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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Ciénaga (IV). El viejo Rijn

Ayer nos tocó aventurilla. Siguiendo las recomendaciones de estos peces de fango me fui a descubrir, digamos, a perrear, supongamos, un trozo del piadoso Rijn (Rhein en Alemania). Cualquier indicación en este sentido, ojo, supone que el resto del planeta te tache de subnormal. Pero aquí estas cosas del sufrimiento, biblia mediante, no se contemplan. Cogieron la sagrada escritura de los cristianos allá por el reformismo de Calvino y Zwinglio (id a wikipedia, hoy no tengo ganas de ponerme estupendo) y dijeron que la cosa del vivir se gana mediante el sufrimiento y esfuerzo personal. Esto, ¿qué coños tiene que ver con correr?. Pues lo tiene. Sobre todo decirte que pilles un bus o tren y que hagas el regreso corriendo, que hay paisajes dignos de ver. Y, sobre las incipientes entradas y canas que te pueblan, 27 grados y más de un 70% de humedad.

Pero la cita con el brazo del viejo Rhin, de Oude Rijn, era ineludible. Tren hasta Leiden, en línea recta quizá 13km, en línea espanjárdica unos 18. Primero hay que saber que Leiden la sitiada, está bañada por el brazo norte del delta. Más al norte solo quedan dos canales que lavan el este de Amsterdam (el Rijnkanaal es uno de ellos), y al sur, todo lo demás. Tras las inundaciones que han ido modificando el paisaje neerlandés desde el siglo XII, ahora son Lek, Waal y Maas los cobertores del viejo Rhin alemán, saliendo por Rotterdam y escupiendo al mar lo último de la arbeitmacht y la lluvia ácida alemanas. Todo, muy alemán.

La última vez que paseé por el Rhin fuera de esta ciénaga fue por el curso medio, en Colonia. Allí ya es un trozo de calmado mar, con navegabilidad total, custodia católica y alegres ramas flotando de los viñedos de Koblenz y del sur germano. Ayer volví trotando por el piadoso contorno reformista holandés. Leidsedorp, Zoeterwoude, Kouderkerk aan den Rijn, maravillas del paisaje que malvive entre los coletazos de la industria, empero controladita ella, y que ofrece rincones estupendos donde -parece mentira- algunos críos juegan a chapotear en el río más contaminado y baqueteado del oeste europeo. Por mi parte volví realmente descojonado tras llevar durante hora y veinte el sol de caída en mi nuca, la humedad que no se iba, y el escaso viento jugando con este turista. No se da cuenta que casi soy uno de ellos. Dejad de joderme ya. El domingo al menos, que no caliente por encima de los 30, porque posiblemente suspendan la carrera tras los casos de Rotterdam (ver enlace).

3 comentarios

  1. Dice ser Marina

    ¡Puf! Pues si querías que tirásemos de Wiki y Google, lo has conseguido. :-)«1» Prefiero los 32ºC secos que tus 27ºC-70% humedad. ;-)«2» http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesias_reformadas«3» En cuanto al GoogleMaps, la verdad es que he encontrado Leiderdorp, Zoeterwoude, Ouderkerk y Leiden, pero no he «pillado» la ruta. Torpe que es uno. }:-)«4» De alemán, el cual estudié un año en el instituto, ni papa. Así que como para entender el neerlandés/holandés.babelfish.altavista.com. ;-)http://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_neerland%C3%A9sEn cualquier caso, cada vez hace más calor pero nadie parece darse cuenta de ello. ¿Cuántos maratones de invierno se celebran en España? ¿Cuántos maratones de «primavera», empezando por Mapoma, son verdaderos infiernos? :-(((Supongo que estarán esperando a que caigamos como moscas de golpes de calor para que vayan cambiando las «modas» en lo que respecta a fechas y horarios de celebración de pruebas de fondo y ultrafondo.

    08 junio 2007 | 19:46

  2. Dice ser Rodrigo

    Oi, achei teu blog pelo google tá bem interessante gostei desse post. Quando der dá uma passada pelo meu blog, é sobre camisetas personalizadas, mostra passo a passo como criar uma camiseta personalizada bem maneira. Até mais.

    09 junio 2007 | 12:52

  3. Dice ser juan pedregosa

    HolaSi no fuera porque eres del apartado de los que corren mucho, con lo cual no me puedo comparar, te copiaría y pegaría el post exacto en mi blog. Me quedo con la definición del Rin en la Colonia de «custodia católica y alegres ramas flotando de los viñedos» y por su supuesto con la otra más potente de los niños bañándose en el río, como si de una postal tropical se tratara. Son las cosas que muchas veces no vemos o no pensamos si no es porque sólo las percibimos corriendo.

    11 junio 2007 | 15:39

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