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Corazón, corazón; corazón pinturero.

Carmen Borrego recuerda la tragedia de las Campos: «Conseguí perdonarme por la muerte de mi padre»

«Con 17 maduré con la hostia que me dio la vida» así de directa y clara se ha mostrado Carmen Borrego en su regreso a Viva La Vida, el programa que Emma García presenta en Telecinco, después de haber superado el coronavirus.

Haciendo su propia versión del puente de las emociones de Supervivientes, los de Viva La Vida han creado la escalera de las emociones y han adaptado esta parte del plató para que sus colaboradores peldaño a peldaño desnuden ante la audiencia sus miedos más ocultos y sus sentimientos más íntimos.

La escalera de Carmen Borrego ha estado marcada por el fallecimiento de su padre. Un hecho que marcó a la hermana de Terelu cuando solo tenía 17 años de edad. María Teresa Campos se abrió en su día sobre este tema en un Chester con Risto Mejide y Terelu lo hizo el día que publicó su libro junto a Kike Calleja, pero hasta el día de hoy Carmen Borrego había guardado silencio.

Corría el año 1984 cuando José María Borrego decidió poner fin a su vida pegándose un tiro. Él vivía en Málaga, María Teresa Campos y sus dos hijas residían en Madrid, donde trabajaba la comunicadora.

Estos son algunos de los titulares que acaba de darnos sobre el tema Carmen Borrego en Telecinco:

-«Me sentí culpable».

-«Es como una montaña rusa, primero llega la culpa y te dices: ‘¿Qué hubiese pasado si yo me hubiese quedado a su lado?, en otros momentos llega la decepción: ‘¿Por qué nos has hecho esto?'».

-«Me refugiaba en mi tío: al principio era incapaz de llamarle porque descolgar el teléfono y oírle era oír a mi padre». 

-«Cuando volvía a ver a mi tío era fantástico, era recordar aquello que había vivido».

-«Cuando me quedé embarazada quería tener un hijo para ponerle el nombre de mi padre. Quería estar unida para siempre con el nombre de esa persona».

Recordaba a mi padre y me daba miedo. Tuve que buscar ayuda».

-«Conseguí perdonarme y conseguí perdonarle«.

Hasta que no nació mi hija no me sentí liberada«.

Alguien me echó las cartas y me dijo: ‘Quiero que sepas que tu padre estuvo mucho tiempo atrapado y descansó y se pudo ir el día en que nació tu hija‘. Casualmente cuando yo también me liberé».

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