Nos llega de orgullo y satisfacción, y en estos momentos de tristeza conyugal, presentar el primer ciclo de cine marrullero en ultramar. ¿O se pensaban que pasaríamos por alto semejante platillo?
Chistes de toda la vida para el chavalerío de Internet, que aún no se los sabe
Nos llega de orgullo y satisfacción, y en estos momentos de tristeza conyugal, presentar el primer ciclo de cine marrullero en ultramar. ¿O se pensaban que pasaríamos por alto semejante platillo?
¿Se acuerdan del sentencioso Gary Gillmore? Pues ha vuelto a las andadas:
Tiene más razón que un santo, pero insistimos: no lo decimos nosotros. No vaya a ser que acabemos en los calabozos de La Zarzuela, como este otro.
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