Nunca me atrevería a negar que Ronaldinho es uno de los tres mejores futbolistas del mundo. Cuando está en forma es casi imparable. En España, nadie podrá olvidarse del día en que salió ovacionado del Santiago Bernabéu, un estadio amante del buen fútbol. Sin embargo, desde que levantase con el Barcelona la Champions en 2006 ha ido deambulando por los campos de Europa.
Ahora, parece que Ronaldinho ha vuelto a encontrarse a sí mismo en el Milan. En su último partido ante el Siena marcó tres goles y no dudó en encarar al rival cuando tenía ocasión. El brasileño ya no se esconde en la banda esperando a que otros le hagan el trabajo.
¿La razón? Es muy simple. Faltan apenas seis meses para se dispute el Mundial de Sudáfrica y no quiere perderse la cita africana. Si yo fuera Dunga (seleccionador de Brasil) no lo convocaría. Ronaldinho no ha demostrado ser un verdadero profesional y sí un verdadero caradura.
Aquí os dejo el vídeo con los goles: