Cuando en el colegio me explicaron lo que era un eufemismo, me pareció una figura de lo más interesante. Una expresión medianamente sutil sería una herramienta perfecta para suavizar una frase que, dicha de manera recta, podría sonar algo bestia.
Siempre recordaré el primer ejemplo que me pusieron: “Siento lo de tu madre”, como eufemismo de “Siento que tu madre haya muerto”. Si algo bueno le vi a la lengua por entonces era precisamente la posibilidad de hablar, de manera suave, de cosas que no lo son.
Pero claro: hecha la ley, hecha la trampa. Con el tiempo, los eufemismos han acabado casi teniendo una imagen mala por sí mismos, ya que a menudo son usados no para suavizar un hecho, sino precisamente para manipularlo o restarle importancia.
Los reyes en esto del eufemismo son los políticos. Aquí van algunos ejemplos de las palabras y eufemismos que a menudo escuchamos:
– Crisis. Una de las más famosas. Cuánto le costó a Zapatero decirla, ¿eh? Desaceleración, recesión, reajuste, coyuntura negativa… Ignacio Escolar recopiló hasta 14 eufemismos en una comparecencia en el Congreso.
– Léxico de guerra. El contexto bélico es el que más se presta a los eufemismos: daños colaterales (muertos inocentes), ataque preventivo (ataque sin provocación previa), apoyo aéreo (bombardeos), zonas de confinamiento (cárceles ilegales)…
– Copago. Hay quien directamente lo llama repago, ya que los servicios públicos se financian gracias a los impuestos de ciudadanos. Pero copago no es el mayor eufemismo. Para Soraya Sáenz de Santamaría, se trata de un “recargo temporal de solidaridad”.
– Racionalización. Muy típico en estas fechas. Para los políticos, los servicios no se recortan ni se eliminan; como mucho, se racionalizan, se ajustan o se reestructuran.
Y así… hasta el infinito.
P.D.: No quiero dejar pasar la oportunidad de poner por aquí el interludio del disco ‘Un tipo cualquiera’, del rapero Tote King, en el que aparece un pequeño discurso de su amigo David Bravo, un abogado conocido por su lucha en favor de las descargas (y del que hemos hablado aquí hace poco). En este tema, David habla sobre los eufemismos y exageraciones de los políticos:
P.D.2: La foto de Soraya Sáenz de Santamaría es de Ballesteros/EFE.
Y es que ya no hay políticos con agallas para decir lo que piensan sin tapujos. Y lo que es peor, da la sensación de que nos toman por tontos.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
10 julio 2012 | 16:56
NIÑO GRANDE
TODOS SOMOS VIEJOS
EL COLECTIVO NO EXISTE SÓLO LA UNIDAD.
VEREIS HASTA LA ÚLTIMA MOTA DE POLVO, SABREIS DIFERENCIAR CADA UNA DE LAS EDADES A SIMPLE VISTA, DISTINGUIREIS CADA UNIDAD Y DESECHAREIS EL COLECTIVO Y DEFINITIVAMENTE ACEPTAREIS QUE TODO EN LO QUE CREIAIS NO EXISTE.
OS LO GARANTIZO.
10 julio 2012 | 17:07
Tiene toda la razón. Los políticos son los reyes del eufemismo y nos toman por imbéciles. Es normal, despúés de todas las putadas que nos hacen aún seguimos justificándolos con el voto.
Ahí van otros.
Fulano de tal ha incurrido en comportamientos irregulares= Fulano de tal ha robado.
Vamos a hacer reformas= Vamos a joder a los de siempre, a los curritos y a los de abajo.
Hay que presumir que el político X es inocente= Se lo ha llevado crudo pero no le hemos pillado con las manos en la masa.
10 julio 2012 | 17:43
«Ignacio Escolar recopiló hasta 14 eufemismos en una comparecencia en el Congreso.»
Publicidad del régimen. Me piro y ya no creo que te de más oportunidades.
10 julio 2012 | 17:53
no tienen verguenza son unos ladrones
10 julio 2012 | 17:55
no tienen verguenza son todos unos ladrones
10 julio 2012 | 17:57
Los de 20sociatas hablando de manipulación… ¡ME PARTO!
Los que jamás tiraron de hemeroteca en las noticias para sacar los colores a ZParo y si con Rajoy.
10 julio 2012 | 18:44
Sólo hay un tipo en este país que tenga las agallas -eufemismo, por cojones – de decir las cosas bien claras y sin eufemismos. Naturalmente que lo consideran un agorero o loco. Este es Roberto Centeno. Tanto en sus artículos en El Confidencial como en las tertulias de economía de es.radio de César Vidal. La verdad que no se corta un pelo.
10 julio 2012 | 19:21
Todos nos quejamos del léxico eufemista de los políticos, pero hasta hace poco ha sido el arma más poderosa para ganar elecciones, por ende el fallo no esta en el emisor del mensaje sino en nosotros los receptores, ya que seguimos acudiendo como mansas ovejas al matadero de las elecciones.
11 julio 2012 | 13:16