas!!!!!!!!!!!!!

    13 junio 2012 | 21:01

  3. Dice ser Quique

    Don Luis, que mi madre, mi hija y Marisol me han dicho que las llames tú para decirles que es verdad que me voy contigo y que cuidarás de mí; que si no, no me dejan ir.

    14 junio 2012 | 00:18

  4. spanjaard

    Dame un teléfono por facebook que hablaré con Marisol, y si hace falta con Salomé y las Grecas. O eso, o sus preparáis un día una barbacoa en CR y nos presentamos a conoceros. Y apalabramos lo de los matrimonios de los crios.

    14 junio 2012 | 07:21

  5. Dice ser Quique

    Sin duda es mucho mejor lo de la barbacoa. Así ganamos todos! Lo apalabramos por Peñalara, cuándo más hambre tengamos…

    14 junio 2012 | 08:09

  6. Dice ser FyH

    Ayayayayaaay que el Luisito este es un liante .¡Quique no te dejes! los negocios se hacen con el estomago lleno y el bolsillo repleto de billetes , ten cuidado que a mi ya casi me ha sacado una jarra sin hacer demasiado esfuerzo , muy listo el Spanjaard 😉

    15 junio 2012 | 09:24

  7. Dice ser jseguir

    Joer, lo que hace leer esta carta tarde después de irme el sábado a trotar cual cabrilla entre Colmenar Viejo y Manzanares el Real con las huestes del Madrid-Segovia. «Un entrenamiento tranquilo para probar material», me dije. Jodó petaca, es lunes y todavía tengo las piernas un poco «de aquella manera», así que me parece que el sábado voy a ir a coger florecillas y dejaré el trote para la bajada de la Barranca…
    PD: no nos has dejado una receta para la ThermoMix «ad hoc» para principiantes y borregos de estas lides, no sé que llevar en el tupper y la fiambrera militar que me va a dejar mi suegra

    18 junio 2012 | 17:37

  8. Dice ser spanjaard

    Miraré recetas. Se podrían deshidrolizar un potaje de semana santa con su bacalao y sus garibolos. No sé.

    18 junio 2012 | 22:50

  9. Dice ser opicazor

    Qué bueno Luis, no lo leí antes de la carrera, pero lo leo después y cuanta razón tienes. Muy cierto eso de soltar el calor después tiritando, la ducha fría me dejó aplatanao. Y cierto también que mientras subes el puto arrastradero o ves a los domingueros en la Boca del Asno piensas: ¿Soy gilipollas verdaderamente? pero luego cuando acabas, te pica ese gusanillo de: a ver si el año que viene, en vez de andar casi todo puedo correr un poco más… habrá que entrenar.

    25 junio 2012 | 12:20

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