Sputnik Basket Time

Un blog de baloncesto, desde corta, media y larga distancia, que trata aquellos aspectos poco habituales cuando se habla del deporte de la canasta.

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Los cuentos de Disney, la comida basura y la ACB

Hace unos días, en el diario El País, Francisco Roca, presidente ejecutivo de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), hacía un desglose de algunas ideas y reflexiones sobre la competición, su situación actual y sus posibilidades de futuro. Asunto de bastante enjundia a la vista de las precarias audiencias del deporte de la canasta en televisión y de la considerable bajada de asistentes a los partidos en directo en muchas canchas, como confirman algunos jefes de prensa fuera de micrófono. Roca, ex director general de la Liga de Fútbol y que fuera responsable de la NBA para el sur de Europa hace un análisis con la mejor de las voluntades.

Liga ACB

Foto: JUAN PELEGRÍN

Comenta el principal dirigente de la ACB sobre el diagnóstico general: “No me he llevado ninguna sorpresa. Todo lo que había leído sobre la problemática de la ACB, la asistencia a las canchas, los horarios, las audiencias, el formato de la competición, la relación entre los asociados, etcétera, ha resultado ser un diagnóstico clavado”. Suena bien, sincero y atento a la complejidad del momento. Añade Roca: “El principal valor es la calidad de la competición. Somos sin duda la mejor Liga nacional fuera de EEUU y eso nos hace partir de una posición muy fuerte. Tenemos cinco equipos españoles en la Euroliga, grandes jugadores y grandes entrenadores”. Sintético, poco que añadir.

Más recorrido tiene el asunto de las “cuestiones a resolver” que le propone el periodista Faustino Sáez. Dice Francisco Roca: “Quiero potenciar la comunicación y la generación de contenidos porque es el ser o no ser del negocio. En los últimos años hemos perdido terreno”. No cabe duda de que así es, en buena medida por la falta de riesgo y por la reiteración de discursos manidos dirigidos hacia un espacio de público -el muy aficionado- que ha tocado techo. No lo digo con voluntad acusatoria sino por aportar ideas por el bien de todos los que nos gusta este deporte. Me llamó la atención un asunto reciente que espero no sea malinterpretado. Pablo Iglesias, estrella mediática por encima de otras consideraciones, entrevista a Fernando Romay, jugador con glorioso pasado, el asunto tiene considerable repercusión en el mundo de Youtube y las Redes Sociales, sin excesos víricos, pero sí significativamente seguida. En ACB.com ni una mención, tampoco en el partido siguiente emitido por Teledeporte les pareció reseñable a los comentaristas, con el juego que habría dado un personaje que ahora mismo tiene más tirón que Mayra Gómez Kemp en su momento. Tampoco se estimula el feedback o algún #hashtag con posibilidades de arrastre. De nuevo la prudencia prudentísima, el qué dirán, o el no enterarse, que podría ser peor porque el mundo del baloncesto no está para perderse nada.

Dice el patrón de la ACB, al respecto de los “espejos en que mirarse” que le interpela el periodista: “El fútbol, la NBA y la Euroliga son espejos válidos, pero nos vamos a mirar también en la Premier, en Disney, en McDonald’s, en Coca-Cola…” Puestos a mirar horizontes, en vez de pensar en infantilismo y comida basura se podrían copiar otros asuntos de Estados Unidos, donde no tienen complejos en llevar a pantallas de baloncesto a políticos o personalidades contradictorias. El bueno, el feo, o el malo de Dennis Rodman también son visitas, por muy excéntrico, o no, que pueda parecer el apelado. Que la gente hable de nuestro deporte solo nos beneficia. Insisto, no hay connotación partidaria en este comentario. En otras latitudes no tienen tanto recato a la hora de meter lo políticamente incorrecto en antena. Eso genera interés en otros públicos, capta la atención, elemento fundamental para el aumento de curiosos, quizá luego aficionados al baloncesto. De eso se trata, de llamar la atención del público. El problema no tiene solo que ver con cómo se proyecta. Es cierto que la web de la ACB es una de las punteras en número de visitas a páginas de una competición exclusiva. Es un mérito sin duda, pero la situación requiere más pasos. Quizá más gente trabajando o mejores condiciones laborales dentro de la Asociación. Lo ignoro. Decir que hace falta cierta chispa nueva a la hora de posicionar el baloncesto no creo que sea descubrir la pólvora.

