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Preventorios: «Éramos muy pequeños y nos sentíamos indefensos en manos de mujeres crueles y nada piadosas»

Por Josefina.

Yo estuve en el preventorio de Guadarrama, en el año 64. Tenía 8 años y fui dos periodos de 3 meses cada uno. Todas las cosas que estoy leyendo y viendo estos días son ciertas.De los peores recuerdos que guardo es la cantidad de vacunas, inyecciones y extracciones de sangre que nos hacían. Una de mis primas que tenía 7 años, cuando veía una aguja se desmayaba, y yo me tenía que quedar a cuidarla, y claro esto era casi todos los días.

Mi hermana pequeña con 6 años, se intoxicó y le salieron unos granos enormes, se la llevaron a la “casita”, que era la enfermería. Yo preguntaba por ella y nadie me decía nada, a los dos o tres días me dijeron que estaba enferma, yo quise verla pero no me dejaron, era en Navidad y ella la pasó sin poder ver a nadie, (si eso no es crueldad…), el edificio estaba en el mismo patio, al final conseguí verla por la ventana, llorando sin entender como no entraba a verla.

Allí tenías que espabilar para coger la ropa, para lavarte, la que corría cogía la ropa a su medida, yo tenía que correr para coger, la mía la de mi hermana y las de mis primas, que eran muy pequeñas. La ropa les quedaba grande, sobre todo la interior, iba con una cuerda, si esta cuerda la perdías (tenía que durarte los tres meses) lo que hacías era quitársela a otra niña, y esta haría lo mismo con otra, y a la que aparecía sin la cinta (con las bragas colgando) la pegaban y castigaban. Otra cosa que no entendía era el ahorro de agua que había, te llenaban el lavabo y allí nos teníamos que lavar un montón de niñas sin cambiar el agua, y la ducha eran los lunes, con agua casi fría con un estropajo de esparto te frotaban haciéndote daño.

Te daban un vaso de agua en la merienda, si querías repetir no podías, yo hacía que me castigasen en las siestas (que no era difícil), porque era la única manera de beber agua, me castigaban en el baño y me daba unos atracones a agua tremendos, lo malo era cuando me castigaban sentada dentro de una mesa camilla, donde estaba una de las señoritas cuidándonos toda la siesta, pues se pasaba las dos horas dándome patadas porque me movía.

La comida era horrible, y por supuesto te obligaban a comerte todo dando arcadas o vomitando, a ellas eso les daba igual, tenías que salir gorda de allí para que viesen lo bien que habías estado. Había que ir a misa todos los días en ayunas, muchas nos mareábamos y te sacaban a rastras, eso sí al día siguiente la misma historia.

La correspondencia que enviaba a mis padres la revisaban antes de enviarla. Las cuidadoras más agradables, cuando veían algo que no les gustaban, lo tachaban y te dejaban escribir otra. En cambio otras la rompían y esa semana ya no podías escribir. Las que me enviaban mis padres siempre las recibías abiertas.

Tengo un hermano que estuvo en el preventorio de Tarragona, de la Savinosa. Para él ha sido un verdadero trauma, lo que yo cuento, no tiene nada que ver con todo lo que tuvo que pasar él allí. Al poco tiempo de volver cayó enfermo de tuberculosis. Él siempre ha estado seguro de que enfermó por todo lo que allí le ponían. Me gustaría que alguien investigase todo lo que pasó en los preventorios, sobre todo por mí hermano. La verdad es que siempre he pensado que si de estas historias se hiciese una película, nadie la creería ya que lo allí sucedía era surrealista y de una crueldad tremenda.

Lo que puedo asegurar es que todo lo que allí viví fue muy real, éramos todos muy pequeños y nos sentíamos totalmente indefensos y en manos de mujeres la mayoría de las cuales eran crueles y nada piadosas.

2 comentarios

  1. Dice ser Ricardo

    Nunca me hablasteis de los campamentos ni Mano ni Antonio ni tu, que pelicula tan triste saldria, comparable a los Santos Inocentes, pero con peores tratos. Espero que no fueran los campamentos que tenia el S.E.S.I.. Escribeme a mi correo porfavor.

    25 septiembre 2012 | 21:22

  2. Dice ser Ricardo

    Nunca me hablasteis de los campamentos ni Mano ni Antonio ni tu, que pelicula tan triste saldria, comparable a los Santos Inocentes, pero con peores tratos. Espero que no fueran los campamentos que tenia el S.E.S.I.. Escribeme a mi correo porfavor. Se me habia olvidado decirte que la foto es genial.

    25 septiembre 2012 | 21:27

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