Güiza salió en el minuto 85, con empate en el marcador, y le dio la victoria a España ante Turquía en el campo del Galatasary, archienemigo del Fenerbahçe, equipo en el que milita el jerezano. El delantero le birló la cartera a su defensor y sin dejar caer el balón -«el campo no estaba para muchos controles»-sirvió el pase de la muerte para que Riera anotara el 1-2 definitivo en el minuto 92.

Esta asistencia sirvió de liberación para un futbolista en horas bajas por motivos personales, sobre todo, conyugales y extraconyugales. Güiza reconoció que «esto compensa los malos momentos. Este pase de gol demuestra que he sabido aprovechar estos poquitos minutos para que el míster siga confiando en mí y me llame más veces».

El atacante se defendió así de la presión ejercida por cierta parte de la prensa deportiva que cuestionó la convocatoria de Güiza porque sus problemas lejos del balón le estaban afectando en el terreno de juego.

«Hay muchos que quieren que vuelva Raúl, pero deberían recordar que nosotros hemos levantado una Eurocopa y otros no».

Por último, Dani Güiza, que jugó con el número 7, dejó una cosa clara: «Lo de llevar el 7 ha sido circunstancial porque el 7 de España es Villa».