El escocés William Wallace fue descuartizado tras una traición. Tras él Robert Bruce, el legítimo rey de Escocia, continuó la lucha contra los ingleses hasta lograr finalmente su independencia.
El Rey proscrito (David Mackenzie, 2008) nos muestra el desarrollo de las Guerras de independencia de Escocia que se iniciaron en 1297, pese a que un año antes Robert Bruce (Chris Pine) junto a su padre y muchos de los nobles escoceses habían jurado lealtad al rey inglés Eduardo I (Stephen Dillane). Wallace inició su rebelión en 1296, pero no tuvo la colaboración de algunos nobles y, aunque obtuvo grandes victorias como en Stirling, en 1305 fue traicionado, apresado y ejecutado, momento en que termina la película Braveheart (Mel Gibson, 1995). Debemos tener claro que esta cinta no tiene el mismo dramatismo épico que la película de Mel Gibson.
En nuestro «Rey proscrito», Robert I de Escocia inicia con pocos hombres una rebelión en toda regla contra la tiranía del rey inglés y su heredero, el príncipe de Gales (Billy Howle). Así recorre el país en busca de aliados entre los clanes escoceses para enfrentarse a Eduardo I, pero la mayoría son reticentes a darle apoyo por miedo a la represalias del déspota monarca inglés.
La película se puede ver actualmente en la plataforma Netflix
La Escocia de las Guerras de independencia
En 1290, fallecía la doncella de Noruega, Margarita I de Escocia, la nieta del Glorioso Alejandro III. El trono quedaba vacante y los Bruce y los Balliol se disputaron el trono. Gracias al apoyo del rey inglés recayó en los segundos, en el nombre de Juan de Balliol. Sin embargo Eduardo terminó expulsando a Juan y usurpando el trono escocés, provocando la rebelión.
Tras la caída de Wallace, entregado a los ingleses por el noble John de Menteith, Robert Bruce fue coronado por sus fieles como Robert I. El nuevo rey fue ganando clanes a su causa y logró derrotar a los ingleses en Loudoun, en 1307. A los pocos meses fallecía Eduardo I, pero su hijo Eduardo II no iba a estar a la altura. Fue derrotado definitivamente en Bannockburn en 1314. Enfrentado a la nobleza, en 1327 fue apartado del trono a favor de su hijo y murió en extrañas circunstancias. Con Eduardo III logró estabilizar el trono inglés, que ostentó durante 50 años.
Robert I estuvo en el trono hasta su fallecimiento en 1327. No se sabe con certeza la causa de su muerte, aunque parece que es improbable que fuera de lepra como indican algunas fuentes y que ya sufría su padre. Heredó el trono su hijo David II, fruto de su segundo matrimonio con Elizabeth de Burgh. Pero el nuevo rey solo tenía 3 años, por lo que el conde de Moray hizo de regente.
Tráiler El rey proscrito