José Mourinho, técnico del Real Madrid, está preocupado por el estado físico de Kaká. El portugués tenía en mente que el internacional brasileño fuese la referencia ofensiva de su nuevo proyecto junto a Cristiano Ronaldo, pero sus problemas de pubalgia no desaparecen.
Kaká arriesgó disputando el Mundial de Sudáfrica con molestias. El madridista jugó estando al 80% de sus posibilidades y ahora sus dolencias en el pubis no remiten. Desde el club blanco se ha instado al futbolista a que se opere para acabar de una vez por todas con el problema, pero Kaká no quiere ni oír la palabra quirófano. Durante sus vacaciones se ha estado tratando de su dolencia para llegar bien a la pretemporada, algo que se antoja muy complicado.
Kaká no está bien. Con el tratamiento conservador que está siguiendo, sesiones de fisioterapia y mucho descanso, nunca logrará estar al 100% está temporada. El brasileño tiene miedo de romperse, ya que el pubis se resiente en acciones como el disparo a puerta. Mourinho, de momento, es optimista y espera que todo se solucione. De lo contrario, Kaká no será un fijo para el luso y las rotaciones serán una constante para él esta temporada.