Tiene que ver en parte, con el tratamiento a la prensa especializada. Elemento indispensable de difusión. No es cuestión de hacer corporativismo laboral, pero la política general de medios es bastante raquítica, con honrosas excepciones, donde sí hay ingenio y facilidades. Pero tampoco es suficiente. Entrar en los vestuarios para hacer entrevistas, facilitar las ruedas de prensa y el acceso a jugadores… incluso convocar un día de medios y espacios para el encuentro de aficionados y jugadores alrededor de la Copa del Rey -como se hace en el All Star Weekend– además de promociones comerciales no sería impensable. La exigencia de la competición es muy distinta en uno y otro caso, pero un poco más de lo actual no parece tan difícil. La Copa del Rey como gran encuentro de aficionados, medios, equipos… La gran fiesta del baloncesto español con mayúsculas. Ser todavía más ambiciosos que el formato actual.

Tampoco estaría mal un poco de mirada periférica. Recuerdo un partido en el Barclays Arena de Nueva York, donde juegan los Nets de Brooklyn, en el que había un colegio de chavales afroamericanos del Bronx en la cancha esperando a los jugadores antes de iniciarse el encuentro. La pista era un desfase controlado de chavales y chavalas, pero atraía aficionados, entre otros los familiares. Había un ambiente especial. Más allá del debate de las cheerleaders habrá que pensar también en lo social, valor que con demasiada frecuencia se olvida en la promoción del baloncesto. Yo soy muy fan de NBA Cares por una cosa que me comentó Felipe López en una ocasión: “NBA Cares es un programa que surgió en octubre del 2005, esta basado en hacer trabajos en zonas que tienen necesidades o que viven en situaciones complicadas, aportando una imagen de la NBA más allá de ser una liga deportiva, sino también como una organización humanitaria que se preocupa por mejorar la vida de las personas, especialmente de los niños y jóvenes. Nuestras iniciativas consisten, por ejemplo, en reconstruir escuelas, ayudar a arreglar parques, bibliotecas, casas… en las comunidades más necesitadas. También trabajamos a nivel internacional, y se ha realizado un esfuerzo importante por dar a conocer nuestros proyectos en otros países lo que favorece una mejor imagen de la NBA”. Esto no necesita mucho esfuerzo económico, prácticamente ninguno, se trata de hacer una marca social reconocible con valores saludables. “Buena imagen” es noticia, también más aficionados e identificación.

Pero hay mucho más. Las diferencias de presupuesto están condenando a la competición a una suerte de intercambio monótono de cromos entre el Real Madrid y Barcelona. Situación que tiene que ver con la chequera y la permisibidad. Dice Francisco Roca: “El desequilibrio presupuestario es común en el deporte en España y hay que convivir con ello. No es solucionable a corto plazo”. Vale, pero habrá que proteger a los clubes con menos recursos, porque de lo contrario será imposible cambiar la tendencia. Un ejemplo fue el caso de Dani Díez, que se fue de Estudiantes cuando era cadete para jugar en el Real Madrid. Una condición que puso el canterano al club blanco era seguir estudiando en el Ramiro de Maeztu. Un drama para el Estu, también para su proyección interna. Preguntado en su día Mariano de Pablos, cuando era director de cantera en el club colegial, comentaba: “Lo que ha pasado con Dani Díez, es una vulneración de los acuerdos que existen con la ACB. Es algo que no puede pasar. Deberíamos haber sido mucho más contundentes en nuestra queja. A partir de ahí, nosotros tenemos la conciencia muy tranquila con Dani. El año pasado se hizo un trabajo muy bueno con él, que es lo que le ha llevado al éxito con la selección este verano, y a que el Real Madrid lo haya fichado. Teníamos un proyecto muy bonito que él conocía, y desgraciadamente su marcha ha sido, por mucho que se quiera vestir de otra manera, un asunto exclusivamente de dinero. Han sido hechos consumados. Un contrato firmado con los padres de Dani, donde Estudiantes no ha podido hacer nada. Y nosotros, ni queremos ni podemos entrar en una guerra que consiste en firmar contratos de este tipo a chicos de 15 años”. Dani Díez es ahora jugador de Gipuzkoa Basket, podría estar con Jaime Fernández liderando a un Estu que navega fuera de foco e identidad desde hace años, pero está en otro club y en el Ramiro alguno pensará que ese es el camino…

