Las acciones importantes nacen de decisiones importantes, y a veces generan otras que también lo son. Es una máxima de The Walking Dead, una serie basada en un constante tira y afloja entre lo que los personajes se ven obligados a hacer para sobrevivir. ¿Rendirse, crear puentes o atacar? El comienzo de la segunda parte de la séptima temporada, el episodio anterior, planteó este conflicto clásico con un resultado efectivo: poner a los protagonistas en marcha de nuevo, tras la pesadillesca inacción derivada de la amenaza de Negan. Por un lado, el capítulo pudo decepcionar a los fans que pedían más sangre para el bate de béisbol del villano; por otro, la ficción volvió a un camino más seguro para los personajes: lo que pudimos perder en violencia y adrenalina lo ganamos en dignidad y en movimiento, pues preferimos ver a Rick y compañía con un propósito antes que recibiendo palos, literales, solo por el morbo.
SPOILERS! Si no sabes quién es el guerrero zombi, no sigas leyendo.
Pero, ¿es eso una base lo suficientemente sólida para darle una resolución memorable a una temporada tan polémica? Lo cierto es que no, pero teniendo en cuenta la deriva actual de la serie, que nos dé un capítulo sencillo para calmar los ánimos y sus tramas ya es un avance. Así fue con Rock in the Road, el episodio anterior, y así ha sido con New Best Friends (escrito por Channing Powel y dirigido por Jeffrey F. January); el capítulo de esta semana pierde emoción, tanto en el recorrido de los personajes como en la acción de sus escenas, pero es necesario como transición de cara a la Rebelión contra Negan. The Walking Dead tiene una tendencia acusada a meter paja por todos los lados, así que podemos darnos con un canto en los dientes con ese reencuentro tan esperado, ese catfight zombi, y la semilla de lo que está por llegar.
La intención principal de New Best Friends es avanzar en el camino hacia la liberación contra los Salvadores, y lo hace tanto de forma emocional, con la primera trama, en los personajes del Reino, como de forma logística, en una alianza con una inesperada comunidad. La escena que abre el episodio es evidente en este sentido; el Rey Ezequiel y sus súbditos, Morgan entre ellos, acuden a un intercambio con los Salvadores, que termina minando aún más la dignidad y la voluntad de los vasallos. La charla entre Rick y Ezequiel sirvió como un claro Origen (usamos aquí la peli de Nolan como dispositivo seriéfilo: esa idea que plantan los guionistas de la ficción para que vaya cuajando en la mente de los protagonistas); que el Reino se unirá al grupo de los supervivientes es prácticamente una realidad, también con el reticente apoyo de Morgan, pero no de un día para otro. ¿Se les ocurrirá algún otro giro? ¿Sería una sorpresa bienvenida?
En el apartado de acción, esa otra gran trama de cada episodio con las que The Walking Dead quiere mantener el interés de los fans más tradicionales, los del conflicto y los ataques zombis, la serie desarrolló un enfrentamiento que ya había mostrado en las promos y en el desenlace del episodio anterior. En su búsqueda del Padre Gabriel y de los suministros hallados en un barco, Rick y su grupo se encuentran con una particular comunidad, formada en su mayoría por mujeres. Para poner a prueba su valentía y tantear la posibilidad de una alianza, Jadis, la líder de este colectivo que vive en unos inabarcables vertederos, lanza a Rick a un foso en el que tendrá que luchar por su vida contra un zombi protegido por pinchos y corazas. Que gana el protagonista y logra sellar el tratado es algo que esperábamos, pero al menos los guionistas intentan dar alguna escena o situación nueva, y esta es una insólita.
New Best Friends es un episodio sencillo, por no decir olvidable o simplón, y claramente de transición, y por eso ha destacado tanto un reencuentro esperado, de dos de los personajes más queridos de la serie. Daryl, que ha vivido brevemente como refugiado en el Reino, e intentado convencer a Morgan sin éxito de lo necesaria que es la revolución contra Negan, descubre el paradero de Carol. Su abrazo es emocionante, pero es inevitable plantearse por qué Peletier, el mejor personaje femenino (y de la serie en general), ha vivido ese retroceso. ¿Preferimos a una Carol que también sea capaz de arrepentirse, de confiar en una existencia pacífica, o una decidida y valiente, que espolee hacia adelante el movimiento de la ficción? Ese es el debate en el que se encuentra actualmente The Walking Dead, aunque en realidad, si lo pensamos, ha sido el de siempre. ¿Optar por una serie existencialista o una de puro género?
¿Qué os ha parecido a vosotros New Best Friends?
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Ya no sigo esta serie sin trama, sin historias, sin cabeza y a la deriva. hasta que los muertos no planten cara a los vivos de forma mas contundente y peligrosa conmigo que no cuenten mas.
21 febrero 2017 | 4:12 pm