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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Entrenar sólo tres días. Pacto con Satán.

Ayer nos devanábamos los sesos los amigos Despeinao, Sline y yo, sobre ese tema (monotema) de los correres y los entrenares. Uno más cansado, otro recuperando, otro… haciendo un pacto con el diablo. Un pacto a tres.

A tres sesiones. Viene a ser que él me deja seguir con ganas de correr hasta los 70, y yo me comprometo a no pasar de tres entrenamientos a la semana. Uno corto y virulento (p.ej las cuatro cuestas de ayer), otro largo y sin sentido (un 30k o un 50k), y uno intermedio típico de sábado (como 1h10, no más, con cuatro o cinco minutos a ritmo alto).

El tema es que las teorías fluyen y empapan todo el sustrato de los lectores y practicantes del correr. Ahora, tras una época en que las sesiones alcanzaban el pleno semanal, o incluso la 5ª como número habitual, empiezan a aparecer nuevas interpretaciones sobre acortar un día los entrenamientos. No sé, porque no he llegado a echarles un ojo, si aducen los beneficios del descanso o el estrés habitual del día a día o si alguien ha llegado a plantearse que existe algo más allá del correr. Por ejemplo, tus seres cercanos.

Como, personalmente, me da lo  mismo si ya existe demasiado ruido teórico o no, disfrutaré de la exposición de un acercamiento más a esto de ‘cómo entrenar’. Añadiré yo el ‘… y para qué coños entrenar’.

Parto del principio que correr es único, pero no es lo único. Es algo a lo que todos deseamos seguir ligados -que no atados- de por vida y más, conociendo los casos de viejos runners que ahora penan apenas caminando por las sendas y parques y gimnasios, machacados por pubalgias, erosiones de cadera, rodillas con ligamentos de salsa alioli, etc. Los veo, hablo con ellos, y caen en la cuenta de que no han podido llegar a la jubilación con fuerzas de seguir trotando.

Enuncio pues: quiero seguir corriendo hasta la edad en que mi padre lo hace. Y este año ya cumple setenta. Y yo apenas acumulo cuarenta y dos. Esto requiere un plan ahorrativo y regenerador. Por tanto el mínimo entrenamiento me debería hacer llegar a disfrutar al máximo.

Utilidad: Si, además, quiero que me sirva para algo, conservar chispa para jugar a los africanos una tarde y poder correr deprisa o responder (o soltar) unos arreones, tendré que hacer un poco de todo. O sea, no renuncio a correr rápido.

Minimizado al máximo, tres ejemplos. Recuerdo que hace no mucho hablé de la variedad, nunca repetir dos entrenamientos en tres días. O sea, no salir a rodar 50min, a los dos días rodar 1h y al tercero lo que sea. Los ejemplos de la semana pasada o de esta pueden servir.

Sesión 1: trote 1h10 de charla con 5′ a ritmo alto y bosque variado.

Sesión 2: 45′ con 5 cuestas cortas, explosivo

Sesión 3: 2h charleta (intensidad aún más baja que la charla).

Según esta dinámica, no debería repetir un rodaje largo charlas antes de dos sesiones. Ni liarme a dar cambios de ritmo por mucho que me excite correr por una dehesa con charcos y barro hasta que no ‘le toque’.

A probar. Ya tenéis otro modelo de (des)entrenamiento.

5 comentarios

  1. Prueba,prueba, que el resultado no es nunca matemático…. Corre ahora que puedes y aun quieres..

    L

    27 octubre 2011 | 12:04

  2. Sí señor. Yo el año pasado las semanas que más entrené fueron de 4 días, preparando el GTP, y le dije al señor entrenador que no hacía 5 días ni harto vino. Se amoldó a eso y creo que nunca en la vida he andado tan bien (el señor entrenador es muy bueno en lo suyo y eso se nota).
    Este año decidí que 4 eran muchos días, y que con 3 iba más que sobrado para mis pretensiones y disfrute personal y familiar. Entre que mis rodillas se resienten con más de 3 días, y que mi familia también, pues es lo que toca.
    Como tú, creo que lo mejor funciona en 3 sesiones es no repetir. Una «rapidita», de series, cuestas, a ritmo. En esta suelo llevar «zapatillas raras» tipo Newton, Brooks Pure, para ejercitar «partes muertas y acomodadas». Una larga en torno a la 1h30′ que puede llevar alguna sorpresita enmedio. Y otra (esta la más difícil por su lejanía) por montaña, de al menos 3 horitas.
    Hay semanas que, por horarios laborales y demás, no lego a 3 y me quedo en 2.

    En fin, que al final sigo la máxima que llevo años aplicando a mi vida en general «Relájate y disfruta», que para eso estamos.

    27 octubre 2011 | 12:55

  3. Dice ser Bandoneon

    Yo, en cambio decidi que no entreno más. A cambio salgo a correr cuando me da la gana y lo que med a la gana cada vez que salgo. Algunas semanas salgo 5 dias y hago 70 kms, otras semanas salgo 6 dias y apenas llego a los 30 kms, otras semanas salgo 2 dias y llego a los 40 kms y una semana sali los 7 dias y llegué a los 90 kms. La pregunta es si esa anarquia sirve para algo y la respuesta es que sí, sirve para divertirme, no saturarme y seguir corriendo.

    27 octubre 2011 | 15:33

  4. spanjaard

    Bandoneón, tu es que te encontraste con Satanás y le convenciste de una tercera vía, aún más abyecta.

    27 octubre 2011 | 15:41

  5. spanjaard

    Jesús,
    Para eso estamos. Hay que seguir resistiendo.

    27 octubre 2011 | 15:42

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