Dani Díez

Dani Díez con la selección española (Foto: JUAN PELEGRÍN)

Mención especial es la que se refiere al reglamento de la competición. Yo soy partidario de unificar el criterio de la ACB con la NBA. Prácticamente al 100%, sin más zarandajas. No entiendo dos reglamentos para un mismo deporte, el fútbol se juega igual en todo el mundo, y hay que reconocer que los estadounidenses, en esto del baloncesto, tienen prioridad. Que nadie se asuste, con un reglamento igual no estaremos viendo la acción antiestética y de horrorosa técnica de los pasos -no veo ni a Pau ni a Marc haciendo pasos en la NBA y llevan años-. En categorías de formación nuestro baloncesto preservará su identidad, la que le hace identificalbe. Se le pueden dar muchas vueltas y retoques, hay que hacerlo, pero si queremos que la ACB sea espectáculo, habrá que cambiar el marco normativo más allá de pequeños detalles en cuenta gotas. Hay una evidencia, las faltas estratégicas, son un peñazo y merecen más castigo, el salto en la zona es una emoción, etcétera…

Tiene Francisco Roca mucho trabajo por delante. Aspectos que tienen que ver con el marketing, con el reglamento, con la unificación de criterios entre todos los clubes, con la protección a los equipos de cantera, con la promoción y la difusión de contenidos… También los clubes tendrán que dejar de mirarse el ombligo y trabajar coordinados y en una misma dirección… Esto es un blog y el espacio es limitado, aunque el tema da para mucho más. Estoy seguro que todos queremos ver mejor posicionado a nuestro baloncesto, pero si es a costa del pato Donald, las bebidas gaseosas, la comida basura y las misma limitaciones que habitamos dentro y fuera de la pista, mejor, algunos, nos volvemos a las canchas de poco aforo, menos presuntuosas y con un ambiente más saludable.

PD: Me dejo en el tintero la Ley del Deporte, donde también habría mucho que hablar sobre el trato al aficionado y la imposibilidad de disfrutar de un espectáculo desde el punto de vista de la comodidad, no de las restricciones. Asunto que da para un debate aparte, como el de la Euroliga…

Otras formas de ver y jugar el baloncesto

Hace unos días me contaban que en la provincia de Guadalajara, se había creado una liga de baloncesto “desde abajo”, un proyecto que surgió por iniciativa de un grupo de árbitros, cansados del precio de las licencias y las carencias del baloncesto amateur. Estos árbitros habían decidido organizar de manera autogestionada un campeonato provincial sin pasar por la taquilla de la Federación, por lo visto la idea está creciendo a buen ritmo. Una competición, por lo que parece, similar a la que desde hace pocos años se juega en Madrid y que lleva por nombre Liga Cooperativa de Basket, con notable éxito en una ciudad donde el baloncesto a pie de cancha, es ninguneado por la administración.

