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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Me cago en la puta, ¡otra cultura es posible!

Anoche se cenaba mi esposa un programa más de Salvados (@jordievole + @salvadostv) en el que, como una continuación mortal de nuestras pesadillas, se seguía hablando de la burbuja cultural. Un macromuseo en mitad de Santiago de Compostela que ha costado no 108 sino 350 millones de nardos, caballero. La ciudad de las artes y las ciencias de Valencia con sus palacios de la ópera con goteras y sus calatravismos que no fueron 300 sino 1000, pongamos, millones. Y seguían contando, a pesar de lo cual yo seguía abstraído leyendo las paridas que escribía media américa en papel (Auster, Ed. Creía que mi padre era Dios).

Esta mañana me repaso el correo y ArteBar La Latina (@artebarlalatina), mi distribuidor de la revista ORSAI, me anuncia que la aduana de Barcelona liberó por fin mi ejemplar, entre otros miles, claro. No tengo nada pendiente con las aduanas. Orsai (orsai.es) supone un ejemplo de que otra manera de hacer cultura es posible. El pasado día 7 escribía Hernán Casciari sobre esa aventura, a la que injustamente muchos colgamos el escapulario de ‘la nueva manera de hacerlo’, como cuando descubres posiciones enconadas a la hora de hacer el amor. Casciari, al que algunos recordaréis por colaboraciones en el ‘diario global del castellano’, dice:

todo mucho más sólido desde afuera. Desde adentro es una pequeñísima empresa gestionada por dos familias. Mientras escribo esto, Cristina está abajo embalando dos toneladas de revistas y enviándolas a once países de Europa. En Argentina, Chiri y María cierran el número seis al mismo tiempo que se mudan. Diseñan y pintan paredes. Editan y transportan muebles. Si nos vieran trabajar, dudar, putear, coordinar las agendas con las actividades de los hijos, dormir poco y equivocarnos a cada rato, perderíamos el prestigio en dos minutos.

Pero los lectores, los que nos cabreamos porque la 1/4 parte del presupuesto de cultura de una comunidad autónoma se la comen los gastos de un dinosaurio de cemento y de losas de piedra de Brasil, mientras dejan sin fondos para las bibliotecas públicas, sin pasta para tóners de impresoras o sin libros nuevos desde 2009, pensamos que sí, que me cago en la puta, Hernán.

Dos familias han logrado financiar la autoconstrucción de una chabola cultural que tiene enganchados a miles de viejos y nuevos lectores. Sorteando las editoriales y los intermediarios han lanzado ya cinco números de una revista brillante. Mi amigo Andrés, porteño y lector, que son dos adjetivos como el aceite y el agua (un porteño no lee, dictamina), está entusiasmado con las versiones libres que han salido vía PDF de Orsai. Es tan diferente este proyecto que pensaron una cosa linda: cuando tengamos financiada la tirada de un número, repartamos la versión digital de modo libre. De nuevo nos volvemos locos y nos enganchan este tipo de iniciativas, que es una palabra abominable aunque Casciari la merece aquí, porque inicia una tendencia en pleno siglo XXI. Recupera el espíritu Dick Turpin de los fanzines y las publicaciones vecinales.

Total. A ver si bajo a La Latina a por ello y os cuento.
Carajo.

9 comentarios

  1. Dice ser Bandoneon

    Errata 1: tu amigo Andrés el porteño, en caso de ser yo el susodicho, no está entusiasmado con las versiones libres en PDF sino con el concepto global que trasuma Orsai. La apuesta es a abrir el juego intelectual, presentar el debate y llamar a la reflexión sobre temas que a veces interesan más y a veces menos. Orsai no dicta cátedra ni informa, ni investiga ni tiene primicias. Orsai opina y fundamenta las opiniones pero no para convencer sino para abrir ese sutil juego de pensar. Ese juego me entusiasma a pesar de ser yo mismo un pésimo jugador.

    Errata 2. Tu amigo Andrés, el porteño, en caso de ser yo el susodicho, no busca las versiones libres en PDF. Creo que proyectos como el de ORSAI deben ser apoyados y sostenidos por quienes estamos entusiasmados con la propuesta y compro las versiones digitales. Es un compromiso entre hacerles llegar alguna moneda y no juntarme con decenas de kilos de papel. A veces nos olvidamos que para que las cosas que nos interesan existan hay que hacerlas subsistir. Me arrepiento de no haber comprado más veces la edición en papel de Público y no quiero que me vuelva a pasar.

    Y finalmente «No errata 3»: Los que hacen ORSAI son los Messi intelectuales de un semillero que ya no existe más. Esa generación de argentinos tuvimos al alcance herramientas intelectuales para dar y tomar. No tuvimos edificios pero tuvimos un cuerpo de universitarios recien vueltos del exilio de la dictadura con hambre de saber y enseñar, no tuvimos grandes museos pero nos abrieron el apetito de un cerebro trabajado, no tuvimos mucho dinero pero se premiaba el pensamiento. Algunos salimos como yo y otros salieron bien como los que hacen ORSAI pero tuvimos exactamente las mismas oportunidades y el que tenia materia gris la pudo desarrollar a pleno. Ahora la Argentina no tiene ese semillero y me pregunto si España alguna vez lo tuvo o si lo quiere buscar. No es que la gente inteligente no aparezca en otro contexto, pero con una buena MAsía hay mucho mas Barça que dejando que los genios exploten por si mismos.

