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Corazón, corazón; corazón pinturero.

El destino de la millonaria fortuna de Lina Morgan

La última vez que vi a Lina Morgan fue en el Teatro de la Latina, hace exactamente tres veranos, en un estreno de Carmen Machi. Se trataba del único lugar en el que era posible ver a la cómica: ella lo consideraba su segunda casa y por eso, porque era allí el único sitio público en el que se sentía cómoda, acudía a cada estreno que se celebraba.

Pasó Lina por el ‘photo call’ y yo me acerqué con mi grabadora y le pregunté: “Lina, ¿cuándo te veremos de nuevo en un escenario? Se dice que están dispuestos a pagarte cantidades astronómicas…”

Ella se echó a reír y me dijo que cuáles eran esas ofertas, porque ella no se había enterado. Me dijo que estaba muy dispuesta a volver al teatro, pero que sólo lo haría con un buen proyecto, porque no quería “dar pena”.

Capilla Ardiente de Lina Morgan en el Teatro de la Latina, el jueves pasado. Foto: Gtres

Capilla Ardiente de Lina Morgan en el Teatro de la Latina, el jueves pasado. Foto: Gtres

Evidentemente, cuando hablaba de “buen proyecto”, no se refería a cantidades económicas. Lina era millonaria. El Teatro de la Latina, el mismo que de momento ha dicho que no quiere ponerle su nombre (no me creo que sean tan ingratos), lo vendió por siete millones y medio de euros (ahí es nada), y para colmo ella era ahorradora, no tenía grandes lujos, sólo su casa, un pisazo al ladito del Retiro en el que vivió con su queridísima hermana.

Quiero decir que hubiera sido millonaria aunque no hubiera vendido el Teatro de la Latina. Tenía muchísimo dinero, y ahora se especula con el destino de todos esos millones (hay quien dice que podrían ser cuarenta, lo cual tal vez sea pelín exagerado).

Algunos medios bastante osados han dado datos, pero en realidad nadie lo sabe. No lo sabe nadie porque Lina era totalmente hermética y porque su hombre de confianza, Daniel Pontes, el chófer que empezó a trabajar con ella hace 35 años, no ha abierto la boca.

Parece evidente, eso sí, que sus sobrinos no recibirán nada, pues cuando Lina estaba en el hospital y uno de ellos quiso verla ella se negó, en un acto de gran coherencia, pues si en la salud no tenían ninguna relación, ¿a qué ir a verla cuando estaba enferma?

Hay familias que se hacen con el roce, con cariño y sin pizca de sangre, como le sucedió a Lina Morgan con Daniel Pontes que, evidentemente, recibirá buena parte de su fortuna, lo cual no es difícil de deducir: ella le quería.

También se dice, se comenta, se rumorea, que otra parte irá destinada a organizaciones que luchan por los derechos de los demás y por un mundo más igualitario, lo cual la engrandece aún más como persona, porque Lina Morgan, esa gran cómica, era una mujer buena que sobrevino a muchas dificultades de su época, demostrando un gran valor, y que merece todos y cada uno de los éxitos que tuvo, así como cada uno de sus millones.

También merece un teatro con su nombre, el Teatro de la Latina podría ponerle su nombre, ¿no os parece?

7 comentarios

  1. Dice ser Lola

    Por una vez estoy de acuerdo contigo en algo.

    24 agosto 2015 | 11:00

  2. Dice ser Rosy

    Gracias Lola!!!!!

    24 agosto 2015 | 12:26

  3. Dice ser ayla

    Pues yo no estoy de acuerdo en que cambiar el nombre del teatro sea una ingratitud por parte de nadie. Si Lina cuando era propietaria no lo hizo, y tenía todo el derecho del mundo, es porque ella también quería que se llamara así: Teatro de La Latina, como siempre, como toda la vida, un nombre precioso

    24 agosto 2015 | 12:43

  4. Dice ser Rosy

    Ayla, es verdad q el nombre es bonito, pero asi se llama todo el barrio. Seria una forma de homenajearla!!! Yo creo que lo merece.

    24 agosto 2015 | 13:26

  5. Dice ser jvr

    Ella no quería que se cambiara el nombre y así va a ser.

    24 agosto 2015 | 13:32

  6. Dice ser keiko

    a esta señora artista comica y muy campechana y simpatica en sus peliculas la empece a admirar cuando llego la tele española a mi pais ..me encanta..sus picardia y sus gestos graciosos……muy bien condujo su vida sin escandalos ni sin grandes cosas ..asi se hace ..eso es puro talento nunca necesito de porquerias para agrandar su fama …ella mando en ella misma ..dueña de si ..no tuvo apegos ni cargas ..siempre hay un piojo pegado cuando una prsona que vive bien de su trabajo y cuando se va o esta aun entre nosotros tiene dinero ..siempre hay alguien que quiere lucrarse sin haber cruzado un saludo cariñoso con la persona ..solo un nexo de sangre ..y por ello se creen con derecho a no trabaja sino vivir del trabajo del familiar es triste ..ella no tuvo, repito apegos ..se fue sencilla y digna como era ..en paz descanse y gracias por las risas que provoco a la gente en este mundo tan convulso..que le pongan o no el nombre al teatro eso no tiene importancia pq yo que solo paso por madrid una que otra vez se que ahi era el hogar artistico de la gran señora LINA MORGAN .. igual me da si se llama latina

    24 agosto 2015 | 15:51

  7. Dice ser ayla

    Rosy, lo sé… mi madre nació en La Latina, pero como dice el compañero Keiko, no tiene importancia el nombre del teatro, tiene importancia el recuerdo, a lo que iba es que no me parece ninguna muestra de ingratitud no cambiarle el nombre, es más a mi me parecería oportunista incluso

    25 agosto 2015 | 08:13

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