Liga Cooperativa de Madrid

Soy de la opinión de que derivas y proyectos de este tipo, son consecuencia de las culturas diversas que han surgido en el contexto de la situación política y económica que vivimos en los últimos años, donde muchos ciudadanos han decidido intervenir directamente sobre algunos de los asuntos que antes parecían regirse solo por lógicas clientelares. Sin lugar a dudas, espero que este tipo de iniciativas se consoliden, se extiendan y se conviertan en referentes. Sería mejor para todos los que creemos que las transformaciones sociales también tienen que ver con nuestro día a día y con nuestra relación con el deporte. Añado el maravilloso vídeo del gran Tomassi Doblecero donde se explica qué es y cómo funciona la Liga Cooperativa de Madrid.

Mesa de diálogo en Guinea, Aauri Bokesa y las miradas del deporte

Hay un mantra recurrente que dice que «no es bueno mezclar política con deporte”. El runrún es ambiguo y engañoso. Viene a decir que cuando uno corre, nada o encesta no debe mirar más allá de donde alcanza la línea meta, los premios y las sonrisas de las primeras filas. Ocurre que la realidad no opera en esa dirección. Los deportistas tienen un entorno, unas vidas y unas familias más allá del terreno de juego. No perder la referencialidad y el contexto no es un asunto menor, al revés, aquellos que lo hacen porque piensan que reflexionar y situarse les distrae de alcanzar el éxito no se dan cuenta que en el fondo lo que están haciendo es someterse a la esclavitud de la indiferencia propia y ajena.

Aauri Bokesa

Aauri Bokesa en su etapa del jugadora de baloncesto. (foto: CLUB ESTUDIANTES)

Aauri Bokesa fue jugadora del equipo femenino del Club Estudiantes. Hace unos años decidió colgar las botas de baloncesto y cambiarlas por el tartan de atletismo. Conozco a Aauri desde hace un tiempo, una persona, como muchas de aquellas jugadoras que compusieron una etapa brillante del baloncesto femenino colegial, estupenda. Una magnífica deportista que además no tiene reparos en pensar el mundo que habitamos. Esa conciencia de Bokesa también tiene que ver con su propia historia personal.

El presidente de Guinea Ecuatorial, el dictador Obiang Nguema Mbasogo, ha convocado estos días una Mesa de Diálogo para hablar con la oposición del futuro del país africano. Anacleto Bokesa participa en este encuentro. Anacleto es el padre de Aauri y uno de los líderes del MAIB (Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko), una persona integra y decidida. Aauri está preocupada por lo que pueda ocurrir en su país de origen con su padre: “Lleva más de 40 años como exiliado sin poder asistir al país. Una de las exigencias del dictador, es que a la Mesa de Diálogo solo acudan guineanos, muchos de los miembros del MAIB tienen nacionalidad española y se les obliga a renunciar a ella y viajar mediante salvoconducto, medida que consideramos bastante peligrosa”. Lo cuenta con preocupación, con esperanza y también con orgullo.

Mesa de diálogo nacional

Logo del encuentro en Guinea Ecuatorial

Hace no mucho, la selección de fútbol española viajó a jugar un partido amistoso en Guinea. Buena parte de la prensa (deportiva y generalista) criticó aquella decisión de la Federación Española de Fútbol. Pasados los titulares que acusaban a la selección de falta de perspectiva por viajar a un país con un régimen que oprime a sus ciudadanos y niega libertades y derechos políticos, volvió el silencio. Ahora, con la creación de la Mesa de Diálogo prácticamente nadie reseña una noticia importante para el devenir de un país africano con el que nos unen muchas circunstancias históricas.

La cuestión no es que haya que mezclar política con deporte, la cuestión es que no hay que olvidar mezclar los derechos humanos, la libertad de la personas y la construcción de un tiempo de vida mejor con ninguna de la actividades que desarrollamos. Porque de lo que se trata es de pensar un futuro y un presente mejor para todos. Así será más placentero disfrutar de un partido de baloncesto o de una carrera de atletismo. La verdadera meta, al menos para algunos, es esa. Aauri lo tiene claro y nosotros vigilamos desde aquí que el viaje sirva para avanzar sin trampas. No es solo que ella se lo merezca por ser una estupenda persona y deportista, es porque la mirada periférica es fundamental para tener conciencia del mundo que habitamos.

