Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

El peor viaje del mundo

«Y luego estaba el mar abierto. Lo más probable es que el viento hubiera arrastrado la tienda y la hubiese dejado caer mar adentro, en dirección a Nueva Zelanda. Estaba claro que la habíamos perdido.» Cherry-Garrard, A. del original The Worst Journey in the World. Ed española p.491

En los albores del siglo XX, una vez conquistado el Polo Norte, docenas de marinos, científicos y aventureros profesionales de -básicamente- dos países, Reino Unido y Noruega, se lanzaron al último rincón extremo que quedaba. El Polo Sur les recibiría sin apenas alterar una inhumana rutina. Huracanes de fuerza 12 y temperaturas de hasta -60ºC. Y ando ahora terminando el último libro que dedicaré a este tema, tras el fabuloso diario de Sir Ernst Schakleton, South, es una especie de homenaje a Scott de un tipo duro que además sabia escribir. El marinero y ayudante biólogo de la expedición de Scott (en la que éste encontraría la muerte tras comprobar que Amundsen había llegado al Polo siete días antes) era Apsley Cherry-Garrard. Su versión en español no está nada mal. La tenéis en formato limitado de 6.95€ editada por Zeta.

Y, en fin, en estas dos semanillas entre algodones y buenos platos en las que no he corrido un metro (pero ni tras el trolebús, oiga) he aprovechado para hincarle el diente a este durísimo compendio de resistencia humana. Es curioso que en estas dos semanas ha coincidido que ha fallecido un montañero navarro por edema y congelación a 7800m de altitud, ha caido despeñado un desconocido montañero participante en una marcha excursionista por el Montseny (el monte, irónicamente, del seny, del sentido común), hemos visto como la tierra se llevaba por delante 50,000 chinos, y el triple de birmanos. Estamos rodeados de situaciones extremas; no hay duda. Todas, las voluntarias y las accidentales, poniendo en evidencia lo frágil del ser humano.

Dice Cherry-Garrard que «La exploración polar es la forma más radical y al mismo tiempo más solitaria de pasarlo mal que se ha concebido» (Ibíd, p.7). No estoy seguro de pretender acercamiento alguno a estas formas de tortura en nombre del encuentro con lo desconocido, de la difusión de la ciencia sin más motivación aparente que el hecho (y el derecho) de saber. Tengo un apego demasiado grande a mi mujer y mis hijos como para embarcarme en pasarlo mal hasta el límite. Además adoro esta década llena de cacharritos con los que uno se comunica, cuenta, le pinchan y adulan. Pero me quedo con un párrafo para los días más largos de cuantas aventuras ultramaratonianas lleguen. Que llegarán, que para eso estoy entrenando los aspectos de la psicología de la larga distancia.

Orientarse era tan dificil como arrastrar los trineos: por la mañana, tras pasarnos cuatro horas bregando, recorrimos únicamente milla y cuarto; por la tarde sólo recorrimos una. La temperatura era de -49ºC y soplaba brisa. Fue algo horroroso

11 comentarios

  1. Dice ser magopepo

    Y uno que se creía que había marcado un hito con su kilómetro 91 en 45 minutos!!!

    No somos nadie.

    Ilusionados saludos.

    28 mayo 2008 | 07:28

  2. Dice ser Carlos

    Todos tenemos un límite, el problema es encontrarlo, pues explorar sus alrededores se paga en sufrimiento, así que la pregunta no es ¿cual es tu límite?, sino ¿cuanto estás dispuesto a sufrir?.

    Pseudofilosofía legañosa de recién levantado al margen, a mí este tipo de gestas en las que alguien se juega, (y a veces pierde), la vida fundamentalmente por pura satisfacción persona, me producen una enorme admiración en un mundo en que prima la comodidad y lo material.

    Saludos. 😉

    28 mayo 2008 | 08:03

  3. Dice ser sylvie

    Someterse a peligros extremos, no me va…amo demasiado la vida.

    besitos.

