Sputnik Basket Time

Un blog de baloncesto, desde corta, media y larga distancia, que trata aquellos aspectos poco habituales cuando se habla del deporte de la canasta.

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Toni Nadal, Becky Hammon y las mujeres en un vestuario

Las formas de habitar los vestuarios difieren de un país a otro. Y eso tiene que ver con lo cultural y con la pedagogía. Me contaba una persona que vivió en Madrid la posguerra, que lo más sorprendente de su generación, era que ella de pequeña había sido mucho más “recatada” en cuestiones de sexualidad que la generación de sus padres. El franquismo gobernó la moral a golpe de beatería y valores masculinos basados en el mando, no en el respeto. Aquello duró cuarenta años, tiempo suficiente para que en este país las mentalidades se contaminaran de la estupidez del patriarcado más reaccionario en escuelas, cuarteles, púlpitos, comunidades de vecinos y vestuarios. Había salidas y liberaciones, pero eran la excepción en la mayoría de los barrios. No digamos en los pueblos donde el control era cosa de los “poderes fácticos”.

Gala León

Gala León, nueva directora deportiva de la Federación Española de Tenis (FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE TENIS)

El nombramiento de Gala León para que dirija la selección de tenis de Copa Davis, ha dejado aturdido al mundo de la raqueta. Toni Nadal, un tipo que no conozco pero que siempre que he escuchado me parece bastante razonable, señaló sobre la nueva dirección del equipo: “No deja de sorprenderme (la elección de Gala León) por varias razones: no es una persona que conozcamos en el circuito masculino, lo que es una dificultad añadida para ella, no tiene conocimiento del juego del circuito masculino; creo que no conoce a los jugadores, al menos a Rafael; y hay una dificultad logística difícil de solventar, porque en los equipos de Davis se pasa mucho tiempo en los vestuarios con poca ropa y con una mujer no deja de ser extraño. Es posible, probable, que lo haga muy bien. Mi lógica me decía que era más normal que fuera capitán Juan Carlos Ferrero, o un exjugador… a mí me gustan las cosas lo más simples posibles y entiendo que es más fácil que el capitán sea un hombre”.

Hay objeciones técnicas, que pueden ser razonables, pero “se pasa mucho tiempo en los vestuarios con poca ropa y con una mujer no deja de ser extraño” es una declaración poco afortunada, que muestra el catetismo en el que todavía vivimos en este país respecto a algunas cuestiones. Una muy evidente es la que tiene que ver con el vestuario y la sexualidad.

Hace unos días una chica que estuvo de voluntaria en la pasada Copa del Mundo, comentaba en su Facebook como se había sentido muy bien en el vestuario de la selección de Estados Unidos: Todos los jugadores fueron extremadamente amables, ningún problema por ser mujer, todo muy normal, lógicamente con desnudeces y toallas. Por el contrario, contaba, en el vestuario de la selección española el trato fue mucho más distante, menos educado y en algún momento hubo la típica bromita patética por ser chica. No lo digo para crucificar a nuestros jugadores. Es una realidad distinta: en los vestuarios de la NBA los jugadores se mueven en pelotas entre periodistas y trabajadores, masculinos y femeninos, y nadie hace apología del gañanismo. Deportistas en un vestuario, sin más zarandajas.

Hace unas semanas, Becky Hammon se unió al cuerpo técnico de los San Antonio Spurs, la exjugadora ingresaba en la dirección de uno de los mejores equipos de la NBA, con la confianza de la franquicia y los jugadores. Nadie ha comentado nada contra su incorporación, mucho menos sobre su presencia en el vestuario por ser mujer. Tan solo un jugador mediocre como Matt Walsh, que juega en Italia, señaló: “No digo que Becky no sepa de baloncesto, solo digo que no escucharía ni una palabra de lo que una mujer me dijera”. Una afirmación que le retrata como imbécil integral, algo muy distinto al caso de Toni Nadal que parece una persona inteligente. Hammon llevaba tiempo colaborando con los Spurs, una vez confirmado su fichaje, el entrenador Greg Popovich señaló a los medios de comunicación: “Después de observar su trabajo con nuestro equipo la pasada campaña, confío en que su inteligencia baloncestística, su ética de trabajo y sus habilidades en el trato personal serán un gran beneficio para los Spurs”. Quizá es que todavía en algunas cuestiones hay cuarenta años de diferencia. Un vestuario es un vestuario, por encima de las vergüenzas y el landismo.

Tiene la palabra Mr. Earvin ‘Magic’ Johnson

magic02Son días de pretemporadas a ambos lados del atlántico; de resacas de difícil digestión alrededor de la selección; y de preparativos para una temporada ACB que se pronostica en la misma línea que en los últimos años. Asunto este último, que produce cierta pereza a la vista de lo errática -en cuanto a audiencia e interés social- que resulta para muchos “la mejor liga de baloncesto del mundo después de la NBA”. Así que mientras preparamos los uniformes y sacamos brillo a los nuevos abonos, no es mal momento para darse una alegría visual.

El señor Earvin Magic Johnson aterrizó en nuestros televisores hace ya unos cuantos años para asombrarnos con un baloncesto estratosférico. Nadie ha logrado en una cancha poner a un equipo entero a soñar como lo hizo él. Así que, ya que tenemos que aguantar que es lunes, y esperar unos días para comprar las palomitas y ver los nuevos ajustes, aprovechemos para recordar lo que hizo un jugador único con un balón y cuatro compañeros. Disfruten.