Importancia de la ciencia normal

Toda nuestra comprensión del Universo, todas nuestras grandes teorías sobre cómo es la realidad, se basan en trabajo de campo; en lo que Thomas Kuhn llamaba ‘ciencia normal‘. Esa parte del trabajo científico que consiste en cartografiar, medir, clasificar, organizar… la parte aburrida, metódica y sistemática que se hace casi siempre en el laboratorio. Y cuyos resultados son el armazón sobre el que las grandes teorías (la Relatividad, la Evolución, el Big Bang) están construidas. Cuando una medida resulta estar equivocada, toda una teoría puede venirse abajo. La rutinaria ciencia normal puede cambiar el mundo, o al menos nuestra forma de entenderlo.

Esto es lo que puede ocurrir con el reciente descubrimiento de que hay supernovas mucho más brillantes de lo que pensábamos. Nuestras mediciones del tamaño del Universo, de las distancias entre galaxias, se basan en la tesis de que hay un tamaño máximo para las supernovas; que las grandes son todas iguales, independientemente de dónde estén. Si esto resulta ser falso, habrá que recalcular las distancias estimadas, y con ellas las velocidades de estrellas y galaxias. Estas velocidades, y sus anomalías, han llevado a postular en los últimos años extraños conceptos como la Materia Oscura y la hipotética Energía Oscura (para explicar observaciones de supernovas grandes lejanas), la simple medida de la luz de una estrella puede cambiar muchas cosas en Astronomía. Lo bueno de la ciencia es que el Universo nunca se cansa de sorprendernos.

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