Pablo Iglesias y Fernando Romay hablan de baloncesto…

Puede parecer complicado juntar a Pablo Iglesias y Fernando Romay en un mismo escenario. Sonará extraño -en estos tiempos de trincheras- afirmar que considero a los dos, cada uno con lo suyo, buenos amigos. Lo cuál no significa decir que estoy de acuerdo con todo lo dicen y hacen, tampoco necesariamente simpatizar con sus equipos.

Pablo Iglesias con Fernando Romay

Pablo Iglesias, Jacobo Rivero y Fernando Romay

Pablo y Fernando tienen en común que ninguno de los dos puede salir a la calle y pasar desapercibidos, algo que no es fácil de digerir y que les une de alguna forma. Con los dos he publicado un libro, algo que me llena de orgullo y satisfacción.

A La Tuerka, el programa que dirige y presenta Pablo Iglesias, acudió Fernando Romay para hablar de baloncesto y sus tiempos de jugador. Un encuentro que puede parecer sorprendente desde fuera, pero que, conociéndoles, no lo es tanto.

En la conversación entre ambos surgen jugadores como Mirza Delivasic, Drazen Petrovic, Fernando Martín o Sabonis. También escenarios olímpicos como Moscú 1980 o Los Ángeles 1984. Lugares y personas que aparecen en el libro que publiqué con Fernando: Altísimo. Un viaje con Fernado Romay (Ediciones Turpial, 2013).

Disfruten la conversación.

Tiros libres: Relatos de baloncesto

La línea de tiros libres te obliga a cierto grado de concentración. La mecánica de tiro es importante a la hora de ejecutar el lanzamiento, cuestión fácilmente comprobable si repasamos la trayectoria de aquellos con mejor y peor porcentaje. Por poner dos ejemplos de ambas posibilidades se puede consultar vídeos de José Manuel Calderón (bien) o de Shaquille O’Neal (horrible). Tiros libres. Relatos de baloncesto es una antología que reúne a dieciocho escritores en un solo libro. Cada uno con su técnica y su mecánica de escritura para contar historias de ficción alrededor del baloncesto.

LIBRO Tiros Libres

Tiros libres. Relatos de baloncesto. (Ediciones LUPERCALIA 2014)

Coordinado por Daniel Ruiz García, David Refoyo y Patxi Irurzun, una de la ventajas del libro es que cada historia es independiente de la otra, trasmitiendo una fuerza narrativa que el lector apreciará. Leídos todos los relatos, creo que el merece la pena un libro que muestra muchas historias de ayer y hoy del baloncesto, desde una óptica universal, que transitan desde lo más personal hasta la absoluta fantasía. Un libro para saborear cada vez que uno de los escritores se acerca a la línea de tiros libres. Ahí donde se puede sacar una primera impresión de la calidad de cada jugador. Visto todo el plantel me resulta un libro (editado por Ediciones Lupercalia) altamente recomendable. Y no lo digo porque yo escriba uno de los relatos, historia que por cierto fue calificada por uno de los coordinadores editoriales como “pop y bolivariana”, sino porque creo que el resultado global es altamente satisfactorio y entretenido. Por lo que a mí respecta, mi tiro libre está construida alrededor de Alexander Gomelski, Mirza Delibasic, Antonio Díaz Miguel, Alexander Belosteny, el KGB y apariciones de personajes históricos dentro y fuera de la cancha. Material incendiario en estos tiempos convulsos. Espero disfruten de las lecturas.

El equipo está formado por: Eloy Fernández Porta, Javier López Menacho, Mario Crespo, Sergi de Diego Mas, Josu Arteaga, Sergi Puertas, Javier Avilés, Ana Pérez Cañamares, David Benedicte, Javier García Rodríguez, Mercedes Díaz Villarías, Miguel Serrano Larraz, Francisco Gallardo, Juan Antonio Corbalán, Patxi Irurzun, David Refoyo, Daniel Ruiz García y un servidor.

