Isabel Pantoja y Chabelita hablan de mujer a mujer sobre el escándalo

Chabelita e Isabel Pantoja, en una foto de archivo. © Gtres

Como si no ocurriera nada. Desde que este miércoles estalló la bomba, Chabelita Pantoja no sólo no se ha pronunciado sobre el tema de su astuta madre biológica sino que ha actuado como la que no quiere la cosa: que si ahora publico en Twitter el arroz con pollo tan rico que le estoy haciendo a un amigo, que si retuiteo el próximo show de mi hermano Kiko Rivera, que si tal y que si pascual. Pero de su madre biológica, nada de nada. Y la cosa es fuerte.

Es fuerte porque la Pantoja está en la cárcel (ahora de permiso, pero en la cárcel al fin y al cabo) y porque este país aún no está preparado para algo que podría ser tan natural y tan lógico como que pasados unos años la madre biológica de un niño dado en adopción aparezca en escena.

La madre de Chabelita la dio en adopción precisamente porque estaba desesperada, como ella misma ha contado, y ahora está arrepentidíiiisima y quiere dar calor a la niña que un día dio a luz, hacerle saber que está ahí, que quiere abrazarla.

La joven Chabelita tiene un papelón que ni en El secreto de Puente Viejo: una madre en la cárcel, criticada y juzgada no sólo por un tribunal sino por medio país, además de por los fieras que rondan los platós televisivos y los columnistas. Y la otra que aparece en escena publicitando por todo lo alto, previo pago de un cheque de 6.000 euros, que ella es la madre de Chabelita y que quiere verla.

“Mi mayor ilusión es conocerte, abrazarte, aunque sea solo un minuto nada más, después ya me puedo morir. Nada más, no quiero nada más”, llega a decir la buena señora, que sí, que como digo tiene todo el derecho de ver a su hija si ésta lo desea, pero que se podía haber ahorrado hacerlo mediante exclusiva millonaria, ¿no os parece?

Y es que ha recibido un más que cuantioso cheque por largarlo todo y, según se dice, se rumorea, se comenta, podría enfrentarse a la no tan amorosa entrevista a la que podrían someterle los colaboradores de Sálvame dentro de una semana, lo cual no sería raro, pues si ha hecho uno, ¿a qué habría de negarse en otro sitio en el que pagan diez veces más?

Por eso, yo, Rosy, me pongo en los zapatos de Chabelita y le ruego desde aquí (sé que me está leyendo) que NO vaya a Sálvame Deluxe, le ofrezcan lo que le ofrezcan, pues eso son palabras mayores: Roxana Giovanna Luque Salca no le hagas eso a tu hija. No lo merece. O mándale un WhatsApp por lo menos para preguntarle y repartir el botín (en Lecturas te dan su móvil sin problemas, ya verás).

Ahora en serio: Chabelita es buena, y sí merece seguir la vida como ella buenamente quiera, sin tantos líos, y hacer los arroces con pollo que le dé la gana para sus amigos y para su hijito. Merece que su madre, Isabel Pantoja, a la que adora, salga de una vez para siempre de la cárcel, que digo yo que ya ha aprendido bien la lección, ¿no os parece?

Que su padre biológico también ha salido a escena gracias a un periodista de Telecinco y ahora sabemos que… ¡está en la cárcel como la Panto!

A todo esto, según Beatriz Cortázar el entorno de la cantante podría poner una demanda de no te menees a la revista y a la madre biológica, para rizar más el rizo, pues consideran que lo que la buena mujer ha hecho es ilegal y fuera de toda lógica, ya que hay un proceso de adopción de por medio. Más juicios y tribunales no, por favor.

De momento, lo único que está claro es que este fin de semana Chabelita y su mamá tendrán una conversación de mujer a mujer: Isabel, ya lo he dicho y ya lo sabéis, ha salido de la cárcel gracias a un permiso de seis días. Se abrazarán, llorarán juntas y tal vez digan: ¿Es realidad o sueño?, ¿cómo puede ser esto verdad?

Y es que ni en los culebrones venezolanos, oiga.

¡Feliz finde!

Rosy

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