Debo al gran Pepo varias cosas. A decir verdad, él dirá que no le debo nada, pero de él he aprendido a no hacer demasiado caso a según qué comentarios. Una de ellas es explicarle mi teoría (cosmogónica) sobre el hard core del deporte de larga duración.
Según mamá wikipedia, este término es una ambigua combinación de extremos en campos tan dispares como la música (hard core punk), la pornografía (ah!) o el título de determinada lucha libre viejísima o series de televisión. Pero hay más. Pepo es un «hay más» de estos. A punto de entrar en el lado perdido de los deportistas de larga duración, relata en su blog las últimas sesiones preparando un Ironman y le comento que si sabe que ya está en el núcleo duro de los mismos.
Y ¿qué es esto?. Pongamos un ejemplo como su vida misma; apasionado de las grandes distancias pero pasado de peso, con mil obligaciones laborales, culinarias y sociales (lo que tiene vivir en la tierra maldita, la costa valenciana, el lugar con más oportunidades de echarse a perder del planeta). Toma los días de carrera, bici o natación casi como un «ahora o nunca», porque me figuro que para él hay más oportunidades de saltárselo que de cumplir. Así usa maratones para preparar otros objetivos, se zambulle en los 101km de Ronda con los alfileres aún prendidos, etc. Un día escribió:
Ya verá quien se interese por los datos que ni me he matado a entrenar, ni he dejado de comer y beber a placer, ni he nadado nunca más de 2.300 metros en un día, ni he hecho más de 124 en bici, y esos una vez. Vaya, que si lo que uno quiere es solo salir, divertirse y llegar a meta, que le den su medallita, su camiseta de finisher y marcharse a casita con toda dignidad, no hace falta ni machacarse mucho ni poco, basta con confiar ciegamente en uno mismo, entrenar moderadamente y no hacer muchas tonterías
Y de esta manera va eliminando días de -quizá- relleno. Hace tiempo, además, que no le leo metido en carreras al uso, salidas asfalteras de medio maratón, rodajes placenteros individuales y demás. Y le digo que ha entrado en ese selecto pero desorganizado grupo de bichos indomables que, eso sí, cada vez que salen, 
es para hacer una barbaridad a ojos de la población que se subsume en la lectura de la prensa deportiva pero menos. Pero que a ellos les parece simplemente un momento único dentro de ese hobby de dedicarnos un rato al día, el día que se puede, a respirar más hondo que nadie. Cosas tipo 5h. de bici + 40´de carrera a pie, que ya son, o Maratones de Sevilla (febrero aunque se descolgó a la mitad), Barcelona (marzo), Madrid (abril) y 101km en Mayo, que para un serial killer de los foros con dedicación mental y física están muy cool pero para alguien que vive la vida del lado de los de la sonrisa, son una auténtica burrada que efectúa, eso, saboreándolos por sí mismos:
Toda la vuelta, desde Cullera, a tope, como si fuese una contrareloj. Cantando a grito pelado, para animarme más.
No está hablando de volver en coche tras una comida y doce gintonices. Está regresando de más de 4 horas en bicicleta. Una semana, apenas, después de zamparse 91km hasta la extenuación por las montañas de Malaga. Pero discretamente y sin nervios, como dijo un día: Debe ser el amigo ese del mazo, pues nada, no nos vamos a pelear.
Yo, indudablemente, soy de la filosofía del magopepo también desde hace tiempo…
Ver el deporte de otra manera, me haría enemistarme con él, de lo cual, no tengo ganas. Vivo para disfrutar y corro, disfrutando siempre, evitando dolores, agobios o estreses de cualquier tipo. Y es cierto, él es así, pero con muchísimos más cojones que yo…
Un gran tipo el Pepo. Besitos para los dos.
Ps: por cierto, gracias por ese link, que soy un desastre y aún seguía pensando que no tenía blog!!!
27 mayo 2008 | 12:51
«No hace falta machacarse mucho ni poco, basa con confiar ciegamente en uno mismo, entrenar moderadamente y no hacer muchas tonterías».
Muchisimo más profunda aseveración de lo que parece, y que con permiso del autor, hago mía como una de esas citas que se te quedan grabadas a fuego e influyen de una forma muchas veces inconsciente en tu forma de ser.
Que nos dure ese espíritu. 😉
27 mayo 2008 | 13:06
Hola Luis, hola amigos, sois muy amables.
A ti, efectivamente, como muy bien vaticinas al inicio, lo primero es decirte que, efectivamente, no me debes nada. O, quizá sí. Ya que te pones, me has quitado de la lista la maratón de Valencia en febrero, la única en que he bajado de cinco horas este año.
Syl, un placer leerte. Un beso también para ti.
Carlos, la cita está sacada de la crónica del IM del año pasado, lo escribí como lo sentía. Luego le he dado muchas vueltas a esas tres ideas, me parece tan importante la confianza ciega, ilimitada, en ti mismo y el no hacer tonterías el día de la prueba como el propio entrenamiento. Y en cuanto a éste, la moderación es esencial, hay mucha gente por ahí machacándose hasta límites increibles, de manera insana, innecesaria, absurda.
Agradecidos saludos.
27 mayo 2008 | 13:27
Bueno, de sabios es rectificar. Conste en acta que corriste también en Febrero en tu casa. Sabe dios si bajaste de las 5h echando un pie tras otro como todo quisque o si hiciste algún apaño. Habrá que revisar las crónicas. jejje
27 mayo 2008 | 14:09
Sabes, bajé de las cinco horas por una única razón: no daban más tiempo. En Florencia, Barcelona y Madrid me fui por encima de ese tiempo porque las respectivas organizaciones lo permitían. Es tan sencillo como eso.
Un abrazo, golfo.
27 mayo 2008 | 16:30
Tanto estress, coñ… Rellenando cuadritos de un calendario para luego llegar pasado y con tendones castigados a una carrera. Es eso, tomarse la carrera como un entrenamiento más y trotar al ritmo que nos dice nuestro propio cuerpo
Ale Pepo en nuevo gurú de lo popular.
27 mayo 2008 | 19:27
Luis y Pepo, dos ckacks del asfalto y de los gintonics, que el Luis también se los toma de dos en dos, como los cojones. Me machacais psicológicamente pues yo soy de los «otros» de los que se machacan, se cabrean y se pelean, pero es que yo soy así, si no me ha costado sangre, sudor y lágrimas me da la impresión de que no ha merecido la pena. ¡Se que estoy enganchado!, pero os juro que me estoy quitando.
A pesar de ser de «los otros» espero que me acepteis entre vuestros amigos… jajajaja.
Un saludo
P.D.: En mi caso estoy perdiendo kilos a espuertas, ya voy por 66 y nadando como un cochino para intentar salir del agua en Zarautz en menos de una hora. No debería ir, pero como me gusta sufrir tanto… iŕe… Y ya os digo, se que estoy en embarcado en el error, pero es que soy así, prusiano, metódico, contumaz y disciplinado hasta la impertinencia… ¡Cómo me gustaría ser de otra manera!. ¡Qué envidia os tengo!.
28 mayo 2008 | 09:47
Así que tu eres el remitente!!! Ya decía yo, ¿de donde cojones vienen estos kilos?
28 mayo 2008 | 09:51