    13 marzo 2012 | 12:35

  2. spanjaard

    Entraría a sopapos dialécticos contigo pero tienes un problema conmigo: has usado y abusado hasta de la metáfora futbolística. Esto probablemente sea un cólico nacional que tenéis tanto en Argentina como tenemos aquí. Allí todavía tiráis de psicoanálisis para comprender y aceptar esa dependencia de la genialidad cosida a un cuero esférico. En España soy consciente que asesinamos al médico de pueblo, y nos lanzamos en brazos de un directivo de laboratorio farmacéutico disfrazao de filántropo pero dueño, al fin y al cabo, de las acciones del equipo líder de la liga.
    Mierda, caí yo también.

    El mismo gordo (le llaman gordo cabrón) de Casciari dice que precisamente se vuelven con el petate a Argentina porque allí están dándose las condiciones del semillero que España no tiene, ni aparenta poder producir de aquí a un tiempo.

    A ver si os ponéis de acuerdo, pues.

    13 marzo 2012 | 12:52

  3. Dice ser icosasblog

    Dudo si este post es una continuación del relato de las putas que el otro día enviaste a la mierda, perdón, a concurso (me gustó).

    Porque putas debemos sentirnos con lo que nos hemos dejado hacer y nos han hecho con esto de la cultura y tal (por añadir un toque furgolístico). Me reoonozco el primero en dormirme placenteramente con la droga económica que se nos suministró en esos años.

    Otra cultura es posible, tienes razón, pero creo que te quedas corto. Otra sociedad es posible: porque nos vamos a la mierda y los valores siguen siendo los mismos, no parecen cambiar. Espera 10 años y este país estará preparado para nuevas obras culturales.

    Quería hablar sobre el programa del domingo de Jordi Evole y no sabía como. Porque, ¿de qué cultura hablamos? De la de letras, artes y vainas varias ¿o de la del ladrillo?

    13 marzo 2012 | 13:14

  4. spanjaard

    ¿Por qué vas a cortarte? Escupe, escupe.

    13 marzo 2012 | 13:22

  5. Dice ser victor

    Centro Cultural Niemeyer, perdón Centro Internacional de Avilés . Universidad laboral de Gijón, perdón Laboral Ciudad de la Cultura. Seguimos en la cultura de » el que la tiene más grande»…yo dejaría que Nacho Vidal se encargara de estos temas, es un tecnócrata de reconocido prestigio.

    13 marzo 2012 | 17:13

  6. Dice ser Bandoneon

    Envíe un comentario y se trabó wordpress. Veré si puedo recuperarlo haciendo un patras en firefox. Maldita tecnologia.

    13 marzo 2012 | 17:21

  7. Dice ser Bandoneon

    Decia antes de que WordPress expresara su repulsa:

    Yo no me siento una puta pero tengo la convicción que desde que tiramos abajo el muro de Berlin perdimos la batalla. Ojo, que no me gustaba lo que habia de aquel otro lado del muro pero el estado de bienestar de europa occidental se lo debemos a la cortina de hierro y a la necesidad de los estados de resolver la lucha de clases sin lucha y sin terminar con las clases. Terminada esa etapa a los «proletarios del mundo» solo nos quedo ver como los triunfadores se iban haciendo cargo del botin: los trenes y la sanidad publica en Inglaterra, las empresas públicas en España, y un larguísimo etc en todo el mundo. Lo que nos pasa no es de putas, es de perdedores. Las putas al menos se abren de piernas a cambio de unas monedas.

    Que bueno, escribí cinco renglones sin metaforas futboleras. Ya empiezo a superar mi aregntinidad. Se lo tengo que contar a mi psicologa. Se va a poner contenta.

    13 marzo 2012 | 17:30

  8. Dice ser Retarded

    No olvide Vd, Don Luis, que tóner y cultura son contradictorios a decir de nuestros ministros de cultura (que así se llama el ministerio que dirigen o han dirigido). Y es que otros entienden por cultura el signo de los tiempos, frase cursi pero no tanto como decir «la cultura de salir de noche» o «la cultura de correr».

    Por eso no debe extrañarle que es del todo normal que se gaste más en edificios que en libros, como si se gastara más en el envoltorio que en el contenido porque esa es la cultura de estos tiempos (¿no le decía?), sobre todo cuando hablamos de cultura.

    Esta mañana le he leído una frase que me ha hecho escupir el café en una pared que tengo aquí delante y que todavía me río al recordar: que los niños tenían que salir bien peinados no fuera a ser que las profesoras de su colegio de ínfima calidad educativa se molestaran. Pero la frase es más seria de lo que parece, porque la educación ahora es responsabilidad del estado (no intente Vd competir con el estado, retándole a esducar a sus hijos en casa, porque perderá Vd. la cuestodia y sus hijos terminarán en algún hospicio -ahora llamado «centro», que es la cultura de estos tiempos). Y al estado le preocupa más que sus hijos sean ciudadanos repeinados, sentados ordenadamente en alguna cara biblioteca diseñada por algún arquitecto británico aunque libros, lo que se dice libros, no haya.

    Visitó Vd. algún museo ultimamente. No espere ver un esqueleto de dinasaurio, o la embarcación robada por un conde español a los nativos, busque el cartel donde anuncian las horas a que se pasará la proyección correspondiente y si de pintura es el museo, apréstese a alquilar los cascos inalámbricos. Todo esto señor mío es la cultura en estos tiempos.

    Por eso prefiero que me llamen retrasado y si se da el caso, cateto.

    14 marzo 2012 | 15:41

  9. spanjaard

    Así es y así lo tenemos que contar, Igor.

    14 marzo 2012 | 15:58

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