Yo también voy a escribir sobre la noticia de ayer tarde; la relación de Paquillo Fernández con una investigación masiva sobre redes de dopaje en atletismo. Ayer saltaba un nuevo capítulo más. Anoche se removían los intestinos blogueros de nuevo y -como una thermomix que bate y cocina todo en caliente- se preparaba la batería de opiniones. La esfera atlética y la de los deportes de resistencia en general tiene una lacra llamada dopaje, sobre la que se emiten noticias con cuentagotas y, entre una y otra, los verdaderos cimientos del correr o ir en bicicleta son socavados una y otra vez.
Y arrastra una legión de aficionados que, primero, idolatran, después dudan y abandonan con un nudo en el estómago a sus ídolos, y en parte ayudados por esa goma de borrar cruel que es el tiempo, sustituyen los grandes por otros más grandes o más duros. El sistema es inapelable. Me pregunto si la elevación, caída y necesario reemplazo que los grandes circos está siendo traspasada al usuario final. O sea, antes ‘el sistema’ era el cruel. Los gobiernos dictatoriales (RDA, CSSR, URSS) demolían hasta la última brizna de hueso y músculo útil en pos de un Estado. Las marcas y las organizaciones deportivas exprimían al mito hasta que se cansaban de él y lo substituían en grandes y mediáticos cambios de generación (Indurain vs Armstrong, Tergat vs Gebreselassie, Gebreselassie vs Bekele). Y ahora la epidemia se extiende peligrosamente hacia abajo. La democratización de la opinión hace el trabajo sucio. La Red permite opinar y todo queda registrado. Antes, en el bar, cuando se quedaba Arroyo o Hinault, y atacaban Fignon o Delgado, los gritos eran aire caliente de verano que iba y desaparecía como las cortinas de macarrones de plástico que se movían y luego callaban. Ahora legiones de internautas toman partido y generan opinión.
Ok, nuestra opinión no está a sueldo, ni en plantilla, ni nadie nos paga ni quizá valga la mitad de lo que cuentan las plumas del deporte, los Carlos Arribas, los Ignacio Romo, los Segurola o Trecet o Castañón. Pero los de la masa acosamos, ojo, después de creer ciegamente en el deportista. Es interesante esto. A los grandes periodistas deportivos se les supone una imparcialidad más o menos a prueba de bombas. Claro está que determinadas esferas periodísticas son auténtica basura y no veréis sus nombres entre los arriba citados. Los opinadores de la red, los blogueros o fieles de hilos e hilos en foros milenarios, ayudamos sin mirar a elevar, consumir al deportista de elite (que lo sabe), y derribar mientras se nos queda cara de panoli. Es un recambio que anteriormente se hacía por causas de la edad, de la rivalidad de otro más fuerte. Ahora, andamos como andamos.
Recuerdo aquel «Yesenia Centeno nos cuenta su hazaña» de Runners. Yesenia caería posteriormente con otros 126 suspendidos por dopaje. O la legión de madrileños fieles (aún quedan dos bandos) al vallecano Alberto García. Ahora leo un «¡Paquillo, tu no!» en otro foro. Y ¿por qué el no?.
Buen artículo, amigo Luis, y lo siento por Paquillo y po todos los que corréis o que alguna vez hemos corrido y sabemos lo que es sufrir cuando no te responden las piernas, o peor, cuando las piernas quieren y tu cerebro se empeña en darte hostias en el costado o simplemente se resiste a seguir.
Lo peor no es doparse, lo peor es hacer negocio con la salud de los demás.
25 noviembre 2009 | 13:56
Legalización del dopaje.
Aún no entiendo por qué está prohibido… no me creo lo de la salud.
26 noviembre 2009 | 18:25
Una vez esbocé un cuento en el que se describía la final olímpica de una prueba de atletismo en la que nunca se daba la salida: los participantes esperaban en los tacos a que se realizaran los controles antidoping. Según iban dando positivo, iban abandonando los tacos entre el fervor del público. Hasta que sólo quedaba uno, que se proclamaba vencedor de la puebra. Pero el que se daba la vuelta de honor entre el aplauso del público era el médico del atleta.
Era demasiado destroyer y nunca lo llegué a terminar.
27 noviembre 2009 | 11:55
Pues es una pena, Yoku.
27 noviembre 2009 | 11:58
Excelente comentario, yo me pregunto, porqué siempre van directo a los mejores, todo esto sale a partir de la muerte en plena ascensión al Turmaler (si no me equivoco) cuando iva lider del tour de Francia, Simpson (creo se escribe a sí) un magnífico corredor, la sombra de dopage siempre sobre los mejores, de acuerdo que tenemos casos de algunos por droga pero, cuantos lo han sido por no aguantar esa responsabilidad de ser uno de los buenos, pero no el mejor, en este caso no asumen que deben ser uno mas dentro del deporte y dedicase a lo que su nivel le permite.
Un gran lider no sólo tiene el físico adecuado, tambien la cabeza bien asentada, y eso no se aprende ni se ejercita con entrenamiento, se nace, en la vida no todos somos iguales, los hay altos, bajos gordos flacos, feo, guapos, fuertes, débiles etc,etc,…
He tenido contacto con algunos ciclistas profesionales, en la mente se me quedó grabado un cambio de impresiones con un ciclista, que nació con una buena cabeza y un mejor físico, participó en cinco tour, dos giros, y dos vueltas a España, a parte de otras muchas, fué Olímpico y en estos momentos tiene una hija que ya a participado en una olimpiada, es el primer año de profesional etá en un equipo Italiano, tiene un físico fantástico, pero mejor cabeza, si digo esto es por que el ciclismo lo llevan en la sangre; cuando le pregunté Salva porqué no luchas por ser lider, entoces tenía de compañeros a Indurain, Cabestany Perico y otros que ahora no recuerdo, era el equipo Orbea, (la mejor plantilla de aquellos tiempo), me dijo-Paco, sólo hay un lider- y yo sé donde llegan mis posibilidades,-no tengo ese pequeño punto para ser lider- pero sí sé que puedo ganar dinero y hacer lo que me gusta.
Hoy tiene una posición olgada, pertenece a la federación de Valencia, patrocinado a varios chavales de esta región, tiene una de las mejores superficies de bicicletas y deportes de Valencia.
E Salvador Sanchiz
Para mi este es un ejemplo de deportista, y para esto se a de aguantar y no salirse de madre.
Perdona por lo extenso de mi esplicación.
Un abrazo.
27 noviembre 2009 | 18:17
Paco, son las eternas historias de hasta donde llegar. Un saludo, veteranazo.
27 noviembre 2009 | 22:17
Buen artículo Luis, felicidades, sin embargo no todos adoramos a las élites de nuestro deporte, sigo prefiriendo lo cercano aunque no corramos un pijo.
Si quién sea se ha dopado, le han pillado y está prohibido pues ahora que asuma las consecuencias, como todo quisqui en cualquier otra cosa.
28 noviembre 2009 | 13:15