Yo juro que entraba a ver sobre la ‘operación urbanística más grande de Europa’. Pero la más grande con un cesto de cojonazos. Más de 15.000 viviendas, 68.000 puestos de trabajo en oficinas, torres, estación, o sea, la más grande, señoras y caballeros, la prensa opina y escribe sobre la Operación Chamartín. Mediante esta operación se liberarán 312 hectáreas de suelo, tres millones de metros cuadrados de suelo. Es algo que a uno le deja embargado. Sí. Como los diez primeros meses de 2008, en que los embargos crecieron un 11% respecto al mismo período de 2007
Ay, pero los nuevos vientos del desarrollo inmobiliario afectan a empresarios y becarios. De nuevo. En determinadas prensas (gratuita, deportiva) les afectan especialmente en la conversión convulsa del material de derrubio de agencia a titular, a noticia. Iba la cosa de tanto millón de metros, de carriles para allá y acá, que el becario (como Nespresso, what else?) ha sido desbordado por ambos lados, por dentro y por fuera. Y me topo con que su importancia, amplitud, alcance, o sea, la envergadura del proyecto, se convierte en embargadura. ¡Sapristi!
Aviso:
La palabra embargadura no está en el Diccionario. [www.rae.es]
Creo que la palabra es intencionada y con sentido pleno: es un proyecto de envergadura, embargado desde el inicio, con lo cual es de embargadura. Por lo visto Espe hace las cosas que hacía José Luis Coll con su mítico diccionario pero en piedra. Pobres becarios, con la que está cayendo.
30 diciembre 2008 | 19:05
Sapristi, dice. Vd. es o muy viejuno o muy leido, jajaaj. Feliz Año.
31 diciembre 2008 | 15:17
En verga dura no entran moscas. Un abrazo.
02 enero 2009 | 09:35