    28 mayo 2008 | 09:27

  4. Dice ser PabloNSN

    -49ºC y soplaba brisa. Supongo no se debe referir precisamente a lo que nosotros entendemos por brisa. Esta semana empieza la Feria del libro de Madrid, gracias por la recomendación. Saludosss !

    28 mayo 2008 | 10:18

  5. Dice ser spanjaard

    Cher Paul,
    No sé si será más fácil encontrarlo en el tinglado de la Feria o comprarlo en un paseo con cafelito incluido por el triángulo Callao-Casa del Libro-Descalzas. Además puedes ver al gran Modigliani por la patilla en la Thyssen de las Descalzas.
    Suerte.

    28 mayo 2008 | 10:57

  6. Dice ser Cocolocus

    ¿El peor viaje? Estos no han ido en renfe. En fin, lo siento, cada loco con su tema, que decía Serrat.

    Por cierto, yo he pasado 4xºC a la sombra (veranos y veranos) sin soplar ni la más mínima brizna de aire, aunque fuere contaminado. ¿Seré un superviviente? 😉

    28 mayo 2008 | 20:06

  7. Dice ser wild runner

    Gran apunte, cocolocus (vamos a no mentar a la bicha … ).

    Opino como Carlos, se podrá o no compartir esa ansia por explorar los límites, pero desde luego es muy admirable actualmente, donde la gran mayoría te mira raro porque de vez en cuando sudas un poco o sales a correr cuando caen cuatro gotas.

    Por cierto Luis, si buscas literatura de «psicología del ultrafondo», hace unos meses me compré un librito en Amazon.com llamado «Running Through the Wall: Personal Encounters with the Ultramarathon». Hará tus delicias, seguro.

    Abrazos

    29 mayo 2008 | 00:08

  8. spanjaard

    Pedro, he leido un extracto y opiniones de ese libro pero, precisamente, este tipo de literatura la suelo coger con pinzas. Una cosa es preguntarse qué errores ha cometido el ser humano naciendo para la aventura, y otra construir una mítica del correr. Miraré a ver, aunque acabo de empezar a leer La Buena Terrorista (D.Lessing).

    29 mayo 2008 | 06:55

  9. Dice ser Juanma

    Cuando veo por la tele (filo de lo imposible y similares) reportajes sobre viajes parecidos, no puedo evitar la admiración esa de la que habláis por aquí.

    Luego, en frío y reflexionado, no veo dónde está esa admiración ni qué coño tiene de admirable que un tío se juegue la vida porque sí. Allá cada cual con su rollo. Son historias myu personales que el que las viva sabrá que recompensa tiene, pero insisto en el tema personal. No creo que sea algo admirable.

    A veces se nos va la pinza.

    29 mayo 2008 | 07:58

  10. Dice ser Bandoneon

    Contrariando a Don Marx (a Carlos, a Groucho es imposible llevarle la contra) la historia de la humanidad no es la historia de la lucha de clases sino de los viajes. Desde el homo sapiens cruzando Beringia para fundar los states y Canada, pasando por marco Polo, Amundsen y los ultimos desembarcados de una patera en Canarias, la historia del hombre es la historia de la lucha entre la necesidad de tener raices y la necesidad de abandonar la comodidad y echarse a viajar para tener algo que contar al sujeto de deseo de turno, o por razones economicas, o por razones politicas, o para agrandar horizontes o lo que sea. Es bueno que en tiempos de Vueling y messenger, en epocas de lastminute.com y dolar barato, los viajes y los viajeros sigan siendo objeto de veneracion. Aunque tengan que ser extremos para que nos llamen la atencion.

    29 mayo 2008 | 12:04

  11. Dice ser Juanma

    vamos, que me gusta seguir este tipo de aventuras y me quedo embobado mirándolas. Lo que quiería decir es sobre lo de admirar que se jueguen la vida… vamos, que eso sí que no lo veo por ninguna parte.

    Au, nanit

    29 mayo 2008 | 22:40

Los comentarios están cerrados.