En siete temporadas de andadura, The Walking Dead ha demostrado muchos momentos de brillantez, esporádicos, eso sí: estampas grises de personajes; decisiones, acciones y consecuencias. Es lo que hace que una serie como The Americans, por poner un ejemplo de actualidad, sea tan buena. Podríamos medir la calidad de una teleficción por su habilidad a la hora de ponernos en encrucijadas morales, para hacernos partícipes de la indecisión de sus personajes y sentir también el dolor de tomar los caminos equivocados. Ese era uno de los grandes atractivos de la propuesta zombi de AMC (en España la emite Fox TV) en sus primeras temporadas, y en las mejores que dio después. En el momento actual, con una The Walking Dead redundante, obvia y algo torticera, Negan mediante, recordar sus capítulos lúcidos es una forma de reconciliarnos con ella, y el último emitido es uno de los mejores que recuerdo.
SPOILERS! Si no sabes qué ha pasado en el Reino, no sigas leyendo
Titulado Bury me here, escrito por Scott M. Gimple, showrunner de la serie, y dirigido por Alrick Riley, el episodio lanzado anoche abandona al grupo protagonista de Rick y compañía y regresa a las tierras del Rey Ezequiel, para centrarse en Morgan, en Carol, en el monarca y en quienes les rodean en ese enclave. No es raro que The Walking Dead nos haya dado uno de sus capítulos más certeros de las últimas temporadas en la piel de sus personajes secundarios; Carol y Morgan ya han tenido episodios para ellos solos, y su relación, aunque algo titubeante al principio, se ha convertido en una de las más interesantes. Además, han sido los minutos que más han avanzado hacia esa Rebelión que se iniciará al final de la entrega; lo sucedido en Bury me here no supone grandes movimientos estratégicos, pero sí personales, y eso es lo más difícil. El resto consiste en meter zombis, un par de trampas y a Negan haciendo de las suyas.
Pero, ¿qué es exactamente lo que pasa en el episodio? El último encuentro entre Ezequiel, sus súbditos y los Salvadores no sale según lo previsto. En primer lugar, alguien les tiende una emboscada, en la que descubren una tumba abierta con un cartel que reza enterradme aquí; en segundo lugar, faltan alimentos en la entrega de los villanos, por lo que deciden matar a uno de los caballeros del Rey: el elegido no es el conflictivo Richard, como podíamos pensar, sino el joven Benjamin, mano derecha de Morgan. La muerte del chico causa gran conmoción en el Reino, y puede ser un acontecimiento definitivo para que Ezequiel decida levantarse en armas contra el ejército de Negan. El personaje imprescindible y bisagra en este episodio ha sido Richard (Karl Makinen), que preparó la emboscada y robó la comida para precipitar una muerte, creyendo que sería la suya, y despertar así los ánimos rebeldes de sus compañeros.
El otro gran movimiento dramático del capítulo, escrito no en vano por el actual encargado de la ficción, dirigido con contención y solemnidad, sin necesidad de recurrir a las crudas escenas de violencia, ha sido Morgan. Él y Richard idean su propia pantomima: el primero debe matar al segundo delante de los Salvadores para ganarse su confianza otra vez y recuperar tiempo para preparar una posible rebelión. Morgan traiciona así sus ideales, matando de nuevo, pero consciente de que la ofensiva es necesaria para librarse de tal injusticia. Por ello, acude a Carol y le cuenta las muertes que ha sufrido el grupo de Rick a manos de Negan, para obligarla a despertar y que se una a la causa, antes de marchar él solo. Carol regresa al Reino dispuesta ayudar: la Revolución no será cosa de un día, pero ocurrirá antes o después.
¿Qué os ha parecido a vosotros Bury me here?
También os puede interesar:
‘The Walking Dead’ 6×11: Negan, Dwight y Eugene dan un gran capítulo de personajes
10 parodias porno de series de televisión, de ‘Juego de Tronos’ a ‘The Walking Dead’
‘The Walking Dead’: por qué a mí sí me parece demasiado sádico su regreso
Qué podemos esperar de
10 febrero 2019 | 2:01 am