Voy a fundar una estirpe, como decían los Decibelios. La clase obrera británica estaba orgullosa de su propia esencia. Billy Hopkins escribía en su Nuestro Pequeño Billy lo que su padre argumentaba como abanderado de no se sabía qué: «No quiero que ningún hijo mío se llene de ínfulas, ni que se le suban los humos a la cabeza. La gente como nosotros ha de permanecer unida, porque está claro que siempre nos llevamos la peor parte». Pues eso, la peor parte, el lado malo de la existencia, born to be wild…. runner.
Boooor tu bi guaaaayayyyyyl. Nanaaa, nanaaa… y héteme aquí preparando los achiperres del correr mientras la ciclogénesis se barrunta. Camiseta larga MTB (homenaje a s13, el hombre que odia el frío y ama el freestyle, o al revés), pantalon corto y riñonera. Despertador 5.15am. Y ¿a qué coños le llaman a uno a salir a correr a esas horas?
Por-el-sa-cro-san-to-or-gu-llo-bre-ro-run-ner (aquí es interesante entender que se deshace el hiato guiri despiezando las dos enes al modo tomista aristotélico).
Hay dos tipos de corredores. Los que salen a las horas de la aristocracia y los oprimidos por el capitalismo. Hagamos piña dejando hueco que somos cariñosos pero castos, y dejemos claro una cosa: a los que salís a las 12 los findes o a las 7 al salir del banco o de la oficina, os dieron medio hervor menos de serie. So finos.
El corredor del metal se calla cuando le escuecen las musleras. Asume la ampolla sangrante. No estira. No se hidrata. Causa pánico entre los redactores de revistas técnicas contando sus machadas sin sentido y revuelve las tripas relatando la anécdota famosa de los pezones sangrantes y el mono de trabajo de asperón al día siguiente (o la terrible de sentir cristales de cocacola clavados por dentro de los muslos al levantarse de la taza del water). Y sobre todo, madruga. Contramás madruga, contramás obrero.
Una pena lo tuyo, háztelo mirar.
s
28 febrero 2010 | 11:13
Muy bueno, Luis. Bueno, yo supongo que soy un obrero excepto en lo más duro, en lo de madrugar. Para entrenar, JAMÁS.
28 febrero 2010 | 11:18
Carlos Marx definio un grupo que podia llegar a ir indistintamente con los burgueses o con los proletarios de acuerdo a las conveniencias del momento. El lumpenproletariadozapatilleril puede madrugar como el proletario o salir a correr de noche como un aristocrata. O no salir nada y quedarse en casa con la excusa de que llueve mucho. Adscribo al lumpenaje mas por vocacion y por conviccion que por cuna.
28 febrero 2010 | 21:02
¿Cómo era?
«A quien madruga, Dios le ayuda»
Eso no casa muy bien con el linaje proletario ¿no? 🙂
01 marzo 2010 | 17:54
«Contramás madruga, contramás obrero» … Pues yo debo ser la madre de todos los obreros … o un majadero desvelao.
Cuidate.
02 marzo 2010 | 18:37
“Contramás madruga, contramás obrero”
jajaja, spanjaard, me has matao, jajajaja …
yo seré un «pijo», pero paso de levantarme a las 5 para ir a correr … y que hago después de salir del curro, ?echarme la siesta?
Un saludo!!! 😉
03 marzo 2010 | 17:55
Pues no veas lo que te pierdes, precisamente yo voy al revés, entre semana salgo cuando el sol se afianza en todo lo alto, ¿»pa» qué madrugar si aguanto hasta las nueve sin tener que levantarme a mear?, y los fines de semana temprano por culpa de los demás que quedan a esas horas tan obreras.
03 marzo 2010 | 19:30
Una pregunta:
suponiendo que duermes con tu santa. Además que tienes hijos.
¿cómo te despiertas a esas horas? con un despertador supongo.
y tu santa, no te dice eso de «¿pero que pesao eres?» cada vez que suena. ¿o ella no se despierta?.
Y te levantas de la cama y te pones todos los avalorios correriles, que no son pocos, sin hacer ruido, a oscuras ¿no te tropiezas con todo y acabas despertando a toda la familia?
dime, dime, que me tienes en ascuas…
03 marzo 2010 | 22:04
Ah, amigos, veo que ha suscitado ciertas inquietudes en vosotros. Creo que tendré que hacer una fotonovela mostrándoos todo, TODO.
Bordeinformático, básicamente. Duermo en cama matrimonio y tengohijos susceptibles de levantarse como las malditas gallinas (herencia spanjaardiana también). Así pues, dejo preparado mi baulito de plástico made in China con todo en la cocina. Me levanto con el snooze de la b-berry y cuento con una esposa de profundo dormir, medio sorda ademas. Todo a oscuras, pues vuestro raro amigo se orienta, viste y defeca a oscuras, solo es necesario dejar una luz lejana dada.
Pal, pero es que tú cuentas con ese status privilegiado de superviviente laboral obrero remunerado. O sea, prejubilata.
Grouch, el truco es echarse la siesta mientras se trabaja. Prueba.
04 marzo 2010 | 07:32