Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Cien cosas que te llevarías…

 

Es hora de sentarse a pensar. Como llevo unos cuantos días mirándome de reojo en la esfericidad celeste, donde habito, resuelvo y cavilo, he decidido hacer como si algún día tuviera que inscribirme en alguna carrera o aventura bestial. Que no llegará, porque he llegado -creo- a mi límite con la cosa de la Mancha del agosto pasado. Lo recordáis y no hace falta que cuelgue más enlaces ni hyperlinks ni nada.

Las listas famosas. He leído de todo sobre ellas: son odiosos listados o necesarios repasos a tu vida. En este caso son un modo de colgar ideas sueltas tras salir anoche a tomarla con mi Suzie (Q), descubrir el Wild Thing de Padre Claret con sus cubatas a 4€ y su música indie, el Lateral de Velázquez, la Casa de Cuba en España, sitios nuevos todos.

Así las cosas, relajando la bilis anticlerical de estos últimos días, apunten (y fuego). Lista de cien cosas, cien, a llevar en una mochila para una idílica aventura runner (a la misma aventura maratoniana de la vida, lectores míos):

recambio de gemelos de poliuretano irrompibles, dorsal, la mochila propiamente dicha, liofilizados de pechugas de pollo rebozadas de mi madre, una nevera portátil con pegatinas de los Freak Brothers, un portátil, el doble CD Punk & Disorderly, un fuet, las mizuno wave ascend 3, una masajista de inmensos pechos, mi vieja fiets marrón, kit de costura, la olla exprés que emigró conmigo a Amsterdam, un paisaje de Suffolk, ginebra, hielos, vaso, otra masajista -negra- de inmensos pechos, Le Petit Prince de Saint Èxupery, cerillas para prenderle fuego, guantes de algodón del chino, un misal, más cerillas, a mi santa para que complete el trío de los grandes pechos, un tratado sobre setas, navaja multiusos, una empanada de vieiras, una cordada del Almanzor, seis horas de risas, crema solar, calcetines naranjas chillón (calma, van 31);
un tuper con roasted beef de mi Ann, mapa 1:50.000 sobado de la zona, menta, un estofado (liofilizado esto no sé cómo quedaría), dos buenos amigos, El Padrino de Mario Puzo, lomo de Muñana, el número de móvil  de mis padres, sol que entra por la ventana, café solo con azúcar, una manta para sentarnos en el suelo, una selección (la EMI de las Guías Acento) de obras de Mozart, sextante, inditos de montaplex, abrigo o pelliza de borrego, un hornazo, cebolla caramelizada, La Tournée de Dios de Jardiel Poncela, camiseta y pantalón para evitar el repetido sueño del maratón desnudo, elongador del tiempo, un Pedro Ximénez, Never Mind the Bollocks, un rato en coche por la costa de Bermeo, hambre de la sana, hambre de la otra, la guía visual de Roma de Mondadori, una visa sin límite, cannoli di ciocolatta bianco, un filtro contra la Fe, frasquito con aceite 0.4º, un pulsómetro para reirme de él y de todos vosotros (van 63, un poco de paciencia si ya has llegado hasta aquí)
bañador, que siempre se me olvida, tapita de Arzak, la que él desee, broodje haring met uitjes, un tuper con recuerdos buenos, otro vacío para los malos (y van 3 tupers), mosquitera, brújula, 100 kilotones de energía, una línea de horizonte de la Costa da Morte, licor de kiwi, panchitos con miel, el viento de la playa de Rota, un beso en la noche de un hotel de Salou, la ‘senda de la tubería’ de las Cabrillas,  mis primeros botellines de viaje de fin de curso, la partida en los recreativos de Rincón de la Victoria, loncha jamón, caja de colores Alpino, papel de bocetos, un abogado, un informático y un osteópata (aunque no en este orden necesariamente), lentillas, sombrero, botas de los conciertos, tostada de brie con pimientos caramelizados, recambio de pechugona, recambio de atardecer, de zumo de naranja recién exprimido, de portátil, de ginebra, de Ramones, de terracilla en el renovado Harwich ha’penny Pier, de gelatto di fragola en Modica (Sicilia), un imprescindible set de argentino de emergencia y mi recambio de gemelos de carne y hueso, mis M&N’s, que harían noventa y nueve y cien.

Foto: de ‘Found Crap’. http://sorabji.com/foundcrap/shopping_list/shopping_list.jpg

6 comentarios

  1. Dice ser Ana *

    Y el caso es que a mí la cara de este chico me suena.

    06 marzo 2009 | 12:03

  2. spanjaard

    Sonar, sonar… un festival techno. 🙂

    Si me das más datos de dónde puedes haberme visto, mi email es un hombro donde desahogarse. Aquí no que hay musho mirón.

    06 marzo 2009 | 12:36

  3. Dice ser nachoenfuga

    Abogado, informático y osteópata de grandes pechos los tres, supongo.
    Misal y cerillas, ¡cuánta intolerancia!
    Ya jodimos los panchitos con la miel.
    Para qué llevar bañador si puedes bañarte como el de la foto (bueno, menos «alterado».

    06 marzo 2009 | 13:16

  4. Dice ser Santi Palillo

    No sé de que va porque no veo ninguna foto, yo no me llevaría cien cosas sino que dejaría de llevarme mil, para correr cuantas menos cosas mejor, siempre que haya una vuelta, clarinete.

    07 marzo 2009 | 18:42

  5. Dice ser Carlos

    Maese palillo, el gemelo le ha sumido en un estado mental-paradójico que le impide pegar enlaces y subir fotos pero sí darle mil vueltas al coco para elegir las mejores cien tontás que se le pasen por él.

    A ver si se recupera y echa a correr…

    Por cierto, la foto puede verse pegando el enlace en la barra de direcciones, aunque no entiendo na…

    08 marzo 2009 | 22:38

  6. Dice ser Commedia

    Pues gracias al comentario de Carlos, porque yo tampoco veía nada. Y lo de la cara del chico… ¿pero qué chico? 😉

    Leí (por encima) la lista y no ví nada sobre la (buena) compañía. Estoy seguro que las cosas que puedas echar a faltar en esa «idílica aventura runner» lo llevan otr@s, y si no, a lo mejor te las cuentan, que no sólo de cosas vive el runner.

    10 marzo 2009 | 11:14

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