Lo puedes comprar a través de la web de la editorial o en estos puntos de venta.

España medalla de plata en Turquía: ¡Viva el baloncesto femenino!

Hace ya un tiempo, un mentecato me comentó que para él, el baloncesto femenino “no era baloncesto”. Afirmación estúpida se coja por donde se coja. Dicho esto, a semejante sujeto se le habrá cambiado el gesto al ver lo que ha pasado en el Mundial de Baloncesto celebrado en Turquía estos días. Una auténtica gozada para el espectador del deporte de la canasta. Un espectáculo maravilloso en el que además la selección española ha logrado el mejor resultado de su historia: medalla de plata ante Estados Unidos sin bajar la cabeza y con emisión por el primer canal de TVE.

Selección española

Las jugadoras y el cuerpo técnico con la medalla de plata (EFE)

En el mundillo se lleva tiempo hablando de que el futuro del baloncesto en nuestro país pasa en buena medida por el baloncesto femenino, el primer deporte en cuanto a fichas federadas de chicas y mujeres de España. Asunto que no es menor si además tenemos en cuenta que las selecciones de formación de la FEB están obteniendo excelentes resultados. Por lo que yo veo a pie de cancha, la distancia con Estados Unidos y su fantástico equipo irá menguando. Al tiempo.

Lo que ha logrado el equipo de Lucas Mondelo tiene un mérito enorme. Hace años al grupo que hoy lidera el equipo se las conocía como “las hippies”. Una de aquellas jugadoras era Laia Palau, la hoy capitana de la selección me comentó en una entrevista en 2007: “A mí me gusta bailar un poco entre los conceptos. En este deporte hay unos conceptos, como en la música hay un pentagrama. A mí me gusta interpretar, sobre la marcha. Sobre una base ir construyendo variaciones diferentes, saber adaptarte de la mejor manera. Creo que así se juega al baloncesto. Luego tienes que poner gente que quiere jugar así y que te dejen hacerlo. Tiene que haber un orden y a partir de ahí romperlo atendiendo a esas bases. Para mí sólo hay un baloncesto, y creo que para todo el mundo también, pero hay visiones diferentes”. Unas declaraciones que suenan a música, combinación que -en mi opinión- siempre es perfecta cuando se mezcla con baloncesto.

Algo más tarde de aquél encuentro, tuve la suerte de entrevistar a Alba Torrens, precisamente en Estambul, en su primera temporada con el Galatasaray. Una jugadoraza que ha dado un salto de calidad tremendo al equipo, y que en la semifinal contra Turquía hizo un partido excelente. Son solo dos ejemplos de un plantel en el que se nota una química estupenda y una dirección de juego sensata, lo que genera muy buena sintonía. La lista la completan Laura Nicholls, Marta Xargay, Sancho Lyttle (impresionante y admirable), Anna Cruz, Silvia Domínguez, Nuria Martínez, Laura Gil, Leticia Romero, Leonor Rodríguez y Lucila Pascua.

Los tiempos muertos de Mondelo que hemos podido escuchar por televisión, han sido un estímulo para aquellos que pensamos que un buen banquillo es fundamental para creer en la victoria. Ver la alegría de las jugadoras y la concentración del equipo ha sido verdaderamente una lección de saber estar y competir. A pesar de los ignorantes que piensan que en un vestuario no puede entrar una mujer, pero ven normal que lo haga un hombre; a pesar también de los mentecatos que desprecian el deporte practicado por mujeres.

El baloncesto femenino ha llegado a una cima histórica, nada menos que la final de un Mundial, para mirar sin sonrojo el juego de las estadounidenses que todavía están muy por delante y que tienen jugadoras que cierran bocas a cualquier cretino. La sensación es que buena parte del futuro del baloncesto en España es de ellas, porque su baloncesto es de enorme calidad y genera afición. Motivos para felicitarnos tras este campeonato, que sí ha dejado buen sabor de boca.

