Policía primate

Las sociedades complejas necesitan algún sistema que proteja a sus componentes de las agresiones. Un estudio reciente demuestra que esta función es vital cuando se vive en comunidad, incluso cuando esa comunidad es de monos. Los Macacos de Cola de Cerdo (Macaca nemestrina), monos asiáticos que viven en grupos de decenas de individuos, no sólo disponen de un ‘cuerpo de policía’ en forma de un reducido número de machos dominantes que acaban con las peleas entre sus miembros. Además, su presencia redunda en una mayor tranquilidad e integración social. En una sociedad más armoniosa.

Cuando se identifica y retira a los ‘policías’ aumentan las peleas y el grupo se subdivide en bandas más pequeñas cuyos miembros apenas interactúan con otras bandas. Ante la ausencia de quien imponga la paz, los macacos se retraen, concentrando su interacción social en unos pocos amigos y familia de confianza, y evitando contactos con monos ajenos a este núcleo que pudieran derivar en conflicto. Pero no cualquiera vale para guardar el orden: la autoridad de los ‘policías’ debe ser aceptada por todo el grupo, en forma de comportamiento sumiso en reconocimiento de su superioridad jerárquica. En suma, las ventajas e inconvenientes de nuestras fuerzas del orden no son tan originales como pensamos. Al fin y al cabo, somos una sociedad de primates.

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