Creo que el club azulgrana se equivoca vendiendo ahora al camerunés, ya que esta temporada Pep Guardiola ha conseguido domesticar al que parecía un león indomable.
Gracias a los esfuerzos del Barcelona, Eto’o ha dado un salto de calidad en lo profesional y en lo personal. En el terreno de juego, el delantero ha cuajado una excelente temporada y ha sido decisivo en la consecución de los tres títulos, anotando, incluso, un tanto en la final de la Champions.
Fuera del césped, su actitud también ha resultado intachable; sin un mal gesto al ser cambiado ni una declaración fuera de lugar.
Eso le ha costado al Barça cinco temporadas. Cinco años de trabajo que ahora puede tirar por la borda con el trueque con Ibrahimovic, un futbolista quizás con una mayor calidad técnica que el camerunés, pero con un carácter salvaje y complicado de manejar. Una nueva bomba de relojería podría hacer estallar la armonía del vestuario.