Pongamos que hablo del Madrid

El Real Madrid ganó la Supercopa ACB y mostró síntomas de buen juego y, especialmente, de recuperación anímica. Asunto que agradecerán los aficionados madridistas porque desde la final de Milán aquello parecía un velatorio dramático. Pablo Laso pasó de llevarse todos los elogios por el juego de su equipo, a protagonizar una imagen esperpéntica abandonando el Palau en silla de ruedas malencarado contra los árbitros y el mundo en el último partido de la final de la Liga ACB. Triste epílogo de una temporada que se había construido alrededor de marcadores que rondaban la centena y alegría en la cancha a base de ataques de menos de quince segundos. El final de aquella fiesta terminó de la peor manera posible, con el equipo cabizbajo y el banquillo temblando.

Pablo Laso

Pablo Laso abandona el Palau expulsado.

La repercusión más evidente de aquel tropiezo fue la purga en el cuerpo técnico. Hugo López y Jota Cuspinera, ayudantes de Pablo Laso, recibieron un burofax comunicando su no renovación al finalizar sus contratos en julio. Un jarro de agua fría en la confianza del primer entrenador, que según parece no estaba al corriente de la decisión. La derrota en la Final Four de Milán y la Liga perdida contra el Barça se cobraba dos víctimas de peso. Según cuentan, había algún mosqueo y falta de entendimiento dentro del vestuario, en buena medida por la indigestión producida en Italia frente al Maccabi. Además, durante el verano se escuchó el runrún de que Laso no seguiría al frente del equipo. Alberto Herreros, director deportivo del club merengue, señaló: “Pablo Laso es entrenador del Real Madrid, tiene contrato, no veo debate”. Poco más.

Tibio apoyo al entrenador que ha logrado identificar un estilo de juego con la grada. Si sigue, parece decir Herreros, es por una cuestión contractual. Mala formula porque se podría interpretar esa flema como palmadita con mueca de aviso, más que como confianza y apoyo. En cualquier caso, Laso sigue y en buena medida su destino depende de él, también de lo que logren sus jugadores, obviamente.

La cuestión de los entrenadores y el banquillo se suelen gestionar en este país como elementos menores de la construcción de la identidad de un equipo. Exceptuando algunos ejemplos, el entrenador está más de paso que de permanencia. Cuestión que no deja de resultar perjudicial para la salud de un equipo, su entorno y su proyección. Obviamente hablo, en esta ocasión, de equipos en formato club o Sociedad Anónima Deportiva, por no entrar en un debate pasado recientemente. En el caso del Real Madrid, no entendí la marcha de Joan Plaza en su momento, me pareció una pesadilla la etapa Messina y me parece poco elegante poner en duda a Laso después de abrir noticiarios por el juego de su equipo, hasta aquella noche del 18 de mayo en el Mediolanum Foro de Milán.

Real Madrid

El Real Madrid tras ganar al Valencia en la Supercopa (EFE)

Es obvio que la grada del Real Madrid se mueve mayoritariamente por títulos. Lo digo desde el respeto sincero. También que en el Palco de autoridades pesan más las alhajas que los estilos de juego, y que esa carga atrofia la paciencia de los directivos. Pero si el Real Madrid de baloncesto no quiere volver a los tiempos de la rutina y el pabellón medio vacío -o a la de los rumores de que Florentino se va a cargar la sección- lo mejor es seguir confiando en Pablo Laso, aquel que les dio una identidad de juego y que con la Supercopa se ha garantizado la tranquilidad que las tormentas de verano le negaron.

Habrá que ver cómo les va en una temporada a punto de empezar.

