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La segunda extinción del fósil viviente

Es un pariente extremadamente remoto, durante siglos se lo creyó extinto, y ahora puede que nosotros, los humanos, nos lo estemos cargando de verdad. Hablamos del Celacanto, un pez con aletas lobuladas emparentado con los primeros vertebrados que abandonaron el mar por la tierra firme hace entre 400 y 350 millones de años. Los científicos, que lo creían extinguido hace mucho, mucho tiempo, se sorprendieron al encontrar ejemplares vivos de Latimeria chalumnae en las costas sudafricanas en 1938; más tarde se descubrieron más en las Islas Comores (o Comoras), que resultaron ser el lugar donde eran más abundantes. Años después se identificó una segunda especie en Indonesia.

Los peces aparecían raras veces en las redes de los pescadores locales, puesto que viven a gran profundidad (entre 100 y 300 metros), donde están generalmente a salvo de los aparejos de pesca. Pero ahora están apareciendo en preocupantes números en aguas someras en Tanzania, donde quedan atrapados en redes para tiburones; con toda probabilidad ahuyentados por los buques factoría japoneses y sus redes de gran profundidad. Es decir, que la presión pesquera está provocando la muerte de decenas de estos magníficos peces, que llegan a vivir 80 años, medir 2 metros y pesar más de 100 kilos. Y que, para colmo, es incomestible, por su grasa laxante. Ojalá que el Celacanto no se convierta en un daño colateral más de nuestras destructivas técnicas de pesca.

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