Hace no mucho más de cinco años, el estreno de una serie de superhéroes era todo un evento. No porque no existieran antes, sino porque el género era escaso, y sus últimos ejemplares no muy acertados. Hoy la situación se ha dado la vuelta, pero solo en parte: hay muchas ficciones de televisión dedicadas a la fórmula fantástica, pero también quien alerta, en tan poco tiempo, de desgaste. Las series de DC y Marvel para cadenas en abierto como The CW (con Arrow, The Flash y Supergirl a la cabeza) y ABC (Agentes de S.H.I.E.L.D.) han conquistado al público más joven, aunque las críticas son mixtas. El caso de Daredevil, Jessica Jones y compañía, con su enfoque adulto, es el más aclamado, pero la fórmula Netflix, con sus trece episodios de rigor, las hace soporíferas. La última propuesta es Legión, demasiado retorcida, y con un personaje de Marvel demasiado transversal, como para gustar a todo el mundo.
Aquí es donde entra en juego Powerless, la serie que NBC lanzó el pasado febrero y que llega a España el domingo 23 de abril, con un episodio doble, a la cadena COSMO. Está ambientada en el universo de DC, sí, pero es una comedia, y además sin superhéroes. Mejor dicho: no es que no los haya, es que no son los protagonistas, y en algunos casos son los enemigos. La sitcom, de la que se emitirán doce episodios, narra la llegada de Emily (Vanessa Hudgens) a Wayne Security (podéis imaginar quién es el dueño en la sombra), una empresa de Charm City dedicada a la seguridad de los ciudadanos sin poderes ante las luchas de los que sí los tienen. Su trabajo es idear productos que hagan más fácil la vida de los vecinos «normales», pero a su llegada encuentra un equipo desmotivado (Danny Pudi, de Community, entre ellos), y un jefe (Alan Tudyk) algo envidioso de los logros de su primo, el mismísimo Batman.
Pero, ¿tiene algo que aportar al género una comedia en la que ni siquiera los superhéroes son los protagonistas? Sí, precisamente por el soplo de aire fresco. Desarrollada por el guionista Ben Queen (Cars, De la A a la Z), Powerless es en realidad una simpática workplace sitcom, recreada en un ambiente de trabajo, que se centra en las afinidades y en los desencuentros de un grupo de personajes variados, cuya gran preocupación es ponerse de acuerdo para sacar adelante cosas extraordinarias. Y cuaja a la perfección en un universo de superhéroes; la serie reivindica la diferencia y el poder de aquellos que no los tienen, el que nace de su voluntad y de la confianza en sí mismos. Puede que Powerless no sea ninguna ficción definitiva entre la nómina de superhéroes, ni siquiera una definitiva telecomedia, pero se convierte desde luego en un genial desengrasante de las intensidades de Arrow, Daredevil y sus colegas.
¿Qué os parece la idea de Powerless? ¿Creéis que puede funcionar bien?
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