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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Racimos

Iba a venir a contar mis experiencias con los racimos de uvas y mis críos, que cumplen años y pierden capacidad craneal de manera inversamente proporcional (de hecho ahora están pegándose de hostias tan alegres, les faltan los cacahuetes y las lianas). Tengo en la recámara humoradas varias (puñados) sobre las salidas casi a diario, los racimos de polvos que vengo echando casi a diario, los nuevos propósitos para el año y sobre los excesos cometidos por servidor de vosotros comiéndome racimos, casi ramilletes, de polvorones. Mira que los temas dan para líneas, punteadas o puntilísticas como aquellas pijotadas que pintaba Seurat en las tardes de ocio de La Jatte.

Pero hay otros racimos que escuecen al ser humano. Bueno, me escuecen a mí; al resto del ser humano parecen resbalarle, al menos los que no firmaron el Tratado contra las Bombas Racimo, en la Convention on Cluster Munitions. Hoy, Domingo, día de misas, a las 13.50 la portada de la edición digital de El Mundo muestra una foto sacada de AFP. Nada nuevo bajo el sol. Podría haber pasado sobre ella y tirar abajo en este nuevo modo de leer los periódicos que son las pantallas de ordenador que caen como las cataratas, hacia abajo, siempre sin retorno, cayendo de titular a secciones. Pero esto es lo que aparece.

racim

No había visto en mi vida cómo funcionan las bombas racimo (cluster bombs). Ahora me hago una idea. Una brutal idea. Imaginando la destrucción del invento, el horror de este tipo de bombas, subscribiría de inmediato el tratado y preguntaría al planeta cómo es posible que sigan siendo utilizadas. Aunque la palabra utilizar, en este caso, se queda como un témpano, inerme, transparente y muerta. ¿Cómo se puede asesinar de una manera tan hija de puta, utilizando lo peor de la mente humana para idear estos engendros?. La pregunta de la ofensiva de año nuevo es inmediata: ¿no me digas que Israel mata con estos ingenios?

Corriendo a la web donde vienen los países firmantes de dicho tratado, mal menor evitando las formas de muertes más indiscriminadas. China, Rusia, los USA, India, Israel, Pakistan y Brasil no firmaron el acuerdo planetario (¿es por ser productor?, ¿qué pinta Brasil no asumiendo el tratado?). Tiene huevos. Cada uno trague con su papel en el mundo. Luego se pedirá equidad y no asumir que algunos regímenes son una sistemática banda de matones de barrio.

3 comentarios

  1. Dice ser CoRRoeNCoRVaDo

    Sin ánimo de justificar a nada ni a nadie y en referencia exclusiva a la fotografía que ilustra la noticia de El Mundo, parece que la misma está generando mucha controversia. Valga un ejemplo:

    http://www.netoraton.es/?p=3862

    04 enero 2009 | 18:45

  2. spanjaard

    Pues muchas gracias por la aclaración.

    05 enero 2009 | 00:11

  3. Dice ser Dr. Maturin

    ¡ Hola Spanjaard !

    Creo que viene a cuento el discurso de Gervasio Sanchez, (Fotoperiodista), que «soltó» cuando le entregaban el premio Ortega y Gasset, delante de «ilustres» autoridades de todos los bandos. ¡ Con un Par !:

    (…) Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

    Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

    Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

    Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

    Muchas gracias

    GERVASIO SÁNCHEZ

    08 enero 2009 | 14:46

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