Mundial de baloncesto femenino: Competir con cabeza

Empieza el Mundial de baloncesto femenino en Turquía y el asunto merece atención. Más que nada porque la selección española presenta un equipo con opciones y tremendamente competitivo. No es un asunto menor, el futuro de nuestro baloncesto será femenino. El primer deporte practicado por mujeres, con fichas federativas, de nuestro país es el baloncesto femenino. Y los premios en categorías de formación se acumulan, con lo que el futuro parece prometedor.

Alba Torrens

Alba Torrens, pieza clave de la selección (RAQUEL MANZANARES/EFE)

Por lo pronto, las declaraciones de intenciones de nuestras jugadoras muestran ganas y concentración. Una circunstancias diferentes a las que habitó el equipo masculino hace pocas semanas, donde parecía que la confianza fue uno de los excesos que pagamos. Aquí se pueden ver los horarios que tendrá la selección.

Me gusta lo que comenta el seleccionador Lucas Mondelo en una entrevista reciente “Esas jugadoras y yo estamos compenetrados y hablamos el mismo idioma. Eso hace que funcionemos como un equipo más que como una selección”. No es una frase para quedar bien, en los partidos de preparación que he visto me ha gustado mucho el ritmo del equipo y el encaje de las rotaciones. Hay posibilidades de llegar alto, pero la prudencia es una seña de identidad de un equipo que sabe que para llegar arriba hace falta mucho trabajo.

Laia Palau, Marta Xargay, Alba Torrens y Sancho Lyttle, será las referencias de un equipo que promete muchas alegrías, además de la garantía de ser unas jugadoras con una voluntad de conjunto tremenda. Cuestión fundamental cuando se trata de competir en torneos tan difíciles como un Mundial, y eso a pesar de las expectativas de éxito que podría tener el equipo tras ser campeonas de Europa haca un año en Francia. Lo comentaba Alba Torrens hace unos días: “Creo que es mucho más fácil competir tras un éxito siempre que tengas claro que aquello forma parte de un pasado inolvidable, pero que ahora ya es historia. Estamos muy centradas en la dificultad que supone un Mundial donde ya en la preparación hemos podido comprobar que hay selecciones de muchísimo nivel”. Palabra de una de las mejores jugadoras de baloncesto de todos los tiempos.

Ahora habrá que ver como funciona el equipo en Turquía, paso a paso y con cabeza.

El basket ‘taleguero’ de Wade Cole Dickinson

El baloncesto tiene muchas posibilidades, más de las que uno intuye. En verano, un buen amigo, me mandó un recorte de prensa sorprendente. El baloncesto había logrado que una persona saliera de prisión. La nota reseñaba la fuga en Arizona de un preso utilizando perfectamente técnica y estrategia: Balonazo a la cámara de seguridad y saltar el muro usando la canasta. Os recomiendo pinchar en la imagen para conocer la genial historia de la fuga.

Si hacemos un ejercicio de imaginación, la noticia podría ser una escena de película carcelaria: En el nombre del padre, Papillon o La leyenda del indomable, por citar solo tres bestialmente buenas. Además la localización de la cárcel en Yavapai (Arizona) remite a la desternillante película de los hermanos Cohen Arizona Baby. También podría ser una nueva versión del doctor Kimball en su extenuante huída. Visto así, la noticia es excelente. Ya lo dijo Claudio Tamburrini, con conocimiento de causa sobre su fuga durante la dictadura Argentina: “no hay nada más excitante y maravilloso que una fuga que termina bien”.

A Wade Cole Dickinson le detuvieron en julio de 2012 por fraude, drogas y posesión de armas, lo metieron en la cárcel con una condena de 25 años. No he investigado mucho más, así que no tengo ni idea de cómo era el personaje. Dos meses después de su fuga lo volvieron a arrestar nada menos que en Las Vegas. En la nota sobre el arresto del fugado las autoridades señalaron que no creían que “Dickinson fuera un hombre violento. Por el contrario, dijeron que era un hábil estafador”. Sin duda, un tipo listo en una cancha de baloncesto.